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                                                                                                                                Contenido Patrocinado
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                                                                                                                                ¿Puede Colombia sacar pecho por “Encanto”?

                                                                                                                                Sobre la real participación de colombianos en la producción de la película de Disney “Encanto”.

                                                                                                                                Daniel Carreño León

                                                                                                                                MEET THE MADRIGALS ñ Walt Disney Animation Studiosí ìEncantoî introduces the Madrigals, a compelling and complicated extended family who live in a wondrous and charmed place in the mountains of Colombia. Opening in the U.S. on Nov. 24, 2021, ìEncantoî features the voices of Stephanie Beatriz as the only ordinary child in the Madrigal family; MarÌa Cecilia Botero as Mirabelís grandmother, Abuela Alma; Angie Cepeda and Wilmer Valderrama as Mirabelís parents, Julieta and AgustÌn; Jessica Darrow and Diane Guererro as Mirabelís sisters Luisa and Isabela; Carolina Gaitan and Mauro Castillo as Mirabelís aunt and uncle, Pepa and FÈlix; and Adassa Candiani, Rhenzy Feliz and Ravi Cabot-Conyers as Mirabelís cousins Dolores, Camilo and Antonio, respectively. © 2021 Disney. All Rights Reserved.
                                                                                                                                Foto: DISNEY - Disney
                                                                                                                                PUBLICIDAD

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                                                                                                                                Es con esta nueva ola de reportes, noticias, análisis y furor en las redes sociales —una marea que en realidad no ha disminuido del todo desde su lanzamiento— que surge una vez más la discusión sobre el rol de Colombia en torno al largometraje animado que inspiró.

                                                                                                                                PUBLICIDAD

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                                                                                                                                Read more!

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                                                                                                                                Le sugerimos leer: “Encanto”, un mundo de referencias naturales y culturales de Colombia

                                                                                                                                Es entonces que surge la pregunta: ¿en qué medida puede Colombia enorgullecerse de esta película que no produjo?

                                                                                                                                La respuesta, claramente, no es tan sencilla, y, al igual que la apreciación del filme en sí, esta puede y suele verse afectada más por la percepción que se tiene del país que por una lógica pura. Tiene sentido, puesto que una película de esta índole busca más evocar una respuesta emotiva que un análisis intelectual. Es válido que la cuestión de si la película gustó o no, si se considera buena o no, parta de una interpretación subjetiva; pero determinar si el país puede legítimamente celebrar los éxitos de esta como logros propios, o al menos que lo benefician, sí es posible con una mirada a ciertos hechos y puntos clave.

                                                                                                                                Read more!
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                                                                                                                                Claro, hay quienes argumentarán que los actores —en particular en una película animada— simplemente interpretan personajes ajenos, palabras escritas por alguien más, pero es evidente que el verdadero éxito (o fracaso) de un personaje en cualquier producción recae fuertemente en el actor y la capacidad de este para brindarle un rendimiento creíble, que verdaderamente se apropie del personaje. Los diálogos y canciones habrán sido escritos por otros, pero los personajes pertenecen a quienes los interpretan, y esto lo evidencia aún más el hecho de que quienes asisten a los eventos, dan entrevistas y promocionan la película son los mismos actores. Ellos son una parte indeleble de la película, y, en el caso de Encanto, diez de los doce Madrigal son interpretados por colombianos o hijos de colombianos.

                                                                                                                                No ad for you

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                                                                                                                                No ad for you

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                                                                                                                                No ad for you

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                                                                                                                                Podría interesarle leer: “Lo fundamental en Encanto era representar las raíces afro, indígena e hispánica”

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                                                                                                                                Dos semanas bastaron para dejarlos con un fuerte sentimiento de “admiración y respeto” que los llevó a querer capturar la esencia del país que acababan de experimentar —una ínfima fracción de este—, porque se trataba de exactamente lo que estaban buscando; en sus palabras, en Colombia “hubo música, hubo comida... y hubo magia”.

                                                                                                                                No ad for you

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                                                                                                                                Le sugerimos leer: Natalicio 95 de García Márquez: ¿Dónde queda Macondo?

