Previsualización, el proceso oculto de la industria de Hollywood
Para ahorrar dinero y tiempo, las producciones audiovisuales recurren a la previsualización, un proceso que les permite simular un escenario real en un ambiente digital. Entrevista con Mauricio Botero, artista de animación y visualización.
Usted se enamoró del cine al ver la primera película de “Iron Man”. ¿Qué le llamó la atención de esa cinta?
Yo me enamoré de la realización cinematográfica con Iron Man, pero desde antes me gustaban las películas; solo es que no lo había considerado como una carrera. A mí siempre me ha gustado el tema de los superhéroes; en especial, los de Marvel, aunque no soy el más fanático. Yo seguía un pódcast que se llamaba Fxguide. Allí se hacían entrevistas con personas de la industria de los efectos visuales. Recuerdo haber visto un detrás de escena de Iron Man, pero centrado en la parte de efectos visuales. Me di cuenta de que usaban programas que, más o menos, me habían enseñado. Me empezó a interesar el tema de cómo incluir personajes digitales en un escenario real, y como estaba aprendiendo toda la parte de realización audiovisual, entonces quería juntar ambas cosas.
¿Por qué le llamaban la atención en especial los superhéroes de Marvel?
Creo que solo me pasó con los superhéroes con los que crecí, como Spiderman. También recuerdo haber visto una serie de Los Vengadores; nunca leí los cómics, me gustaba más ver las caricaturas. Recuerdo que, en mi colegio, en los descansos, siempre ponían películas de superhéroes; en ese momento, creo que eran las de los X-Men, pero el personaje de Iron Man me gustaba más que los otros. Siempre sentí que a Iron Man lo desarrollaron muy bien en la película.
¿A qué se refiere con muy bien?
Cuando vi Iron Man sentí que la película no solo era entretenida, sino que tenía un arco de personaje muy interesante en comparación con las cintas de los X-Men; que me gustaban, pero no tenían ese valor agregado que me hacía interesar más por el personaje. En cambio, con Iron Man empezaron a hacer más una película alrededor del personaje, aunque cuando vi los X-Men estaba muy pequeño. Sin embargo, de esas cintas lo que más recuerdo es toda la parte del espectáculo.
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Ha trabajado en proyectos de Marvel como la serie de “Loki” y la película “Ant-man and The Wasp: Quantumania”. ¿Cómo fue esa experiencia?
Fue una buena experiencia. Yo había hablado con la empresa con la que trabajo y sabía que uno de sus clientes era Marvel desde hace muchos años. Recuerdo que cuando iba a cine veía el crédito de esa compañía en todas las películas. Cuando llegué a Estados Unidos sabía que quería laborar en esa empresa, pero aún desconocía si lo quería hacer desde la parte de animación de efectos visuales tipo Disney o DreamWorks.
Tiempo después, alguien de la compañía se contactó conmigo y me dijo que querían incluirme en un proyecto. Me contactaron y, en mi primer día de trabajo, me informaron que el proyecto era el de la serie de Loki; yo pensaba que iba a ser algo más pequeño, no algo tan grande como eso. Entonces, todo fue muy inesperado, más cuando me dijeron que iba a trabajar en Ant-man.
¿Por qué no sabía a qué parte de la animación se quería dedicar?
Por varios factores. A mí siempre me gustaron los efectos visuales, porque mis películas de infancia favoritas fueron las de El señor de los anillos y Star Wars. Cuando vivía en Colombia, quería ser compositor digital, que es el que junta los vídeos para que se vea como si todo hubiera sido grabado en el mismo espacio. Lo intenté, pero después no me gustó el trabajo porque era muy repetitivo. Entonces, empecé a tomar cursos de animación y me comenzó a gustar mucho porque a mí me gusta la parte técnica, pero no el trabajo repetitivo, y la animación me permitía tener la parte técnica, pero también artística.
Cuando uno empieza a estudiar animación, los profesores tratan de encaminarlo a uno a la parte de Disney y DreamWorks; toda esa parte de caricaturas, porque, generalmente, esa es la experiencia que ellos tienen. El tipo de animación que me gustaba era el que está más atado a la realidad, pero me encaminaban más hacia animación y no tanto hacia efectos visuales. Entonces, creo que eso era lo que me hacía dudar.
Hablemos sobre el trabajo que realiza y que está ligado a la previsualización, un proceso necesario en la animación para el ahorro de tiempo y dinero.
La previsualización es un proceso muy común no solo en efectos visuales, sino en animación. En efectos visuales, lo que se realiza son secuencias en un ambiente digital; se ponen unas cámaras y los personajes. Ni la animación ni los personajes tienen que estar perfectos, pues uno se concentra más en la edición y en el ritmo; muy similar al storyboard, solo que el storyboard te permite tener una idea muy general de la historia, pero uno no sabe si está siendo muy real, porque al momento de grabar, uno no sabe el tipo de óptica o física que puede funcionar en la vida real. Entonces, la previsualización te permite saber si es lo más cercano a la realidad, porque eso es lo que hace el 3D: trata de trasladar cosas de la vida real como una cámara, un lente, así que da una aproximación más cercana sobre cómo se podría grabar algo en un set real. Uno se ahorra mucho tiempo en la grabación si ya se sabe qué puede funcionar en el video final.
