Pintura de Diógenes el perro, atribuida a Giovan Battista Langetti.
Foto: Archivo particular
En los laberintos de la lingüística hay una confusión que pretende aclarar un curioso fenómeno del lenguaje: la grieta ─abismo─ que distancia lo que se dice de lo que se quiere decir, y, para colmo, los malabares que hace el interlocutor para interpretar el enunciado. La manera en la que postulo el prodigio comunicativo es bastante simple; sin embargo, es más interesante e interviene en él un sinfín de explicaciones que puede facilitar el goce de su comprensión. Pero viene a cuento porque dicen que primero fue la palabra y luego el...
Por Juan Sebastián Padilla Suárez
Temas recomendados:
Sin comentarios aún. Suscribete e inicia la conversación