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                                                                                                                                No ad for you

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                                                                                                                                Según Byron Howard, hacer Encanto “fue un proceso de cinco años de aprendizaje” durante el cual la gente de Colombia se mantuvo como una parte consistente del desarrollo, y el amor por la familia y por Colombia siempre estuvo en el medio; “queríamos que nuestros amigos colombianos se sintieran orgullosos de esta película y como que realmente tuvieron una voz en el proceso de darle la vida”.

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                                                                                                                                Podría interesarle leer: Cómo acercarse al dolor y otras lecciones de Sudáfrica

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                                                                                                                                No ad for you

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                                                                                                                                No ad for you

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                                                                                                                                Le sugerimos ver: La historia del Río Magdalena, la historia de Colombia

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                                                                                                                                Nos encontramos ante una producción que pone a Colombia, su cultura, su riqueza, su calidez y su talento en primer plano. No será una creación propia, pero llegar al escenario global con un sello de aprobación como el de Disney es tal vez incluso una mejor entrada que nos abrirá las puertas para construir sobre lo que podemos denominar como un gran “papayazo”. Es el primer paso hacia una reestructuración profunda de la imagen que el mundo tiene del país, capaz de potenciar el ya creciente turismo, brindar un respaldo adicional a nuestros productos (sobre todo los que aparecen en pantalla), generar mayor interés por nuestra cultura, transformar por completo las interacciones y el trato que reciben colombianos en el extranjero, y, en síntesis, fortalecer lo que se conoce como poder blando.

                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                Algunos ven esta obsesión por la imagen del país como inseguridad y una triste necesidad de aprobación. Pero tal vez sería más acertado interpretarla como la manifestación de un amor profundo por la identidad, por lo propio, de una conciencia clara sobre las maravillas que conforman este país y de las que es capaz, y un anhelo por que estas sean conocidas por todo el que esté dispuesto a parar oreja. Es por eso que una película como Encanto, una representación positiva —así no parta de nosotros mismos— y que es inspirada por ese mismo amor —ese con el que se logra impregnar a quienes se atreven a visitar a Colombia— es capaz de hacernos desbordar con el más fervoroso orgullo y devolvernos la ilusión de que realmente somos un país encantador.

                                                                                                                                MEET THE MADRIGALS ñ Walt Disney Animation Studiosí ìEncantoî introduces the Madrigals, a compelling and complicated extended family who live in a wondrous and charmed place in the mountains of Colombia. Opening in the U.S. on Nov. 24, 2021, ìEncantoî features the voices of Stephanie Beatriz as the only ordinary child in the Madrigal family; MarÌa Cecilia Botero as Mirabelís grandmother, Abuela Alma; Angie Cepeda and Wilmer Valderrama as Mirabelís parents, Julieta and AgustÌn; Jessica Darrow and Diane Guererro as Mirabelís sisters Luisa and Isabela; Carolina Gaitan and Mauro Castillo as Mirabelís aunt and uncle, Pepa and FÈlix; and Adassa Candiani, Rhenzy Feliz and Ravi Cabot-Conyers as Mirabelís cousins Dolores, Camilo and Antonio, respectively. © 2021 Disney. All Rights Reserved.
                                                                                                                                Foto: DISNEY - Disney
                                                                                                                                PUBLICIDAD

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                                                                                                                                Es con esta nueva ola de reportes, noticias, análisis y furor en las redes sociales —una marea que en realidad no ha disminuido del todo desde su lanzamiento— que surge una vez más la discusión sobre el rol de Colombia en torno al largometraje animado que inspiró.

                                                                                                                                PUBLICIDAD

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                                                                                                                                Read more!

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                                                                                                                                Le sugerimos leer: “Encanto”, un mundo de referencias naturales y culturales de Colombia

                                                                                                                                Es entonces que surge la pregunta: ¿en qué medida puede Colombia enorgullecerse de esta película que no produjo?

