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Ese mismo día nos llevó a la Sala Seki Sano; sala de teatro que ella fundó en el barrio la candelaria en Bogotá. Casi de la mano; como a hijos adoptivos de la barriada, sin preguntarnos el nombre, o cuestionar si a lo mejor, por nuestro aspecto de ropa ancha; éramos buenos o malos muchachos, si fuimos o seriamos delincuentes, pensamiento que durante mucho tiempo acompañó la idea del Hopper desde la estigmatización de ciertos sectores de la sociedad, unos jóvenes entre los 15 y 17 años aceptamos la invitación.
Patricia Ariza, como se llama esa mujer a la que me refiero, parecía uno de nosotros, una Rapera experimentada en caminar y lidiar con los barrios peligrosos y a la vez bellos del centro oriente Bogotano y sus callejones en los que vivíamos. Ella, de manera gratuita, nos enseñaba teatro, poesía, puesta en escena, historia. Nos convocaba para las peñas musicales y sin distinción alguna nos trataba como artistas de primera categoría; siendo apenas unos raperos principiantes con muchos sueños, pero sin recursos económicos. De las tablas de la Corporación Colombiana de Teatro, han surgido algunos de los mejores artistas del Rap Colombiano, ese lugar fundado y dirigido por Patricia Ariza, es la una de las casas del Hip Hop Colombiano.
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Con el tiempo, fuimos entendiendo su familiaridad con el Rap. Ella dirigió la mítica obra de teatro “Opera Rap”, acción performática que giró por todo el mundo y que protagonizaban “Gotas de Rap”, un grupo conformado por jóvenes del barrio Las Cruces y que con el tiempo se convirtieron en una de las propuestas musicales más recordadas y respetadas del Hip Hop nacional. A pesar de que ese es el acontecimiento más recordado en el cual se relaciona a la actual ministra de Cultura y el Rap, es solo una de sus apuestas por éste género musical segregado y durante décadas olvidado por las industrias culturales.
Ella y su equipo de trabajo, produjeron el casete “Los Chicos de Urabá” en el año 1997, durante el año 2000 moderó el Panel “Éxodo Patrimonio e Identidad” convocando a la Agrupación Guetos Clan del distrito de Aguablanca de la ciudad de Cali, agrupación de la cual surgieron promesas del Rap Colombiano como Flaco Flow. En el 2002, la corporación colombiana de teatro en cabeza de Patricia Ariza aportó a la producción ejecutiva del legendario larga duración “La Hoguera” de la agrupación Asilo 38. Para el año 2004, permitió que las tablas de la sala Seki Sano, albergara las incipientes batallas de Freestyle en Bogotá, organizadas por la escuela Enlace y que al día de hoy, gracias a esos espacios que personas como ella permitieron para este tipo de expresiones narrativas, convoca a más de 15 mil personas en eventos como la Red Bull batalla de los gallos o la importante God Level.
Dirigió la obra de teatro “Patio Cuarto”, montaje del grupo “Enlace Melissa”, conformado en su momento, por algunas de las raperas más representativas del país. Midras Queen, Lia Samantha quien además es una de las más respetadas diseñadoras de moda y Lucia Vargas, entre otras artistas de Break Dance, Graffiti y DJ se unieron para realizar un homenaje a Melissa Contento, integrante del grupo Gotas de Rap; quien desafortunadamente perdió la vida en los 90´s. En la cotidianidad e intimidad de su hogar; yo Diana Avella, tuve oportunidad de grabar mi primera canción de Rap dedicada a las mujeres en y casi una década después, el video clip de “Nací Mujer”, una de los himnos del Rap con enfoque feminista del continente.
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La Ministra de Cultura de Colombia, ostenta los mayores reconocimientos desde la dramaturgia, el activismo, la defensa de los Derechos Humanos y la cultura independiente y digna del país; pero para nosotros, los jóvenes que caminamos por las empinadas calles de los barrios de invasión, periféricos y olvidados de la capital, sin oportunidades de estudio o empleo: Patricia se convirtió en nuestra madrina, nos brindó una casa, una aguapanela con queso para las tardes frías de la ciudad después de los conciertos o los ensayos, nos compartió su poesía para convertirla en rimas callejeras como es el caso de la canción “A La Carga”, poema que escribió a Gaitán y que convertimos en un tema de Rap, nos enseñó el valor de la cultura desde la memoria, la lucha y la solidaridad, una cultura que no excluye a pobres ni a ricos, a victimas ni a victimarios, porque al final, nos encontramos todos en un canto colectivo, en la danza, el teatro, la pintura como lugares anhelados para comprender lo humano. Allí en esos cientos de encuentros polifónicos que ella organiza, el país y sus artistas han ido tejiendo el relato de una Colombia distinta. Patricia Ariza es una de las primeras integrantes y protagonistas del Movimiento Hip Hop y lo seguirá siendo, porque a donde ella camine, la irán acompañando todos los hijos adoptivos del Break Dance, Graffiti y DJ de todas las regiones del país.
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