“Nuevas rutas para lugares remotos”, un libro que excava en la cotidianidad
Reseña de la última publicación de Patrizia Castillo, quien va develando las rutas que sus personajes van descubriendo en una constante exploración hacia su interior.
Karina Medina Pino
Nuevas rutas para lugares remotos es el título que da nombre al recién publicado libro de la autora cartagenera Patrizia Castillo. Cada una de las diez historias que lo componen es un viaje maravilloso por la vida misma. La autora retrata momentos y circunstancias cotidianas entre parejas y familiares que nos recuerdan lo complicado que resulta construir relaciones humanas.
El lector, junto con los personajes que habitan estas páginas, puede “cargar las maletas” llenas de estrés, rabia, dolor, ira, en fin, todas esas emociones pesadas con la que vamos andando hacia destinos inciertos.
Aquí, en estos relatos, las mujeres son relevantes. Como una especie de leitmotiv, se expone el esfuerzo que implica para una mujer “ser todo al mismo tiempo”: esposas, madres, amas de casas y ejecutivas, entre otros roles que desempeñan las mujeres. Muchas de las protagonistas que van en busca de nuevas rutas son periodistas y escritoras, quienes a través de la pasión que sienten al escribir se rescatan y reviven así mismas.
Por medio de diálogos y reflexiones, estas mujeres abren sus corazones y con libertad expresan lo que hay en su interior. El lector logra compenetrarse con sus sentimientos. Las entendemos y admiramos su sinceridad. La autora sabe captar (en primeros planos) las tensiones de lo que popularmente conocemos como “hogar dulce, hogar”. “Felipe la increpó. No entendía cómo alguien tan inteligente como ella podía desperdiciar su tiempo con esos perdedores. La tildó de ingenua, de ilusa, de perezosa. La acusó de tener poco empuje y escasas ambiciones, de haberse relajado esperando a que él guiara el “barco”, el proyecto de vida de los dos. También le reclamó su falta de carácter para plantársele al ministro. La frase final fue pronunciada por él como quien asesta un golpe letal: “Es tremendo sacrificio vivir contigo”, me estremezco ante las duras palabras de Felipe, en este extracto que he subrayado mientras leía.
Es un libro que va explorando, poéticamente, lo que con frecuencia olvidamos entre parejas; lo que necesitamos y lo que en verdad importa.
Mi cuento favorito es el que está titulado como Navidad. Es una narración en la que tienen cabida todas “las cagadas” inoportunas. Aquí en este cuento hay listas de lo que alguien puede odiar en una relación, hay registros de cuentas pendientes; una vez más aparecen las frases punzantes que estremecen; párrafos que duelen, palabras que no se olvidan. “Qué fácil sería poder deshacernos de todo lo que intoxica, como soltar el agua que arrastra la mierda”. Eso pensó la mujer que cuenta esta historia, mientras estaba sentada en la tasa del baño. La dureza de gestos, las frases que ofenden o simplemente la falta de empatía por nuestra pareja son grietas que se abren y difícilmente vuelven a cerrarse. No cabe duda de que nuestros hábitos humanos con frecuencia nos mandan señales.
Los diez relatos son toda una experiencia hacia una nueva ruta muy distante, pero al final resulta cercana. Pues, la autora va dejando pistas y fotografías que saltan a la vista mientras la leemos, y como un déjà vu caemos en cuenta que varias veces hemos visitado todos esos lugares remotos que Patrizia Castillo nos narra. La vida, al igual que en la imagen de la portada de su nuevo libro, hay que seguirla pedaleando aunque el camino sea largo y culebrero.
El próximo 29 de mayo, a las 6:30 de la noche, en la Alianza Colombo Francesa de Cartagena, se presentará el nuevo libro de Patrizia Castillo Nuevas rutas para lugares remotos.
Nuevas rutas para lugares remotos es el título que da nombre al recién publicado libro de la autora cartagenera Patrizia Castillo. Cada una de las diez historias que lo componen es un viaje maravilloso por la vida misma. La autora retrata momentos y circunstancias cotidianas entre parejas y familiares que nos recuerdan lo complicado que resulta construir relaciones humanas.
El lector, junto con los personajes que habitan estas páginas, puede “cargar las maletas” llenas de estrés, rabia, dolor, ira, en fin, todas esas emociones pesadas con la que vamos andando hacia destinos inciertos.
Aquí, en estos relatos, las mujeres son relevantes. Como una especie de leitmotiv, se expone el esfuerzo que implica para una mujer “ser todo al mismo tiempo”: esposas, madres, amas de casas y ejecutivas, entre otros roles que desempeñan las mujeres. Muchas de las protagonistas que van en busca de nuevas rutas son periodistas y escritoras, quienes a través de la pasión que sienten al escribir se rescatan y reviven así mismas.
Por medio de diálogos y reflexiones, estas mujeres abren sus corazones y con libertad expresan lo que hay en su interior. El lector logra compenetrarse con sus sentimientos. Las entendemos y admiramos su sinceridad. La autora sabe captar (en primeros planos) las tensiones de lo que popularmente conocemos como “hogar dulce, hogar”. “Felipe la increpó. No entendía cómo alguien tan inteligente como ella podía desperdiciar su tiempo con esos perdedores. La tildó de ingenua, de ilusa, de perezosa. La acusó de tener poco empuje y escasas ambiciones, de haberse relajado esperando a que él guiara el “barco”, el proyecto de vida de los dos. También le reclamó su falta de carácter para plantársele al ministro. La frase final fue pronunciada por él como quien asesta un golpe letal: “Es tremendo sacrificio vivir contigo”, me estremezco ante las duras palabras de Felipe, en este extracto que he subrayado mientras leía.
Es un libro que va explorando, poéticamente, lo que con frecuencia olvidamos entre parejas; lo que necesitamos y lo que en verdad importa.
Mi cuento favorito es el que está titulado como Navidad. Es una narración en la que tienen cabida todas “las cagadas” inoportunas. Aquí en este cuento hay listas de lo que alguien puede odiar en una relación, hay registros de cuentas pendientes; una vez más aparecen las frases punzantes que estremecen; párrafos que duelen, palabras que no se olvidan. “Qué fácil sería poder deshacernos de todo lo que intoxica, como soltar el agua que arrastra la mierda”. Eso pensó la mujer que cuenta esta historia, mientras estaba sentada en la tasa del baño. La dureza de gestos, las frases que ofenden o simplemente la falta de empatía por nuestra pareja son grietas que se abren y difícilmente vuelven a cerrarse. No cabe duda de que nuestros hábitos humanos con frecuencia nos mandan señales.
Los diez relatos son toda una experiencia hacia una nueva ruta muy distante, pero al final resulta cercana. Pues, la autora va dejando pistas y fotografías que saltan a la vista mientras la leemos, y como un déjà vu caemos en cuenta que varias veces hemos visitado todos esos lugares remotos que Patrizia Castillo nos narra. La vida, al igual que en la imagen de la portada de su nuevo libro, hay que seguirla pedaleando aunque el camino sea largo y culebrero.
El próximo 29 de mayo, a las 6:30 de la noche, en la Alianza Colombo Francesa de Cartagena, se presentará el nuevo libro de Patrizia Castillo Nuevas rutas para lugares remotos.