                                                                                                                                La respuesta, claramente, no es tan sencilla, y, al igual que la apreciación del filme en sí, esta puede y suele verse afectada más por la percepción que se tiene del país que por una lógica pura. Tiene sentido, puesto que una película de esta índole busca más evocar una respuesta emotiva que un análisis intelectual. Es válido que la cuestión de si la película gustó o no, si se considera buena o no, parta de una interpretación subjetiva; pero determinar si el país puede legítimamente celebrar los éxitos de esta como logros propios, o al menos que lo benefician, sí es posible con una mirada a ciertos hechos y puntos clave.

                                                                                                                                Read more!
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                                                                                                                                Claro, hay quienes argumentarán que los actores —en particular en una película animada— simplemente interpretan personajes ajenos, palabras escritas por alguien más, pero es evidente que el verdadero éxito (o fracaso) de un personaje en cualquier producción recae fuertemente en el actor y la capacidad de este para brindarle un rendimiento creíble, que verdaderamente se apropie del personaje. Los diálogos y canciones habrán sido escritos por otros, pero los personajes pertenecen a quienes los interpretan, y esto lo evidencia aún más el hecho de que quienes asisten a los eventos, dan entrevistas y promocionan la película son los mismos actores. Ellos son una parte indeleble de la película, y, en el caso de Encanto, diez de los doce Madrigal son interpretados por colombianos o hijos de colombianos.

                                                                                                                                No ad for you

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                                                                                                                                Ahora bien, también se podría decir que Disney, acorde a su compromiso hacia la representación justa en sus producciones, hizo un llamado específico, un casting exclusivo de actores colombianos o de ascendencia colombiana. Pero esto mismo es en sí una muestra de lo conscientes que eran los creadores sobre la importancia de Colombia para el desarrollo de esta película. Ya con eso, son las mismas personas detrás de ella las que nos dejan claro que el país sí contaba con un rol significativo; empuñaron la ineludible presencia de Colombia a lo largo de la producción para brindarle mayor autenticidad a una historia que buscaba reflejarla. Los mismos directores fueron claros al declarar que deseaban lograr interpretaciones que pudieran “representar y resonar con la gente de Colombia”.

                                                                                                                                No ad for you

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                                                                                                                                No ad for you

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                                                                                                                                Podría interesarle leer: “Lo fundamental en Encanto era representar las raíces afro, indígena e hispánica”

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                                                                                                                                Dos semanas bastaron para dejarlos con un fuerte sentimiento de “admiración y respeto” que los llevó a querer capturar la esencia del país que acababan de experimentar —una ínfima fracción de este—, porque se trataba de exactamente lo que estaban buscando; en sus palabras, en Colombia “hubo música, hubo comida... y hubo magia”.

                                                                                                                                No ad for you

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                                                                                                                                Le sugerimos leer: Natalicio 95 de García Márquez: ¿Dónde queda Macondo?

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                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                Y, por supuesto, no puede obviarse la contribución de Alejandra Espinosa, hija de la historiadora Diana Uribe, quien, además de llevar a cabo una gran labor investigativa para complementar el conocimiento que ya estaba aportando a la producción, de haber informado sobre detalles colombianísimos como expresiones y gesticulaciones —incluyendo la famosa apuntada con la boca—, y de haber sido parte de la inspiración física para el personaje de Mirabel, tuvo otra influencia crucial en la concepción de la historia final. Al ver que las ideas iniciales ponían a una temprana versión del personaje de Agustín como el centro de la historia y de la familia Madrigal, Espinosa les comentó que sería muchísimo más acertado estructurar las dinámicas familiares como un matriarcado, con una mujer “verraca” en el medio de todo. ¿No lo habían notado ya con Úrsula Iguarán siendo la principal gestora de la familia Buendía?

                                                                                                                                Según Byron Howard, hacer Encanto “fue un proceso de cinco años de aprendizaje” durante el cual la gente de Colombia se mantuvo como una parte consistente del desarrollo, y el amor por la familia y por Colombia siempre estuvo en el medio; “queríamos que nuestros amigos colombianos se sintieran orgullosos de esta película y como que realmente tuvieron una voz en el proceso de darle la vida”.

