Paola López-Guerra:“Quise transmitir la fortaleza de la mujer como un intangible”
Sobre la exhibición “Rastros vitales”, que resalta la vida y fuerza de distintas mujeres. La muestra estará en la Galería Ocre hasta el 23 de septiembre.
Andrea Jaramillo Caro
Estas obras fueron producidas en el contexto de la pandemia y están inspiradas por las historias de varias mujeres de diferentes áreas, ¿cómo hizo la selección?
Esta serie surgió en ese contexto, y la verdad es que la selección de ellas tiene dos puntos: uno es el acercarme al territorio, porque inicié la serie con Nina Simone, y a medida que la iba desarrollando me fui acercando al territorio, como con la segunda que fue Pita Amor, quien es mexicana. La segunda razón es que sencillamente me parecía interesante la historia de vida de cada una de ellas. El ejercicio siempre fue entrar en su vida, imaginarme cómo sería estar en sus zapatos. Entender cómo llegaron a ser fuertes más allá de sus vidas públicas y sus estatus de mujeres exitosas. Aunque necesitaba que fueran mujeres que estuvieran en el ojo público para conectar mejor a la audiencia con el proyecto.
Cada obra, además del nombre de la mujer que inspiró la pieza, tiene un título como: “La perseverancia”. ¿Cómo llegó a cada uno de ellos?
La mirada fue contar o transmitir la fortaleza femenina como un intangible. Entonces utilicé esas mujeres o sus vidas, sus historias, para ver cuál era ese valor de fortaleza que tenían, y de eso se trata. Por ejemplo, de la vida de Luz Dary, lo que leí, lo que investigué y lo que sentí, para mí fue muy claro que una de sus fortalezas, la más clara en su historia, es la perseverancia, y así pasó con cada una de ellas, la visión, la palabra... Y pienso que eso es lo bonito de ese cosmos femenino, que la fuerza o la fortaleza funciona distinto a lo que tenemos en el imaginario como fortaleza.
Muchas obras tienen yute como material por encima del lienzo, ¿a qué se debe que lo haya elegido como uno de los materiales que predominan en la exhibición?
Inicialmente quería trabajar con materiales diferentes a los que solía usar, pero específicamente el yute fue porque es un tejido original hecho por mujeres. Es de hilada abierta y diseñada para resistir bastante peso, es un tejido muy fuerte y para mí era ideal usarlo, y luego al cubrirlo en oro pensaba: esa es la piel de la mujer. Es esa metáfora, y por eso los materiales.
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La paleta de color, más allá del dorado, no se repite en todas las obras. ¿Cómo seleccionó los colores para cada pieza?
En mi corazón hay una cadena de colores conectados. Está la paleta roja cálida, el rosa, el azul y la base del dorado, que es la metáfora de la piel. Cada pieza en sí es un ejercicio profundo, y salió así. Por ejemplo, en el caso de Pita Amor había una necesidad de que fuera rosa, que fuera pasión, que fuera roja, que fuera muy femenina, desde ese centro. Y así cada una respondía. En el caso de Mamá Luz había una necesidad de mostrar el mar y evocar esa fuerza y perseverancia de la ola. Esto también tiene que ver mucho con la historia de ella, porque tuvimos la oportunidad de dialogar, y hablábamos sobre eso.
¿Cómo fue el proceso creativo para producir cada una de las obras?
En el caso de todas fue investigativo. Solo dos de las mujeres que muestra la exhibición están vivas y pude hablar solo con una de ellas, la señora Luz Dary Cogollo o Mamá Luz. Para las demás el proceso fue investigar todo lo que pude encontrar en línea o través de referencias de personas o conversaciones, y para mí fue como una introspección en ese mundo, casi como si preparara un papel para una obra de teatro. Ahí entré en un momento casi que astral e intenté captar o decantar lo que era su fortaleza. Luego de este ejercicio el siguiente paso fue transmitir esa fortaleza como valor, como concepto, me salía de la mujer, aunque siempre quedara algo de ella, de su personalidad en la obra.
Y en ese sentido, para usted, ¿qué significa la palabra fortaleza?
