“Lo que más quiero es tener buenas canciones”, le dijo Lafourcade a Adán Jodorowsky, a quien invitó a producir su noveno álbum, el que podría ser su trabajo más personal.
En el verano de 2020, la cantante buscó a Jodorowsky para pedirle ayuda en una selección de las canciones que ya tenía. Sus años más recientes tuvieron mucho que ver con el folclor, así que el productor le aconsejó que ahora debía buscar un estilo más propio, más íntimo. En un documental sonoro llamado De todas las flores, mismo título del álbum, cada capítulo tuvo por nombre el mismo del de las canciones. Algunas conversaciones con personas que tuvieron que ver con la composición de este trabajo resultaron siendo una especie de diario musical en el que la compositora y música mexicana detalló su proceso creativo.
Le sugerimos leer: El guitarrista Sáinz Villegas llega a Bogotá para promover la cultura española
“Ayer en la noche nos tocó dar un concierto en Bogotá. Fue hermoso encontrarme a seres tan bonitos y compartir nuestras melodías. A mí en lo personal me hace sentir muy orgullosa la música que están haciendo mis compañeros Monsieur Periné, Vicente García y Juan Pablo Vega. Es realmente hermoso lo que hacen y resulta para mí una total inspiración para regresar a la música una y otra vez. Amigos, gracias por tan mágica noche”, escribió la cantautora mexicana el 2 de octubre de 2015, luego de su último show en Colombia.
El álbum tiene canciones como De todas las flores, Vine solita, Pasan los días, Llévame viento, entre otras. En total, fueron 12 composiciones que se grabaron en un estudio de Texas, Estados Unidos.
Podría interesarle leer: Estos son los mejores cantantes de rock de la historia, según Billboard
Lafourcade ha hecho parte esencial del ADN de la música latinoamericana del Siglo XXI. Desde aquel himno rebelde titulado En el 2000, pasando por obras de la canción como Hasta la raíz y aquella épica colaboración con Los Ángeles Azules titulada Nunca es suficiente. Multipremiada, miles de millones de reproducciones en YouTube, históricas colaboraciones con artistas como Juan Gabriel, Julieta Venegas, Jorge Drexler u Omara Portuondo, bandas sonoras y tres Premios Grammy Anglo destacan la carrera de la cantante.
La conexión de Natalia Lafourcade con las montañas, en Llevame viento, o con su infancia y su raíz, en Vine solita, convierten a este álbum en una lista de canciones que hablan de un momento bisagra para la cantante, de un trabajo tan solitario y transformador, que podría ser la segunda parte de la vida de una artista que se había dedicado a explorar los ángulos más folclóricos de su país y Latinoamérica.