“Pamela, a love story”, un ícono que también destila simpatía y vulnerabilidad
Una reseña sobre “Pamela, a love story”, un documental sobre la vida y trayectoria de la actriz y modelo canadiense-estadounidense.
Daniel Andrés Ruiz Sierra (@TatoRuiz)- CineVista
Pamela Anderson está que arde y no lo digo por la obviedad que lleva a pensar lo que produce escuchar su nombre. Tampoco como un comentario puramente sexista y machista. Está que arde (“She’s on Fire”) porque a falta de uno, inspiró dos proyectos, dos piezas y dos obras en las que la honestidad brutal parece ser común denominador. Uno es su libro de memorias “Love, Pamela” y el otro es el documental “Pamela, a Love Story”, distribuido a través de Netflix. Ambos se estrenaron el mismo día: 31 de enero de este año.
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Pamela Anderson está que arde y no lo digo por la obviedad que lleva a pensar lo que produce escuchar su nombre. Tampoco como un comentario puramente sexista y machista. Está que arde (“She’s on Fire”) porque a falta de uno, inspiró dos proyectos, dos piezas y dos obras en las que la honestidad brutal parece ser común denominador. Uno es su libro de memorias “Love, Pamela” y el otro es el documental “Pamela, a Love Story”, distribuido a través de Netflix. Ambos se estrenaron el mismo día: 31 de enero de este año.
La blonda parece estar buscando revancha para no perderse como ícono entre el montón de figuras del mundo pop que por ahí siguen apareciendo. ¿Una suerte de desquite por la cruel forma en que ha sido tratada por los medios, la crítica y el público? ¿Acaso esta es la nueva manera de tener vigencia? Al parecer, ahora está de moda resurgir de las cenizas en la versión más vulnerable, victimizada y “humanizada” de una celebridad.
Desde el pasado mes de octubre el libro generó un interés mayúsculo: a través de su cuenta de Instagram, Anderson compartía la portada y el título, acompañado de un texto en el que afirmaba que lo que allí encontrarían sus lectores serían escenas llenas de dolor durante su niñez, su juventud y su época dorada. Al mismo tiempo, se aplaudía al reconocer que ella misma se había encargado de escribirlo. Subrayar lo anterior no es gratuito ni inocente. Al libro tuvieron acceso algunos medios que destaparon lo más convenientemente explosivo, por supuesto.
El documental, a diferencia del libro, parece menos explosivo cuando de señalamientos con nombres y apellidos se trata. O eso es lo que más o menos indican los medios (no he leído el libro, ni creo que lo haga) cuando hablan de la situación con el actor Tim Allen, las veces que Anderson dice haber visto a Jack Nicholson en la mansión Playboy, o la explicitud relacionada con orgías en ese mismo lugar, donde entre otras cosas, comenzó su carrera.
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El documental arranca con su protagonista revisando su pasado a través de cintas de VHS y algunos dvd’s que, entre otras, tiene infinidad de material sobre su relación de pareja más importante: el músico Tommy Lee. En la misma introducción también se habla de la época dorada de la exconejita. Las portadas de revistas, las cámaras encima de ella, su participación en Baywatch, los paparazzi, las entrevistas en programas conducidos por hombres interesados exclusivamente en saber de sus tetas y poco más. Evidentemente, es una revisión a su carrera y su gran amor en primera persona. En la intimidad de su casa en Ladysmith, Canadá, Pamela es seguida de cerca por un equipo de producción que le respira en la nuca. Habla a cámara exudando simpatía, informalidad y sin una gota de maquillaje. Es, a todas luces, y si se quiere, una Pamela completamente nueva. Una versión que no conocíamos.
Pero el documental no se limita a ser una revisión somera de su carrera: hay una invitación a conocer al ser humano detrás de la celebridad. A diferencia del documental de Britney Spears (también en Netflix, y otros tantos en variadas plataformas), que hace más denuncia y biografía con intenciones de ubicar momentos claves y decisivos relacionados con su condición de víctima y mujer explotada, pero sin el relato en primera persona de la protagonista, “Pamela, A Love Story” se une un poco a lo que ya hicieron recientemente figuras como Jennifer López, Taylor Swift o Lady gaga, donde sin miedo al juicio, dejan ver el lado débil, las inseguridades y las imperfecciones del ícono, así como enfermedades, trastornos y esas otras cosas que uno asume no le ocurren a ese tipo de personajes. Si antes la manera de seguir activa era vendiendo perfumes y ropa interior, lo de ahora es montar documentales.