Es un don que tenemos todos, que funciona distinto en cada uno de nosotros y nos permite superar cualquier cosa, superarnos a nosotros mismos. No tiene que ser un límite basado en el dolor o en la tragedia, sino un límite como subirse a un avión si uno tiene miedo de volar o cualquier decisión que requiera un poco de valor.
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Hay una obra que es un homenaje a Olga de Amaral, ¿cuál es la importancia de esta artista para usted?
Cuando empecé a trabajar la serie, en la primera pieza con Nina, entendí que iba a usar la hojilla de oro sobre el yute y nunca había hecho esto. Eso era algo experimental para mí y novedoso. Durante el proceso fui aprendiendo a dominar el material, a expresarlo, porque en cada una lo voy utilizando un poquito diferente, y eso me llevó a acercarme al trabajo de Olga de Amaral y a entrar en su mundo, en su cosmos. Luego encontré unos espacios entre mi trabajo y el de ella en los que había una comunión, fue algo emocionante, y decidí que una pieza tenía que ser en homenaje a ella.
Hablemos de la serie “Anónima” que se está exhibiendo, pero antes estuvo en el Museo de Arte Contemporáneo de Cartagena...
Esta parte del trabajo habla de las mujeres en general, le digo “las anónimas”, porque no estamos hablando de ninguna en particular, sino de todas nosotras. Conceptualmente, las marcas que se ven hablan de la belleza. De lo bonita que es la huella que queda tras superar algo, y esa es la forma de buscar cómo somos fuertes, casi como si fueran espejos. En la memoria siempre va a quedar esa marca de cuando uno supera algo, un examen, una entrevista, un dolor.
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¿Cuál fue el proceso cognitivo para realizar esa pregunta que habla sobre la manera en que las mujeres han lidiado con las crisis sociales y personales?
Hasta el momento en que empezamos a vivir esa locura, la pandemia, no había tenido una sensación de dificultad. No por ser mujer había sentido una barrera, entonces ahí experimenté por primera vez un obstáculo y empecé a hacer una reflexión alrededor de esta sensación y pensaba que muchas mujeres han vivido en una situación de dificultad total. Ahí comencé a hacerme una serie de preguntas e investigar, y ahí entendí que no iba a entrar en el conflicto de la parte feminista ni el maltrato, quería celebrar la forma en la que somos fuertes y cómo es de especial esa fortaleza.
Estas obras fueron producidas en el contexto de la pandemia y están inspiradas por las historias de varias mujeres de diferentes áreas, ¿cómo hizo la selección?
Esta serie surgió en ese contexto, y la verdad es que la selección de ellas tiene dos puntos: uno es el acercarme al territorio, porque inicié la serie con Nina Simone, y a medida que la iba desarrollando me fui acercando al territorio, como con la segunda que fue Pita Amor, quien es mexicana. La segunda razón es que sencillamente me parecía interesante la historia de vida de cada una de ellas. El ejercicio siempre fue entrar en su vida, imaginarme cómo sería estar en sus zapatos. Entender cómo llegaron a ser fuertes más allá de sus vidas públicas y sus estatus de mujeres exitosas. Aunque necesitaba que fueran mujeres que estuvieran en el ojo público para conectar mejor a la audiencia con el proyecto.
Cada obra, además del nombre de la mujer que inspiró la pieza, tiene un título como: “La perseverancia”. ¿Cómo llegó a cada uno de ellos?
La mirada fue contar o transmitir la fortaleza femenina como un intangible. Entonces utilicé esas mujeres o sus vidas, sus historias, para ver cuál era ese valor de fortaleza que tenían, y de eso se trata. Por ejemplo, de la vida de Luz Dary, lo que leí, lo que investigué y lo que sentí, para mí fue muy claro que una de sus fortalezas, la más clara en su historia, es la perseverancia, y así pasó con cada una de ellas, la visión, la palabra... Y pienso que eso es lo bonito de ese cosmos femenino, que la fuerza o la fortaleza funciona distinto a lo que tenemos en el imaginario como fortaleza.
Muchas obras tienen yute como material por encima del lienzo, ¿a qué se debe que lo haya elegido como uno de los materiales que predominan en la exhibición?
