Natsume Sōseki: pionero de la Modernidad literaria en Japón (Plumas transgresoras)
El escritor japonés (1867-1916), conocido por las novelas Soy un gato, Botchan y Kokoro, se destacó como uno de los grandes autores modernos de la época en su país.
Mónica Acebedo
“El vestido es fundamental en la vida humana. De hecho, es tan trascendental que me pregunto qué fue antes, si el hombre o su atuendo”. Yo soy un gato.
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“El vestido es fundamental en la vida humana. De hecho, es tan trascendental que me pregunto qué fue antes, si el hombre o su atuendo”. Yo soy un gato.
Natsume Sōseki fue uno de los escritores más celebrados en Japón a comienzos del siglo XX y, a mi juicio, una pluma transgresora por varias razones: por acercar las letras japonesas a Occidente; por retratar la complejidad de la vida moderna de una manera puntual; por examinar con lupa las transiciones culturales de la sociedad japonesa; por combinar el lirismo japonés con técnicas narratológicas modernas y por capturar la angustia existencial de una sociedad que se transforma demasiado rápido, a partir de una prosa irónica, satírica y muy entretenida. Las tramas y ejes argumentales presentan personajes que se ven atrapados entre las tradiciones ancestrales de Japón y la influencia occidental. Precisamente, Angus Fletcher afirma que Sōseki expresaba de forma irónica en su novelística como el espiritualismo místico de los cuentos populares japoneses, que propendían por la perfección del alma para alcanzar la felicidad, son reemplazados por el reconocimiento de nuestra naturaleza física y la intención de formar una sociedad en la que primen las necesidades materiales (Wonderworks, Simon & Shluster, 221, p.247).
Natsume Sōseki es el seudónimo que adoptó Natsume Kinnosuke. Nació el 9 de febrero de 1867 en lo que conocemos hoy como Tokio. Su madre murió cuando tenía catorce años. Empezó a estudiar arquitectura, pero pronto viró hacia las humanidades (lengua y literatura inglesa). Después de terminar la universidad se ganó una beca para seguir sus estudios literarios en Inglaterra. Sus primeras producciones se centraron en algunos poemarios mientras estudiaba su carrera. A su regreso se convirtió en profesor de literatura inglesa en la Universidad Imperial de Tokio. Durante un tiempo combinó la docencia con la escritura, sin embargo, tras el éxito de sus dos primeras novelas, se retiró de la universidad y se dedicó exclusivamente a escribir. Pronto se convirtió en una de las voces literarias más prominentes de Japón. La muerte lo sorprendió el 9 de diciembre de 1916, con tan solo cuarenta y nueve años.
Yo soy un gato (1905), una de las más conocidas, es narrada por un gato callejero que encuentra refugio en casa de un profesor de caligrafía. El gato cuenta lo extraño de la vida y el actuar de los seres humanos que interactúan con el profesor. Es una narración irónica y crítica sobre las costumbres, la hipocresía de la sociedad y las contradicciones entre lo tradicional y lo moderno. Dice el gato en algún momento del relato: “Para apoyar mis razonamientos no hay más que fijarse en las mujeres japonesas que acuden cada noche embutidas en absurdos vestidos de estilo occidental al Hotel Imperial. Si lo hacen es por pura imitación de los modos y modas de las mujeres occidentales y no por alguna razón que tenga que ver ni por asomo con nuestra identidad nacional”. Botchan (1906) es otra novela, también narrada en primera persona, por un profesor de matemáticas que llega a una escuela rural después de graduarse de física en Tokio. El narrador pone de presente la comparación entre lo urbano y lo rural a partir de una prosa cómica y satírica: “Pensándolo bien, si vivir del robo es la única manera de poder comer tres veces al día, hay que preguntarse si merece la pena vivir”. Almohada de hierba (1906) presenta una prosa más poética e introspectiva. Un pintor que busca paz, belleza y armonía en su vida en un entorno natural, casi romántico. Es un contexto intimista y existencial: “A los veinte años comprendí que vale la pena vivir en este mundo. A los veinticinco, supe que luz y oscuridad caminan juntas de la mano”. Sanshiro (1908) forma parte de una trilogía junto con Daisuke (1909) y La puerta (1910). Tratan de la crisis existencial de sus protagonistas. Presenta temas como la riqueza, la educación, el deseo, la presión de la ciudad y la búsqueda de identidad. “En Tokio, uno se siente como un pez fuera del agua”, dice Sanhiro para expresar el desarraigo y angustia al llegar a la gran ciudad. Kokoro (1914) tiene como núcleo narrativo la relación entre un joven estudiante y un hombre mayor (Sensei). En esta novela insiste en el amor, la occidentalización y la transformación de la sociedad: “El amor es un pecado. Mi amistad nunca llegará a satisfacerte del todo, pero al menos no habrá ningún peligro en ella”.
En conclusión, Natsume Sōseki fue uno de los escritores más importantes de Japón y de las letras universales. Su obra es un referente fundamental de la literatura japonesa moderna; fue un narrador que exploró en la forma de narrar; también fue un maestro en dibujar las constantes preocupaciones existenciales de los humanos y las tensiones entre lo tradicional y lo nuevo.