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A Montejo Vélez le aconsejaron que no se apresurara. Le dijeron que había algo que estaba pasando con los poetas jóvenes, y era que se estaban precipitando a publicar el primer borrador escrito, pero sin el rigor necesario que regala la calma y la experiencia. Hizo caso y este libro, que estuvo listo hace varios meses, fue trabajado durante mucho más tiempo del que presupuestó. Lo que esconde la tierra, para Montero, es la poesía, su poesía, que ella compiló en esta publicación.
Para ella, la poesía la eligió: siempre quiso escribir narrativa. “No fue una elección, sino un impulso vital”, dijo, pero aclaró que la decisión la tomó cuando pasó de la escritura íntima a la que tiene que ver con el oficio, la que se hace más profesionalmente. Se autodenomina como una “escritora de talleres”, que para ella son espacios importantes para poner en colectivo los deseos de ser escritores. El primer poema que produjo en un taller se compiló en este libro, que comenzó a escribirse hace cinco años.
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“Este objeto, que parece liviano, tiene mucho peso y trabajo. Estos poemas tienen muchos años y han sido pulidos con la pregunta de si valía la pena o no compartirlos con más personas. La escritura siempre ha estado en mi vida, pero decidí salir a lo público cuando me sentí tranquila con el producto final”, dijo Montejo.
Montejo Vélez tiene una maestría en filosofía en la Universidad Javeriana y otra en escrituras creativas de la Universidad de Salamanca. Es docente e investigadora en la Universidad Uniminuto, en el programa de comunicación social y periodismo. Además, es líder del proyecto de escrituras creativas El árbol rojo, del que hace parte su programa radial.
Durante la presentación, moderada por el director de la Biblioteca Los Fundadores, Federico Díaz-Granados, contó que dentro de ella había una “sensibilidad desbordada”, por lo que acudió a la filosofía, que le sirvió para salir de lo volátil de la ensoñación y entrar al mundo del pensamiento, que para ella castra la sensibilidad. Es decir, esta tensión entre sus sueños y el rigor de la filosofía ha sido una lucha “cruel”, que la ha enriquecido como autora. En el conversatorio también participó la directora editorial de Mr. Jones, estudio creativo, Zulay Pinto.
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“En las tres partes que componen este libro ‘Colección in memoriam’, ‘Raíz trenzada’ y ‘Tránsito subterráneo’, lo que dirige los signos es precisamente la presencia de la tierra abierta, agrietada, y lo que se desplaza por sus intersticios es a insistencia de los elementos, el viento, el agua, la luz que recorren la mirada de quien escribe sin aplazar lo urgente, lo que es fundamental”, dice la contraportada de este libro. Según Montejo, en sus poemas habla su parte más femenina sin excluir su sensibilidad como niña, pero también se toma la palabra una Montejo “más madura” conmovida por los hechos sociales del país. La amalgama entre la memoria, lo social y lo femenino, fueron distribuidos por estos capítulos, que dialogan entre ellos: poemas personales (memoria, vivencias, personalidad), poemas más maduros desde lo universal (patriarcado, historia) y poemas sobre la tierra (identidad, sufrimiento, territorio).
Algo esconde la tierra
Se siente la vibración de un grito contenido
que no da espera a ser descubierto.
Lo que esconde quiere ser encontrado
Lo que cubre no tolera amnesia
La tierra es una olla hirviendo
que se derrama.
Así devuelve su secreto.
¡Deja salir el veneno que te enferma!
Comienza a devolver,
uno a uno,
los cadáveres.