Escucha este artículo
Audio generado con IA de Google
0:00
/
0:00
Tras los ataques del 17 de septiembre de 2024 de Israel hacia el Líbano y el recrudecimiento de la guerra en ciudades como Baalbek o Beirut, varios sectores han expresado preocupación por el estado de lugares declarados como Patrimonio Mundial de la UNESCO, galerías de arte y universidades.
Jeanine Hennis-Plasschaert, coordinadora especial de la ONU para el Líbano, expresó: “Antiguas ciudades fenicias, cargadas de historia, están en grave peligro de quedar en ruinas”, en referencia a las ciudades de Tiro y Baalbek. “El patrimonio cultural del Líbano no debe convertirse en otra víctima de este conflicto devastador”, agregó en una publicación en su cuenta de X.
“Estamos tratando de averiguar como mantener vivo el marco cultural y artístico de la galería”, mencionó el fundador de la Galería Saleh Barakat en Beirut al medio The Art Newspaper, quien se ha visto obligado a limitar sus horas de apertura como medida de precaución para prevenir que sus asistentes queden en peligro estando lejos de casa.
Varias galerías en Beirut han adoptado medidas similares, abriendo las galerías solo después de una reservación. Este tipo de precauciones han hecho mella en las finanzas del mercado libanés de arte, forzando a varias instituciones a cerrar sus puertas e intentar mantener su movimiento de manera remota y asistiendo a exhibiciones a nivel mundial.
La guerra también ha hecho que instituciones educativas como la Universidad Americana de Beirut haya cancelado exposiciones en sus dos galerías y ha puesto sus clases de manera remota. Una de estas galerías ahora funge como refugio, en el que varios artistas ofrecen talleres dirigidos a niños, enfocados en el dibujo, el retrato y el canto, como una manera de preservar la identidad árabe.
Este conflicto también ha acercado a la comunidad artística libanesa que se encuentra fuera de su país natal. Un ejemplo de esto es Abed Al Kadiri, quien desde París está trabajando en su colección de murales “Hoy quisiera ser un árbol”, y destinará el dinero de su venta a fondos de alivio para libaneses desplazados.