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Poemas de Víctor Jara (verso a verso)

Un día como hoy, pero de 1973, Víctor Jara fue asesinado en medio de los desmanes provocados por el golpe de Estado del general Augusto Pinochet contra el presidente Salvador Allende. A propósito de los 51 años de la muerte del chileno, mencionamos algunos poemas para recordarlo.

16 de septiembre de 2024 - 02:12 p. m.
Víctor Jara, cantautor chileno y poeta de la Nueva Canción Chilena, inmortalizó en sus letras las luchas de Chile del siglo XX.
Víctor Jara, cantautor chileno y poeta de la Nueva Canción Chilena, inmortalizó en sus letras las luchas de Chile del siglo XX.

Víctor Jara (1932-1973) fue un influyente cantautor chileno conocido por su conexión con la música popular y su compromiso político. Nacido en La Quiriquina, San Ignacio, en una familia campesina, Jara mostró desde joven una pasión por la música heredada de su madre. Tras su muerte y un breve paso por un seminario, se trasladó a Santiago y se unió a la Escuela de Teatro de la Universidad de Chile en 1957. Allí conoció a Violeta Parra, quien le inspiró a seguir su carrera musical y teatral.

Jara se destacó como compositor y cantante, también como director teatral e investigador del folklore. Su carrera musical despegó con el lanzamiento de su primer álbum en 1967 y su segundo en 1969, coincidiendo con su apoyo a la Unidad Popular de Salvador Allende. Durante su carrera, compuso canciones emblemáticas como Te recuerdo Amanda y El derecho de vivir en paz, y se convirtió en un representante de la Nueva Canción Chilena, un movimiento que fusionaba música folclórica con temas sociales y políticos.

Su vida y carrera se truncaron abruptamente tras el golpe de Estado de Augusto Pinochet en 1973. Jara fue arrestado y torturado en el Estadio Chile. En 1990, la Comisión de Verdad y Reconciliación estableció que Víctor Jara fue asesinado con 44 balazos el 16 de septiembre de 1973 en el Estadio Chile y que su cuerpo fue abandonado en el Cementerio Metropolitano. Su legado se mantiene vivo, y en 2003, treinta años después del golpe, el Estadio Chile fue rebautizado como Estadio Nacional Víctor Jara en su honor.

Poemas de Víctor Jara

Somos cinco mil

Somos cinco mil aquí

en esta pequeña parte la ciudad.

Somos cinco mil.

¿Cuántos somos en total

en las ciudades y en todo el país?

Sólo aquí,

diez mil manos que siembran

y hacen andar las fábricas.

Cuánta humanidad

con hambre, frío, pánico, dolor,

presión moral, terror y locura.

Seis de los nuestros se perdieron

en el espacio de las estrellas.

Uno muerto, un golpeado como jamás creí

se podría golpear a un ser humano.

Los otros cuatro quisieron quitarse

todos los temores,

uno saltando al vacío,

otro golpeándose la cabeza contra un muro

pero todos con la mirada fija en la muerte.

¡Qué espanto produce el rostro del fascismo!

Llevan a cabo sus planes con precisión artera

sin importarles nada.

La sangre para ellos son medallas.

La matanza es un acto de heroísmo.

¿Es este el mundo que creaste, Dios mío?

¿Para esto tus siete días de asombro y de trabajo?

En estas cuatro murallas sólo existe un número

que no progresa.

Que lentamente querrá más la muerte.

Pero de pronto me golpea la consciencia

y veo esta marea sin latido

y veo el pulso de las máquinas

y los militares mostrando su rostro de matrona

llena de dulzura.

¿Y México, Cuba y el mundo?

¡Qué griten esta ignominia!

Somos diez mil manos

menos que no producen.

¿Cuántos somos en toda la patria?

La sangre del compañero Presidente

golpea más fuerte que bombas y metrallas.

Así golpeará nuestro puño nuevamente.

DEJA LA VIDA VOLAR

En tu cuerpo, flor de fuego,

tiene paloma

un temblor de primaveras,

palomitay

Un volcán corre en tus venas

Y mi sangre como brasa,

tiene paloma.

En tu cuerpo quiero hundirme

palomitay

Hasta el fondo de tu sangre

El sol morirá, morirá

La noche vendrá, vendrá

Envuélvete en mi cariño

Deja la vida volar

Tu boca junto a mi boca

Paloma, palomitay

Envuélvete en mi cariño

Deja la vida volar

Tu boca junto a mi boca

Paloma, palomitay

Ay, paloma, ay

Ay, paloma, ay

En tu cuerpo, flor de fuego,

tiene paloma

una llamarada mía,

palomitay

Que ha calmado mil heridas.

Ahora volemos libres,

tierna paloma

No pierdas las esperanzas,

palomitay

La flor crece con el agua

El sol volverá, volverá.

La noche se ira, se ira.

Envuélvete en mi cariño

Deja la vida volar

Tu boca junto a mi boca

Paloma, palomitay.

Envuélvete en mi cariño,

deja la vida volar.

Tu boca junto a mi boca

Paloma, palomitay

Ay, paloma, ay

Ay, paloma, ay

Paloma quiero contarte

Paloma quiero contarte

que estoy solo,

que te quiero.

Que la vida se me acaba

porque te tengo tan lejos,

palomita verte quiero.

Lloro con cada recuerdo

a pesar que me contengo.

Lloro con rabia pa’ fuera

pero muy hondo pa’ dentro,

palomita verte quiero.

Como tronco de nogal

como la piedra del cerro

el hombre puede ser hombre

cuando camina derecho,

palomita verte quiero.

Cómo quitarme del alma

lo que me dejaron negro,

siempre estar vuelto hacia afuera

para cuidarse por dentro,

palomita verte quiero.

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