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Con la elección de la poetisa estadounidense Louise Glück o el novelista de origen tanzano Abdulrazak Gurnah, la Academia Sueca decidió otorgar el galardón literario más prestigioso a autores poco traducidos y desconocidos por el gran público y también por parte del mundo editorial. “Después del año pasado, me parece que es aún más difícil adivinar”, admitió Lina Kalmteg, encargada de Literatura en la radio nacional de Suecia, recordando la “sorpresa total” cuando se anunció el nombre de Gurnah.
“Creo que se busca un nombre más conocido este año por la sorpresa del año pasado”, pronosticó por su parte Björn Wiman, jefe de la sección de Cultura del diario sueco Dagens Nyheter. El británico Salman Rushdie, la rusa Liudmila Ulítskaya y el francés Michel Houllebecq son algunos de los nombres que dominan en los pronósticos previos en la víspera del anuncio del Nobel de Literatura en los medios suecos y las casas de apuestas. Los tres llevan sonando hace tiempo, sobre todo, Rushdie, quien sufrió un grave atentado en agosto pasado por su polémico libro “Los versos satánicos”, en el centro de las protestas de fundamentalistas islámicos desde su publicación en 1988.
En las especulaciones previas aparecen también los noruegos Jon Fosse, Karl Ove Knausgård y Dag Solstad, la francesa Annie Ernaux, el ruso Vladimir Sorokin, el estadounidense Cormac McCarthy y la nigeriana Chimamanda Ngozi Adichi. Los autores africanos tienen menor presencia en las quinielas de este año, después de que el tanzano Abdulrazak Gurnah, quinto del continente en obtener el Nobel de Literatura, lo lograra en 2021 por su obra centrada en el poscolonialismo.
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Si la Academia Sueca decide volver a premiar a un escritor africano, podría escoger al somalí Nuruddin Farah, el mozambiqueño Mia Couto, el keniano Ngugi Wa Thiong’o, la ruandesa Scholastique Mukasonga o el sirio Adonis, gran favorito durante años. No es la primera vez que un clásico de los pronósticos es recuperado cuando parecía olvidado, como ocurrió por ejemplo con el peruano Mario Vargas Llosa (2010) y el austríaco Peter Handke (2019).
Ahí aumentarían las opciones de nombres consagrados como los estadounidenses Don DeLillo, Thomas Pynchon y Joyce Carol Oates; la canadiense Margaret Atwood, el checo Milan Kundera, el húngaro Péter Nádar, el holandés Cees Noteboom, el italiano Claudio Magris, el albanés Ismail Kadaré, el australiano Gerald Murnane o el portugués António Lobo Antunes.
El estadounidense George Sanders, el surcoreano Ko Un, las francesas Marie NDiaye y Nina Bouraoui, el irlandés Colm Tóibín, la canadiense Anne Carson y el japonés Haruki Murakami aparecen también en la lista de supuestos candidatos, ya que la Academia no confirma nombres hasta pasados 50 años.
El Nobel en clave de mujer
La academia se recupera de una larga crisis, después del escándalo #Metoo en 2018 y de la atribución el año siguiente del premio al austríaco Peter Handke, una elección que generó polémica por sus posiciones a favor de Slobodan Milosevic. “Ahora la academia evidentemente está preocupada de su imagen, tanto en lo referente a la diversidad como a la representación de géneros, de una forma completamente diferente que antes del escándalo de 2017-2018″, explicó Björn Wiman.
Ante las críticas por la falta de diversidad en la elección de galardonados, la Academia Sueca integró en 2020 a un grupo de expertos externos de diferentes zonas lingüísticas. Tras los sobresaltos del escándalo de Jean-Claude Arnault, esposo de una académica que fue acusado de violación, la institución tuvo que posponer en 2018 la atribución del premio. Desde entonces el galardón recayó en dos mujeres: Glück y la polaca Tokarczuk y en un hombre.
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Esto puede ser considerado un buen augurio para la estadounidense Joyce Carol Oates, las francesas Annie Ernaux y Maryse Condé, o para la escritora canadiense Margaret Atwood, consideradas en las quinielas. Desde la creación del premio, un total de 16 mujeres recibieron este prestigioso galardón, la primera de ellas la sueca Selma Lagerlöf en 1909. En este sentido, dar el premio a la rusa Ludmila Ulitskaia, que ha sido mencionada en varias ocasiones, sería una oportunidad de dar un mensaje contra el presidente ruso, Vladimir Putin tras la invasión de Ucrania.
Houellebecq suena fuerte en las apuestas
“Esto generaría una reacción”, afirma Wiman, que destaca que es a la vez una autora opuesta al Kremlin y también saca a relucir la cultura rusa en un contexto de guerra en Ucrania. “Este es el tipo de debate intelectual complejo que uno quiere tener en torno al Nobel”, destacó.
En los sitios de apuestas, el francés Michel Houellebecq, citado a menudo como posible galardonado, aparece como favorito por delante de la poeta canadiense Anne Carson o del autor Salman Rushdie. Otros nombres que suenan habitualmente en las especulaciones previas al anuncio son el keniano Ngugi Wa Thiong’o, el húngaro Laszlo Krasznahorkai, o los estadounidenses Thomas Pynchon y Don DeLillo.
“Las novelas estadounidenses postmodernas todavía no han sido recompensadas”, destacó Jonas Thente, critico literario de Dagens Nyheter. Entre los otros favoritos están los noruegos Jon Fosse y Karl Ove Knausgaard, que podrían llevar el galardón a Escandinavia, más de diez años después de que el sueco Tomas Tranströmer fuera distinguido.
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En tanto, Maria Hymna Ramnehill, critica literaria del diario Göteborgs-posten se inclina por el franco-marroquí Tahar Ben Jelloun o por la croata Dubravka Ugresic. “Creo que ambos tienen, de formas diferentes, una literatura que cuestiona y que examina las identidades”, explicó. “Ellos hablan de sus identidades de una forma compleja y destacan una realidad complicada y difícil de comprender, y que no puede explicarse con soluciones simples”, agregó.
Doce años sin un premiado en lengua hispana
En los 122 años de historia del premio, la Academia Sueca -que lo ha dejado exento en varias ocasiones y en otras ha premiado a más de un autor- ha distinguido a 118 escritores, solo 16 de ellos mujeres y más del 80 % originario de Europa o América del Norte, con un claro dominio de la lengua inglesa (31 galardonados), por delante de la francesa y alemana (14) y española (11).
El español José Echegaray abrió en 1904 la lista de autores hispanos, que incluye a compatriotas suyos como Jacinto Benavente (1922), Juan Ramón Jiménez (1956), Vicente Aleixandre (1977) y Camilo José Cela (1989).
La lista de premiados en castellano la completan los chilenos Gabriela Mistral (1945) y Pablo Neruda (1971), el guatemalteco Miguel Ángel Asturias (1967), el colombiano Gabriel García Márquez (1982), el mexicano Octavio Paz (1990) y el peruano Mario Vargas Llosa (2010).
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La reciente muerte del novelista español Javier Marías deja a las letras en castellano sin el nombre que más había sonado en las quinielas previas en los últimos años, junto a otros como su compatriota Eduardo Mendoza o el argentino César Aira.
Que haya pasado más de una década desde la elección de Vargas Llosa podría jugar a favor de las letras hispanas, aunque la Academia insiste siempre que no premia ni literaturas ni países, sino a autores, aunque a veces sus decisiones parezcan seguir un criterio de rotación de continentes y de lenguas.