Inicialmente quería trabajar con materiales diferentes a los que solía usar, pero específicamente el yute fue porque es un tejido original hecho por mujeres. Es de hilada abierta y diseñada para resistir bastante peso, es un tejido muy fuerte y para mí era ideal usarlo, y luego al cubrirlo en oro pensaba: esa es la piel de la mujer. Es esa metáfora, y por eso los materiales.
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La paleta de color, más allá del dorado, no se repite en todas las obras. ¿Cómo seleccionó los colores para cada pieza?
En mi corazón hay una cadena de colores conectados. Está la paleta roja cálida, el rosa, el azul y la base del dorado, que es la metáfora de la piel. Cada pieza en sí es un ejercicio profundo, y salió así. Por ejemplo, en el caso de Pita Amor había una necesidad de que fuera rosa, que fuera pasión, que fuera roja, que fuera muy femenina, desde ese centro. Y así cada una respondía. En el caso de Mamá Luz había una necesidad de mostrar el mar y evocar esa fuerza y perseverancia de la ola. Esto también tiene que ver mucho con la historia de ella, porque tuvimos la oportunidad de dialogar, y hablábamos sobre eso.
¿Cómo fue el proceso creativo para producir cada una de las obras?
En el caso de todas fue investigativo. Solo dos de las mujeres que muestra la exhibición están vivas y pude hablar solo con una de ellas, la señora Luz Dary Cogollo o Mamá Luz. Para las demás el proceso fue investigar todo lo que pude encontrar en línea o través de referencias de personas o conversaciones, y para mí fue como una introspección en ese mundo, casi como si preparara un papel para una obra de teatro. Ahí entré en un momento casi que astral e intenté captar o decantar lo que era su fortaleza. Luego de este ejercicio el siguiente paso fue transmitir esa fortaleza como valor, como concepto, me salía de la mujer, aunque siempre quedara algo de ella, de su personalidad en la obra.
Y en ese sentido, para usted, ¿qué significa la palabra fortaleza?
Es un don que tenemos todos, que funciona distinto en cada uno de nosotros y nos permite superar cualquier cosa, superarnos a nosotros mismos. No tiene que ser un límite basado en el dolor o en la tragedia, sino un límite como subirse a un avión si uno tiene miedo de volar o cualquier decisión que requiera un poco de valor.
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Hay una obra que es un homenaje a Olga de Amaral, ¿cuál es la importancia de esta artista para usted?
Cuando empecé a trabajar la serie, en la primera pieza con Nina, entendí que iba a usar la hojilla de oro sobre el yute y nunca había hecho esto. Eso era algo experimental para mí y novedoso. Durante el proceso fui aprendiendo a dominar el material, a expresarlo, porque en cada una lo voy utilizando un poquito diferente, y eso me llevó a acercarme al trabajo de Olga de Amaral y a entrar en su mundo, en su cosmos. Luego encontré unos espacios entre mi trabajo y el de ella en los que había una comunión, fue algo emocionante, y decidí que una pieza tenía que ser en homenaje a ella.
Hablemos de la serie “Anónima” que se está exhibiendo, pero antes estuvo en el Museo de Arte Contemporáneo de Cartagena...
Esta parte del trabajo habla de las mujeres en general, le digo “las anónimas”, porque no estamos hablando de ninguna en particular, sino de todas nosotras. Conceptualmente, las marcas que se ven hablan de la belleza. De lo bonita que es la huella que queda tras superar algo, y esa es la forma de buscar cómo somos fuertes, casi como si fueran espejos. En la memoria siempre va a quedar esa marca de cuando uno supera algo, un examen, una entrevista, un dolor.
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¿Cuál fue el proceso cognitivo para realizar esa pregunta que habla sobre la manera en que las mujeres han lidiado con las crisis sociales y personales?
Hasta el momento en que empezamos a vivir esa locura, la pandemia, no había tenido una sensación de dificultad. No por ser mujer había sentido una barrera, entonces ahí experimenté por primera vez un obstáculo y empecé a hacer una reflexión alrededor de esta sensación y pensaba que muchas mujeres han vivido en una situación de dificultad total. Ahí comencé a hacerme una serie de preguntas e investigar, y ahí entendí que no iba a entrar en el conflicto de la parte feminista ni el maltrato, quería celebrar la forma en la que somos fuertes y cómo es de especial esa fortaleza.