                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                Así que, después de analizar los hechos, y con estas palabras finales en mente, se puede decir que la respuesta a la pregunta del título es “sí”. Colombia sí tuvo diversos pero evidentes grados de influencia sobre la creación de esta película que ha logrado conquistar al mundo: tanto una pasiva como fuente de inspiración para una historia, como una activa al haber contado con numerosos expertos colombianos que, con su conocimiento y amor por el país, ayudaron a orientar y dar forma al producto final. Viendo los bocetos iniciales realizados hace casi seis años, los cuales muestran diseños de personajes y espacios más asemejados a las culturas mexicana y peruana, es evidente que sin esta intervención por parte de colombianos, habríamos podido terminar con una más de las abismales distorsiones de nuestro país que tanto nos hierven la sangre a los colombianos .

                                                                                                                                Podría interesarle leer: Cómo acercarse al dolor y otras lecciones de Sudáfrica

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                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                Tomando como ejemplo otra producción del año pasado —esta producida por el estudio hermano, Pixar, y que estará compitiendo por el Óscar a Mejor película animada—, Luca no generó en Italia una discusión sobre si se trata o no de una fuente de orgullo para el país, ni siquiera cuando el mismísimo director es italiano. Sí generó, sin embargo, una discusión que, como la de Encanto en Colombia, es sintomática de la relación que tiene el país con su imagen internacional y con los estereotipos perpetuados por la industria de entretenimiento estadounidense. Sin embargo, cabe resaltar que esta discusión no tuvo las mismas magnitudes que acá, y que, ciertamente, caer en clichés errados no es algo que le quite el sueño al pueblo italiano, incluso cuando estos pueden ser negativos.

                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                Pero tal vez esto se debe también a que el peso de los estereotipos positivos es muchísimo mayor en el caso de un país como Italia, que cuenta con una reputación mucho más antigua, establecida y —se podría decir— influyente, que la de Colombia. Entre finales del siglo pasado y las primeras dos décadas de este, nuestro país pasó de ser relativamente desconocido en la escena internacional a volverse casi sinónimo de viles cualidades humanas que no hace falta mencionar. Es más fácil desestimar despropósitos y desplantes hacia la imagen de uno cuando se cuenta con una reputación establecida y por lo general favorable, pero el ver que la identidad ante el mundo se ve reducida a atrocidades y tragedias es capaz de minar la autoestima de cualquiera.

                                                                                                                                Le sugerimos ver: La historia del Río Magdalena, la historia de Colombia

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                                                                                                                                Nos encontramos ante una producción que pone a Colombia, su cultura, su riqueza, su calidez y su talento en primer plano. No será una creación propia, pero llegar al escenario global con un sello de aprobación como el de Disney es tal vez incluso una mejor entrada que nos abrirá las puertas para construir sobre lo que podemos denominar como un gran “papayazo”. Es el primer paso hacia una reestructuración profunda de la imagen que el mundo tiene del país, capaz de potenciar el ya creciente turismo, brindar un respaldo adicional a nuestros productos (sobre todo los que aparecen en pantalla), generar mayor interés por nuestra cultura, transformar por completo las interacciones y el trato que reciben colombianos en el extranjero, y, en síntesis, fortalecer lo que se conoce como poder blando.

                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                Algunos ven esta obsesión por la imagen del país como inseguridad y una triste necesidad de aprobación. Pero tal vez sería más acertado interpretarla como la manifestación de un amor profundo por la identidad, por lo propio, de una conciencia clara sobre las maravillas que conforman este país y de las que es capaz, y un anhelo por que estas sean conocidas por todo el que esté dispuesto a parar oreja. Es por eso que una película como Encanto, una representación positiva —así no parta de nosotros mismos— y que es inspirada por ese mismo amor —ese con el que se logra impregnar a quienes se atreven a visitar a Colombia— es capaz de hacernos desbordar con el más fervoroso orgullo y devolvernos la ilusión de que realmente somos un país encantador.

                                                                                                                                Por Daniel Carreño León

                                                                                                                                Ver todas las noticias
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