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El jueves 31 de agosto a las 6:00 p.m. en el Salón Elíptico del Congreso de la República se le entregará el Reconocimiento Orden a la Democracia Simón Bolívar de la Cámara de Representantes a la artista plástica, directora, actriz, dramaturga, poetisa, activista política y exministra de cultura Patricia Ariza Flórez.
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Este reconocimiento será entregado por Gabriel Becerra, secretario general de la Unión Patriótica y Representante a la Cámara elegido por el Pacto Histórico. El Orden a la Democracia Simón Bolívar es una distinción oficial de orden civil concedida por la Cámara de Representantes a ciudadanos y ciudadanas destacadas por su servicio al país en cualquier campo.
La vida de Patricia Ariza ha estado enmarcada entre el conflicto y la poesía. En un especial previo de El Espectador que se habló sobre la dramaturga, se recorrió de manera breve y concisa su trayectoria personal y artística. Estudió Bellas Artes en la Universidad Nacional y fue una de las fundadoras del Teatro La Candelaria, y presidente y fundadora de la Corporación Colombiana de Teatro. Se convirtió ministra de Cultura iniciando el gobierno de Gutavo Petro que buscaba la paridad de género, pero que, a los cinco meses, fue retirada de su cargo.
— Patricia Ariza Florez (@PatriciaArizaF) August 27, 2023
A una edad más temprana hizo parte del colectivo de los Nadaístas y fue miembro de la Juventud Comunista. Es una de las sobrevivientes de la ola de violencia que terminó con la vida de los militantes de la Unión Patriótica, después de recibir amenazas en 1987 y 1991.
Su posición frente al manejo del sector cultura en el país ha sido claro, “no estoy ahí para conseguir un empleo, ya tenía uno en el Teatro La Candelaria y algún día volveré. Soy ministra porque hay posibilidades de cambiar las cosas. En el sentido fundamental, siempre quise que se cambiaran asuntos en el ministerio y creo que, con el movimiento cultural, lo hemos logrado”, señaló en una entrevista que le realizó El Espectador en el pasado mes de febrero.
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Está en contra de la materialización comercial de las artes, que se había propuesto con la Economía Naranja, y como mencionó en una de sus columnas en 2020, “recuperar el valor del arte como experiencia libertaria, sacarla de su valor mercantil y regresarla al lugar de la libertad humana, al espacio de la sensibilidad y de la indagación de mundos posibles”.
En su paso por el Ministerio de Cultura tenía como principal objetivo efectuar el “gran estallido cultural por la vida y la paz”, donde se planeó realizar “ el recorrido y el reconocimiento de las culturas y los saberes”.