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En “Loki”, los viajes en el tiempo están presentes. Si tuviera la oportunidad de regresar al pasado, ¿a dónde retornaría y por qué?
Esa pregunta me la he hecho tantas veces. Si decidiera volver al pasado, me imagino que sería al principio de mi carrera en la Universidad de La Sabana. Primero, porque me gustaría revivir esa época, que ha sido una de las mejores que he tenido en los últimos 10 años. Yo disfruté mucho la universidad en Estados Unidos, pero había mucho trabajo y la cultura es muy diferente: estudiaba de lunes a domingo casi sin parar. Segundo, porque me gustaría decirme las cosas que a uno no le dicen en la universidad como, por ejemplo, que no tienes que esperar una materia específica para empezar a aprender algo. Si uno quiere aprender algo puede hacerlo, pues el internet facilita mucho las cosas. Tal vez, otra cosa, es que yo cursaba materias que no eran tan importantes, pero en Colombia a uno le enseñan que hay que tener buenas notas en todo; eso no es necesario, al menos que tengas una beca, y ese no era mi caso. Si no me hubiera preocupado por eso, me habría podido enfocar en lo que estoy aprendiendo ahora en el trabajo.
¿Por qué cree que en los últimos años las historias de los antihéroes y villanos han llamado tanto la atención?
Tal vez porque estamos muy acostumbrados a las historias de los héroes. Hoy, los antihéroes no siempre tienen una historia de fondo tan interesante, porque un villano siempre piensa que está haciendo lo correcto, pero no lo está haciendo con los mejores métodos. Hay actores como Tom Hiddleston en Loki, que es muy carismático y eso le da un valor agregado al personaje y lo hace más interesante, más allá de ser un villano (él hace que uno quiera saber más del personaje).
¿Qué podría aprender la industria cinematográfica colombiana de la hollywoodense?
Nunca he trabajo en la industria cinematográfica colombiana, pero, de lo que entiendo, es que es un poco desorganizada en comparación con lo que he vivenciado en Estados Unidos, en donde se sigue un flujo de trabajo y se intenta mantener un control en los procesos. Entonces, creo que en Colombia hace falta planeación y, de pronto, tomar un poco más de riesgo porque, a veces, si se dan cuenta de que algo funciona, se quedan con eso hasta que ya no funcione; un ejemplo de eso es El paseo.
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Usted se enamoró del cine al ver la primera película de “Iron Man”. ¿Qué le llamó la atención de esa cinta?
Yo me enamoré de la realización cinematográfica con Iron Man, pero desde antes me gustaban las películas; solo es que no lo había considerado como una carrera. A mí siempre me ha gustado el tema de los superhéroes; en especial, los de Marvel, aunque no soy el más fanático. Yo seguía un pódcast que se llamaba Fxguide. Allí se hacían entrevistas con personas de la industria de los efectos visuales. Recuerdo haber visto un detrás de escena de Iron Man, pero centrado en la parte de efectos visuales. Me di cuenta de que usaban programas que, más o menos, me habían enseñado. Me empezó a interesar el tema de cómo incluir personajes digitales en un escenario real, y como estaba aprendiendo toda la parte de realización audiovisual, entonces quería juntar ambas cosas.
¿Por qué le llamaban la atención en especial los superhéroes de Marvel?
Creo que solo me pasó con los superhéroes con los que crecí, como Spiderman. También recuerdo haber visto una serie de Los Vengadores; nunca leí los cómics, me gustaba más ver las caricaturas. Recuerdo que, en mi colegio, en los descansos, siempre ponían películas de superhéroes; en ese momento, creo que eran las de los X-Men, pero el personaje de Iron Man me gustaba más que los otros. Siempre sentí que a Iron Man lo desarrollaron muy bien en la película.
¿A qué se refiere con muy bien?
Cuando vi Iron Man sentí que la película no solo era entretenida, sino que tenía un arco de personaje muy interesante en comparación con las cintas de los X-Men; que me gustaban, pero no tenían ese valor agregado que me hacía interesar más por el personaje. En cambio, con Iron Man empezaron a hacer más una película alrededor del personaje, aunque cuando vi los X-Men estaba muy pequeño. Sin embargo, de esas cintas lo que más recuerdo es toda la parte del espectáculo.
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Ha trabajado en proyectos de Marvel como la serie de “Loki” y la película “Ant-man and The Wasp: Quantumania”. ¿Cómo fue esa experiencia?
Fue una buena experiencia. Yo había hablado con la empresa con la que trabajo y sabía que uno de sus clientes era Marvel desde hace muchos años. Recuerdo que cuando iba a cine veía el crédito de esa compañía en todas las películas. Cuando llegué a Estados Unidos sabía que quería laborar en esa empresa, pero aún desconocía si lo quería hacer desde la parte de animación de efectos visuales tipo Disney o DreamWorks.
