Museo de Ciencia de Londres enfrenta polémica por patrocinio de algunas empresas
Activistas y artistas han pedido al museo que revisen sus vínculos con empresas que no están alineadas al Acuerdo de París y que no se presten para el “lavado verde” de las mismas.
Tras reclamos y quejas de activistas y artistas, el Museo de la Ciencia de Londres se vio obligado a cortar vínculos con una megaempresa petrolera que ha sido cuestionada por sus daños medioambientales. Se trata de Equinor, una compañía que desde 2016 patrocinaba una de sus salas de exposición.
Según el museo de Londres, su decisión de cortar lazos con la empresa noruega estaba justificada por las malas prácticas de esta, que no estaban alineadas con los objetivos del Acuerdo de París. Diferentes reportes e investigaciones han revelado que Equinor ha tenido amplia injerencia en los desastres medioambientales que se han causado en Rosebank, uno de los mayores campos de petróleo y gas del Reino Unido.
Asimismo, se conoció que la empresa puso una “cláusula de silencio” al museo, la cual impedía que el personal hiciera comentarios “desacreditadores o dañinos para la buena voluntad o reputación” de Equinor. Si bien esto fue uno de los puntos que más desató la indignación y críticas de los activistas y artistas, el Museo de Ciencia aseguró que esto se había dado por mutuo acuerdo, pero que se comprometían a eliminarlas en el futuro.
“La asociación concluye con nuestro cálido agradecimiento y nuestro constante estímulo a Equinor para que siga elevando el nivel de sus esfuerzos por establecer objetivos de reducción de emisiones alineados con la limitación del calentamiento global a 1,5 °C”, dijo un portavoz del museo.
Sin embargo, los activistas piden mayores acciones por parte del recinto cultural, pues aseguran que entre la lista de patrocinadores siguen apareciendo nombres de empresas vinculadas a los combustibles fósiles y que no admiten que se presten para “el lavado de imagen verde”.
Una de las empresas que aparece es BP, la cual el museo defendió por medio de la evaluación de la Iniciativa de la Vía de Transición (TPI), que evalúa los planes de emisiones de las empresas y calcula si están en línea con el Acuerdo de París.
Actualmente, el TPI “considera que BP no está en condiciones de cumplir su objetivo de emisiones para 2025, a pesar de que la empresa afirma que quiere estar alineada con el Acuerdo de París para 2050″, registró el medio The Art Newspaper.
Ese mismo medio habló con Chris Garrard, director de Culture Unstained, un colectivo que hace campaña en contra del patrocinio de empresas de combustibles fósiles en las artes, dijo que “si el Museo de la Ciencia cree realmente que BP está en una trayectoria alineada con 1,5 °C, entonces debe presentar sus pruebas, porque eso simplemente no es lo que muestra TPI”.
Y agregó que: “No se trata solo de TPI, muchas otras organizaciones han llegado a la misma conclusión: BP no está en vías de reducir el calentamiento a 1,5 °C y sus afirmaciones simplemente no se sostienen. Los museos son algunas de las instituciones más confiables de la sociedad, por lo que el Museo de la Ciencia tiene el deber de ser sincero con la gente y no falsear los hechos para defender la reputación de un importante contaminante, que ha estado involucrado en décadas de demora y negación del cambio climático”.
The Art Newspaper envió al Museo de Ciencias una solicitud de respuesta por el patrocinio de BP, que no fue resulta.
Tras reclamos y quejas de activistas y artistas, el Museo de la Ciencia de Londres se vio obligado a cortar vínculos con una megaempresa petrolera que ha sido cuestionada por sus daños medioambientales. Se trata de Equinor, una compañía que desde 2016 patrocinaba una de sus salas de exposición.
Según el museo de Londres, su decisión de cortar lazos con la empresa noruega estaba justificada por las malas prácticas de esta, que no estaban alineadas con los objetivos del Acuerdo de París. Diferentes reportes e investigaciones han revelado que Equinor ha tenido amplia injerencia en los desastres medioambientales que se han causado en Rosebank, uno de los mayores campos de petróleo y gas del Reino Unido.
Asimismo, se conoció que la empresa puso una “cláusula de silencio” al museo, la cual impedía que el personal hiciera comentarios “desacreditadores o dañinos para la buena voluntad o reputación” de Equinor. Si bien esto fue uno de los puntos que más desató la indignación y críticas de los activistas y artistas, el Museo de Ciencia aseguró que esto se había dado por mutuo acuerdo, pero que se comprometían a eliminarlas en el futuro.
“La asociación concluye con nuestro cálido agradecimiento y nuestro constante estímulo a Equinor para que siga elevando el nivel de sus esfuerzos por establecer objetivos de reducción de emisiones alineados con la limitación del calentamiento global a 1,5 °C”, dijo un portavoz del museo.
Sin embargo, los activistas piden mayores acciones por parte del recinto cultural, pues aseguran que entre la lista de patrocinadores siguen apareciendo nombres de empresas vinculadas a los combustibles fósiles y que no admiten que se presten para “el lavado de imagen verde”.
Una de las empresas que aparece es BP, la cual el museo defendió por medio de la evaluación de la Iniciativa de la Vía de Transición (TPI), que evalúa los planes de emisiones de las empresas y calcula si están en línea con el Acuerdo de París.
Actualmente, el TPI “considera que BP no está en condiciones de cumplir su objetivo de emisiones para 2025, a pesar de que la empresa afirma que quiere estar alineada con el Acuerdo de París para 2050″, registró el medio The Art Newspaper.
Ese mismo medio habló con Chris Garrard, director de Culture Unstained, un colectivo que hace campaña en contra del patrocinio de empresas de combustibles fósiles en las artes, dijo que “si el Museo de la Ciencia cree realmente que BP está en una trayectoria alineada con 1,5 °C, entonces debe presentar sus pruebas, porque eso simplemente no es lo que muestra TPI”.
Y agregó que: “No se trata solo de TPI, muchas otras organizaciones han llegado a la misma conclusión: BP no está en vías de reducir el calentamiento a 1,5 °C y sus afirmaciones simplemente no se sostienen. Los museos son algunas de las instituciones más confiables de la sociedad, por lo que el Museo de la Ciencia tiene el deber de ser sincero con la gente y no falsear los hechos para defender la reputación de un importante contaminante, que ha estado involucrado en décadas de demora y negación del cambio climático”.
The Art Newspaper envió al Museo de Ciencias una solicitud de respuesta por el patrocinio de BP, que no fue resulta.