Óscar Pantoja: narrar otras vidas a través de imágenes
El autor de novelas gráficas como “Gabo: memorias de una vida mágica”, “Rulfo: una vida gráfica”, “Neruda: lluvia, montaña y fuego” y “Borges: el laberinto infinito”, es uno de los invitados a la Fiesta del Libro y la Cultura de Medellín.
Daniela Cristancho
¿De dónde viene el interés por escribir biografías ilustradas de autores latinoamericanos?
Yo creo que de la pregunta de cómo un creador logra escribir una historia. La vida de ese autor está tremendamente ligada a la construcción de su obra y eso hace que a la luz de los lectores sea muy rico entender los procesos creativos y, por otro lado, me parece fabuloso que la misma vida de los autores es como si fuera la vida de personajes de ficción. Aunque sabemos que son hechos reales, esas vidas son como si fueran unos personajes de novela, entonces tienen arcos dramáticos, momentos de adversidades, de triunfos, que emocionan al lector.
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¿Y cómo es esa experiencia de escribir sobre autores u obras?
El trabajo de un escritor es buscar historias para contarlas y en esa medida he ido descubriendo que la misma vida y obra de autores es un paisaje fabuloso en el cual un lector puede encontrar múltiples emociones. Entonces la experiencia deviene del momento en el que yo entiendo que la vida de un hombre y su obra pueden ser muy ricas para ser contadas. Esa experiencia desde luego no es mía, no es vital, sino que esa experiencia viene de otra persona, pero trato de meterme en su piel y entender los caminos por los que anduvo, así sea de forma abstracta e imaginaria. Es una experiencia muy de escritorio. No tengo que salir a buscar la historia, no tengo que enfrentar la realidad pura, porque la realidad ya fue vivida por el autor. Lo que tengo que hacer es, desde los libros, las bibliotecas, las biografías y videos, hacer que esa experiencia también sea muy rica para mí.
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¿Cómo se complementa su trabajo de escritura con el de los ilustradores en obras como “Borges”, “Gabo” o “Rulfo”? ¿Cómo se complementan los guiones con la propuesta gráfica?
Yo siento que cuando escribo para construir una historia en cómics, el mismo lenguaje artístico me dispone a la construcción de imágenes, desde la misma escritura y desde la misma composición de la página. Entonces, cuando tengo la página en blanco y voy construyendo las viñetas dentro de esa página, voy imaginando las imágenes casi que en un ejercicio de abstracción y también voy imaginando el movimiento de esas imágenes. Y eso lo voy escribiendo con palabras, para que el dibujante tenga las herramientas para dibujar en esa viñeta. Así, soy muy preciso en la información que le entrego al ilustrador.
Hablemos específicamente de “Neruda”, ¿qué retos supone narrar la vida de un poeta y su poesía?
El reto más grande es entender el universo poético. Si bien había trabajado autores como Rulfo, Gabo y Borges y ellos son universos tremendamente ricos y poderosos, son universos que vienen dados por la prosa. Desde luego que alcanzan con la prosa momentos poéticos, pero con Neruda no me vi enfrentado a un autor de prosa, sino a un autor de versos y esa diferencia ya me marca un punto de quiebre, porque la obra yo no diría que es una novela gráfica, sino que probablemente sea un poema gráfico. Entender en qué consiste la poesía y cómo la imagen se va relacionando con la poesía, cómo el acto poético toca a Neruda de joven y desde ahí se entrega a escribir versos, es lo que me interesa. Entonces lo más complicado de entender es cómo resolvía en imágenes y en arte secuencial el universo poético. No lo había hecho antes, pero traté de resolverlo dándole un ritmo y un tiempo diferente al que había hecho con mis anteriores libros.
¿De dónde viene el interés por escribir biografías ilustradas de autores latinoamericanos?
Yo creo que de la pregunta de cómo un creador logra escribir una historia. La vida de ese autor está tremendamente ligada a la construcción de su obra y eso hace que a la luz de los lectores sea muy rico entender los procesos creativos y, por otro lado, me parece fabuloso que la misma vida de los autores es como si fuera la vida de personajes de ficción. Aunque sabemos que son hechos reales, esas vidas son como si fueran unos personajes de novela, entonces tienen arcos dramáticos, momentos de adversidades, de triunfos, que emocionan al lector.
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¿Y cómo es esa experiencia de escribir sobre autores u obras?
El trabajo de un escritor es buscar historias para contarlas y en esa medida he ido descubriendo que la misma vida y obra de autores es un paisaje fabuloso en el cual un lector puede encontrar múltiples emociones. Entonces la experiencia deviene del momento en el que yo entiendo que la vida de un hombre y su obra pueden ser muy ricas para ser contadas. Esa experiencia desde luego no es mía, no es vital, sino que esa experiencia viene de otra persona, pero trato de meterme en su piel y entender los caminos por los que anduvo, así sea de forma abstracta e imaginaria. Es una experiencia muy de escritorio. No tengo que salir a buscar la historia, no tengo que enfrentar la realidad pura, porque la realidad ya fue vivida por el autor. Lo que tengo que hacer es, desde los libros, las bibliotecas, las biografías y videos, hacer que esa experiencia también sea muy rica para mí.
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¿Cómo se complementa su trabajo de escritura con el de los ilustradores en obras como “Borges”, “Gabo” o “Rulfo”? ¿Cómo se complementan los guiones con la propuesta gráfica?
Yo siento que cuando escribo para construir una historia en cómics, el mismo lenguaje artístico me dispone a la construcción de imágenes, desde la misma escritura y desde la misma composición de la página. Entonces, cuando tengo la página en blanco y voy construyendo las viñetas dentro de esa página, voy imaginando las imágenes casi que en un ejercicio de abstracción y también voy imaginando el movimiento de esas imágenes. Y eso lo voy escribiendo con palabras, para que el dibujante tenga las herramientas para dibujar en esa viñeta. Así, soy muy preciso en la información que le entrego al ilustrador.
Hablemos específicamente de “Neruda”, ¿qué retos supone narrar la vida de un poeta y su poesía?
El reto más grande es entender el universo poético. Si bien había trabajado autores como Rulfo, Gabo y Borges y ellos son universos tremendamente ricos y poderosos, son universos que vienen dados por la prosa. Desde luego que alcanzan con la prosa momentos poéticos, pero con Neruda no me vi enfrentado a un autor de prosa, sino a un autor de versos y esa diferencia ya me marca un punto de quiebre, porque la obra yo no diría que es una novela gráfica, sino que probablemente sea un poema gráfico. Entender en qué consiste la poesía y cómo la imagen se va relacionando con la poesía, cómo el acto poético toca a Neruda de joven y desde ahí se entrega a escribir versos, es lo que me interesa. Entonces lo más complicado de entender es cómo resolvía en imágenes y en arte secuencial el universo poético. No lo había hecho antes, pero traté de resolverlo dándole un ritmo y un tiempo diferente al que había hecho con mis anteriores libros.