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A Oliver Stone no le gusta que le hablen de obsesiones. Y esto es muy a pesar de su más reciente película, la cual aborda un tema que ha sido relevante a lo largo de su vida: el asesinato de John F. Kennedy. JFK Revisited: Through The Looking Glass, estrenado mundialmente en el Festival de Cannes, es un exhaustivo documental que se apoya en los documentos secretos de la investigación del magnicidio de Kennedy, acaecido en 1963. Se trata de testimonios, reportes, pruebas y material gráfico que fueron desclasificados en 2017, revelando una gran cantidad de datos contundentes que echan por tierra la historia oficial.
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“Si fuese un obseso estuviera pendiente del tema todo el tiempo y ese no es mi caso”, aseguró Stone en un salón de hotel ubicado en La Croisette. ”El investigador que escribió este filme, James DiEugenio, sí está obsesionado: lo sabe todo, ha leído todo, recuerda cada detalle, y eso es lo que se necesita cuando te ocupas de un caso como este”.
La edad ni la deficiencia auditiva que padece amilanan al director estadounidense, un hombre siempre presto a largar un bullshit y a enfrascarse en acalorados diálogos. Aun así, sabe perfectamente que en el caso del homicidio de Kennedy no es un experto en desmontar los argumentos y las teorías expuestas por la Comisión Warren, encargada de la investigación en aquel momento, por lo que Stone se apoya en las pesquisas y sabiduría de DiEugenio.
JFK Revisited: Through The Looking Glass revisa al detalle muchos aspectos que dejan un sentimiento de desconcierto. Entre algunos de ellos, aborda la teoría de la bala mágica (la que supuestamente tuvo una trayectoria de ciencia ficción) sostenida por la Comisión Warren, testimonios contundentes que fueron rechazados o ignorados, pruebas de las artimañas y acciones oscuras del Servicio Secreto, así como los otros dos escenarios que estuvieron preparados para llevar a cabo el asesinato, Chicago y Tampa, planificados magistralmente y con un chivo expiatorio correspondiente, tal como fue Lee Harvey Oswald en Dallas.
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Despojados de la categorización top secret y sin las líneas negras que ocultaban información relevante, según Stone, esos documentos no han causado el revuelo necesario, ni el que él esperaba. “Pero a mí sí me sigue importando”, afirmó con firmeza. Si bien es cierto que la opinión pública y la política en EE.UU. no parecen interesadas en ollas demasiado antiguas como para ser destapadas, el realizador considera equivocada esa actitud.
“Tenemos un nuevo presidente, pero, ¿por qué EE.UU. sigue controlando y dominando? ¿Cómo es que el mundo se ha tornado de la manera que es hoy?”, preguntó a modo de antesala para poner sobre el tapete una reflexión: “Con Kennedy en la presidencia no creo que el panorama actual hubiera sido posible. Él estaba dispuesto a cambiar el orden de las cosas de una vez por todas”.
A Oliver Stone le retumba la voz. A veces la matiza para suavizar la contundencia de sus palabras, otras veces termina dando puñetazos en la mesa. “Bullshit, bullshit, bullshit”, dijo sin miramientos para enfatizar contraargumentos y revelaciones.
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En JFK Revisited: Through The Looking Stone se incluyen escenas de su película JFK (1991), con Kevin Costner interpretando al fiscal Jim Garrison, basada en el libro On the Trail of the Assassins (escrito por Garrison y publicado en 1988). Una de las escenas extraídas para el documental es cuando el Sr. X (el garganta profunda, encarnado por Donald Sutherland) le dice a Garrison que John F. Kennedy era muy peligroso para el establishment. Una afirmación que se sostiene a lo largo del documental.
La cinta causó revuelo en la arena política, así como en la sociedad estadounidense. Las ocho nominaciones al Óscar y la aclamación mundial no impidieron que Oliver Stone fuera citado para prestar declaración ante senadores. Tres décadas más tarde, y con nuevas pruebas, Stone vuelve al ataque. “Admito que me importa el espíritu de Kennedy, que no es más que la paz. Él era un devoto de establecer la paz espiritual entre países. Con él hubo esfuerzos reales con relación a Rusia o Cuba, además con el Memorando de Acción de Seguridad Nacional quiso traer de vuelta a gran parte de los estadounidenses enviados a Vietnam. Kennedy estaba haciendo mucho”, y lo detuvieron. El destino se torció aquel 22 de noviembre de 1963.
Aunque Oliver Stone considera que ahora mismo es muy apremiante el problema del cambio climático, expresó el deseo de incentivar la paz, siguiendo el espíritu de Kennedy. Que no le llamen obseso, pero si de ideas fijas se trata, el establecimiento de la paz “debería ser la obsesión de todo el mundo”.