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El Festival de Autoficciones ya comenzó, pero ¿cómo nació? ¿En qué consiste?
En el Teatro La Candelaria siempre se han producido obras de creación colectiva y, con motivo de la pandemia, desarrollamos una serie de unipersonales que a todos les ha sorprendido mucho porque somos un teatro de grupo. Esa fue nuestra alternativa para no detenernos durante las cuarentenas, así que creamos seis unipersonales. Decidimos hacer un festival invitando otros grupos para que hicieran parte de este encuentro. El evento se inició ayer, 7 de marzo, y terminaremos dentro de 11 días con varios grupos invitados.
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¿Cuáles serán esos invitados? ¿Qué tipo de encuentros se realizarán alrededor de la programación?
La congregación de Johan Velandia, el Ditirambo, etc. Además de encuentros para reflexionar sobre lo individual y lo colectivo en el teatro porque, como te conté, todos los festivales que hacemos son de encuentro, es decir, no solamente son vitrinas para mostrar, sino que además nos interesa que los artistas seamos sujetos de la escena y conversemos. En Colombia hace falta la teoría teatral.
Es decir, lo que presentarán en el Festival de Autoficciones teatrales son obras que se produjeron durante la pandemia, pero que también fuero una especie de descubrimiento que se seguirá produciendo…
Sí, pero estas no son las únicas que tenemos. Seguimos con el repertorio de teatro de grupo, pero el unipersonal es una categoría muy importante del teatro, así que combinamos las dos cosas.
Ahora hablemos del Festival Alternativo de Teatro, que comenzará en abril. ¿De qué se trata? ¿Cómo nació?
Uno de los festivales con mayor trayectoria en Colombia que es organizado por la Corporación Colombiana de Teatro. Lo hacemos paralelo al festival iberoamericano, no porque tengamos una actitud en contra del festival, pero sí somos muy distintos. Este es eminentemente popular y los abonos tienen, prácticamente, un precio simbólico: nos interesa luchar en contra de la desigualdad en todos los terrenos de la vida. Hacemos funciones en las localidades, pero además somos internacionales y el público que nos llega proviene de todos los rincones de la ciudad y el país.
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¿Cómo será? Cuántas funciones habrá...
Serán 80 funciones y habrá encuentros todos los días sobre distintos temas: teóricos, políticas para el teatro, seminarios y talleres sobre técnicas teatrales que serán dictados por dramaturgos que vendrán desde Noruega, México, Perú, Ecuador, Estados Unidos, etc.
Hablemos más sobre la desigualdad en el teatro y la decisión de hacer el Festival Alternativo de Teatro paralelo al Iberoamericano de Teatro...
La desigualdad, sobre todo, en las asignaciones económicas por parte del Estado. Esa es la más notoria. Nosotros seguimos recibiendo unos presupuestos prácticamente residuales. Sin embargo, hacemos el festival porque lo consideramos necesario. Es un festival anfibio y con varias funciones gratuitas: presenciales en un 90% y un 10% virtual. Además, tiene un énfasis en el teatro latinoamericano y en la dramaturgia nacional. Y ahora que mencionas desigualdad, qué bueno anunciar la obra que presentaremos hoy, día de la mujer, en el teatro. Se llama “Íngrima” y se programó justamente para este día...
Hablemos sobre eso. Cuál es su balance sobre las circunstancias actuales en el teatro para las mujeres. Cuál, además, ha sido su experiencia...
Estamos en conversaciones con la ministra para tener un capítulo importante en las políticas culturales de género. El fenómeno más relevante en el teatro colombiano es la irrupción de las mujeres en la dirección y dramaturgia. Históricamente, las mujeres solo hemos sido actrices porque nos lo habían prohibido, así que esa irrupción en la producción, en el cerebro y origen de las obras, es más bien reciente. Y el teatro hecho por mujeres es muy especial: combina lo íntimo, lo personal, lo público y lo ético. Ojalá muchos nos acompañen en esta obra a las 7 y media de la noche en el Teatro La Candelaria.
Volvamos al Festival Alternativo de Teatro y hablemos más sobre la programación académica...
Por ejemplo, la maestra Eugenia Cano, de México, estará dictando un taller enfocado en un tipo de arte arcaico de la India. El Teatro La Candelaria hará uno sobre creación colectiva. Haremos un encuentro nacional de festivales presenciales y virtuales para hablar y hacerle propuestas al gobierno sobre las políticas culturales que se requieren para la continuidad de los festivales en el país.
Sobre el estado de la escena teatral y los festivales desde que comenzó la reactivación, qué opina. De qué se hablaría en ese encuentro que mencionó…
Entre muchas otras cosas, sobre la economía naranja, que podría ser un programa del ministerio, pero no puede abarcar toda la noción de cultura ni la política cultural. No es posible que como concepto ni como programa se reduzca todo a ese modelo. Hemos hablado con la ministra Angélica Mayolo, que ha tenido una actitud de escucha frente a lo que le hemos hablado, pero entendemos que su tiempo en el ministerio es limitado.
¿Cómo percibe la reactivación en el Teatro La Candelaria?
Ha sido formidable: se nota que la gente necesita del teatro como lo necesitamos nosotros, que nos dedicamos a esto. Hay que reconocer que no corresponde esa movilización del público con la reactivación económica: es necesario que el ministerio de Cultura de un salto y se incremente el dinero para este sector. El tratamiento para la cultura sigue siendo residual. No quiere decir que no se hayan hecho cosas, claro que se han hecho. Por el ejemplo, el Programa de salas concertadas es un modelo para América Latina.