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En su primera parte, la misma Pamela Anderson hace un recuento de lo difícil que fue su entorno familiar. Cuenta sobre el abandono emocional al que se vio expuesta y la violencia sufrida por su madre en manos de su propio padre (el de Pamela), y en pocos minutos lanza un primer y horroroso dato: el haber sido víctima de abuso de parte de su niñera. En ese primer tercio, el documental también se apoya en lo que la niña Anderson escribía en sus diarios y siguió escribiendo por el resto de sus días. Esa evidencia deja saber el dolor que sufría desde muy joven y todo el conflicto que le generaba sus primeros pasos en la industria del entretenimiento.
Aunque el equipo de producción invita a Pamela a leer las páginas de su propio diario, la rubia se rehúsa, y entonces una voz nos la lee por ella. Lo que cuenta y lo que oímos es una mezcla de horror, inocencia, autenticidad e inmadurez mental. Es increíble cómo es tan común encontrar que las que alguna vez fueron íconos por su trabajo en la cultura popular, y además fueron sinónimo de erotismo y la muestra de un despertar sexual a temprana edad, cargan consigo un comportamiento pueril.
El documental narra la llegada a la famosa casa de Hugh Hefner, el cambio de estilo al que se tuvo que verse obligada para cumplir con la fantasía: representar lo más deseado por el público masculino. La exposición a una edad tan temprana, la llegada del éxito, Baywatch, que incluye material de archivo valioso y parece que inédito y, por supuesto, el escándalo sexual sobre el que habla de manera altamente detallada.
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“Pamela A love Story” es, irónicamente, entretenido y devastador. Es un equilibrado ejercicio narrativo que mezcla voces siempre en primera persona, mientras se hace una afilada revisión a la cultura misógina de los 90 y la primera década del nuevo milenio. Pamela, que es naturalmente desfachatada e igualmente divertida, va metiéndonos en sus conflictos y en el estilo de vida que escogió tener luego de todo su boom mediático, esa carrera que tenía siempre el riesgo a cada paso. Defiende la armonía familiar, se muestra muy cercana a la imagen de una mujer conservadora sin llegar a ser cucufata, y es evidente que ha sabido encontrarle el sabor a su compleja vida, o a los momentos más aterradores.
Entre el juego de narrar el pasado y presente, el documental hace hincapié en lo trascendente que ha sido para su protagonista la relación con Tommy Lee, padre de sus dos hijos, figura a la que no venera, pero tampoco crucifica. Anderson es consciente que aquel hombre que la acompañó gran parte de su exitosa carrera es una figura compleja e imperfecta, pero no deja de ser el gran amor de su vida. Pero lo de la historia de amor del que se hace adelanto desde el mismo título no se limita a ese amor de pareja, que incluye cuatro divorcios más. (le encanta casarse, enamorarse es su actividad favorita y desenamorarse, también, dice en un momento uno de sus hijos que, dicho sea todo: ¡Qué guapería todos en esa casa! ).
Lo de la “historia de amor” también hace referencia al amor que Pamela ha podido tener o hacer germinar por ella misma. Una situación que parece ha descubierto con el tiempo y la madurez. Cuando a Anderson parece que se le cierran todas las puertas, logra pegar un salto y caer bien parada, y eso no es sino gracias a su resiliencia, que aquí queda muy clara. Recientemente (a mediados de 2022), la rubia fue incluida como parte del elenco de la famosa pieza teatral “Chicago”, en Broadway, interpretando a Roxie Hart, que en la versión cinematográfica fue interpretada por Renée Zellweger (el parecido es indiscutible).
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El último tercio del documental, y luego de reflexionar sobre sus escándalos, sus frustraciones, las relaciones de pareja y su desarrollo como madre, la vemos prepararse para el papel en las tablas y entonces es cuando concluye que a sus 50 está muy feliz de hacer cosas por y para ella. A tales alturas no puede sino abrazar su pasado, asumir la vida que transitó y sentirse orgullosa de poder seguir activa, hacer cosas por ella misma y seguir interesando a la industria. Retomo un comentario: no es inocente ni baladí que Anderson haya subrayado el hecho de que su libro fue escrito por ella. Es su manera de demostrarse que puede hacer tantas cosas como probablemente alguna vez soñó.
Ficha Técnica
- Dirección: Ryan White
- Género: Documental
- Duración: 112 minutos
- Producida po: Josh Braun, Kaitlin del Campo, Jessica Hargrave, Brandon Thomas Lee, Julia Nottingham, Ryan White
- Protagonistas: Pamela Anderson, Gregory Butler, Rob Bowman,
- Cinematografía: Dominique Hessert, David Paul Jacobson
- Música: Blake Neely
- Montaje: Berenice Chavez, Asako Ushio
- País: Estados Unidos
- Año: 2023
Un texto de Daniel Andrés Ruiz- CineVista*
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