Tiempo después, alguien de la compañía se contactó conmigo y me dijo que querían incluirme en un proyecto. Me contactaron y, en mi primer día de trabajo, me informaron que el proyecto era el de la serie de Loki; yo pensaba que iba a ser algo más pequeño, no algo tan grande como eso. Entonces, todo fue muy inesperado, más cuando me dijeron que iba a trabajar en Ant-man.
¿Por qué no sabía a qué parte de la animación se quería dedicar?
Por varios factores. A mí siempre me gustaron los efectos visuales, porque mis películas de infancia favoritas fueron las de El señor de los anillos y Star Wars. Cuando vivía en Colombia, quería ser compositor digital, que es el que junta los vídeos para que se vea como si todo hubiera sido grabado en el mismo espacio. Lo intenté, pero después no me gustó el trabajo porque era muy repetitivo. Entonces, empecé a tomar cursos de animación y me comenzó a gustar mucho porque a mí me gusta la parte técnica, pero no el trabajo repetitivo, y la animación me permitía tener la parte técnica, pero también artística.
Cuando uno empieza a estudiar animación, los profesores tratan de encaminarlo a uno a la parte de Disney y DreamWorks; toda esa parte de caricaturas, porque, generalmente, esa es la experiencia que ellos tienen. El tipo de animación que me gustaba era el que está más atado a la realidad, pero me encaminaban más hacia animación y no tanto hacia efectos visuales. Entonces, creo que eso era lo que me hacía dudar.
Hablemos sobre el trabajo que realiza y que está ligado a la previsualización, un proceso necesario en la animación para el ahorro de tiempo y dinero.
La previsualización es un proceso muy común no solo en efectos visuales, sino en animación. En efectos visuales, lo que se realiza son secuencias en un ambiente digital; se ponen unas cámaras y los personajes. Ni la animación ni los personajes tienen que estar perfectos, pues uno se concentra más en la edición y en el ritmo; muy similar al storyboard, solo que el storyboard te permite tener una idea muy general de la historia, pero uno no sabe si está siendo muy real, porque al momento de grabar, uno no sabe el tipo de óptica o física que puede funcionar en la vida real. Entonces, la previsualización te permite saber si es lo más cercano a la realidad, porque eso es lo que hace el 3D: trata de trasladar cosas de la vida real como una cámara, un lente, así que da una aproximación más cercana sobre cómo se podría grabar algo en un set real. Uno se ahorra mucho tiempo en la grabación si ya se sabe qué puede funcionar en el video final.
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En “Loki”, los viajes en el tiempo están presentes. Si tuviera la oportunidad de regresar al pasado, ¿a dónde retornaría y por qué?
Esa pregunta me la he hecho tantas veces. Si decidiera volver al pasado, me imagino que sería al principio de mi carrera en la Universidad de La Sabana. Primero, porque me gustaría revivir esa época, que ha sido una de las mejores que he tenido en los últimos 10 años. Yo disfruté mucho la universidad en Estados Unidos, pero había mucho trabajo y la cultura es muy diferente: estudiaba de lunes a domingo casi sin parar. Segundo, porque me gustaría decirme las cosas que a uno no le dicen en la universidad como, por ejemplo, que no tienes que esperar una materia específica para empezar a aprender algo. Si uno quiere aprender algo puede hacerlo, pues el internet facilita mucho las cosas. Tal vez, otra cosa, es que yo cursaba materias que no eran tan importantes, pero en Colombia a uno le enseñan que hay que tener buenas notas en todo; eso no es necesario, al menos que tengas una beca, y ese no era mi caso. Si no me hubiera preocupado por eso, me habría podido enfocar en lo que estoy aprendiendo ahora en el trabajo.
¿Por qué cree que en los últimos años las historias de los antihéroes y villanos han llamado tanto la atención?
Tal vez porque estamos muy acostumbrados a las historias de los héroes. Hoy, los antihéroes no siempre tienen una historia de fondo tan interesante, porque un villano siempre piensa que está haciendo lo correcto, pero no lo está haciendo con los mejores métodos. Hay actores como Tom Hiddleston en Loki, que es muy carismático y eso le da un valor agregado al personaje y lo hace más interesante, más allá de ser un villano (él hace que uno quiera saber más del personaje).
¿Qué podría aprender la industria cinematográfica colombiana de la hollywoodense?
Nunca he trabajo en la industria cinematográfica colombiana, pero, de lo que entiendo, es que es un poco desorganizada en comparación con lo que he vivenciado en Estados Unidos, en donde se sigue un flujo de trabajo y se intenta mantener un control en los procesos. Entonces, creo que en Colombia hace falta planeación y, de pronto, tomar un poco más de riesgo porque, a veces, si se dan cuenta de que algo funciona, se quedan con eso hasta que ya no funcione; un ejemplo de eso es El paseo.
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