Quince años del Centro Cultural Gabriel García Márquez
Este 30 de enero se celebró el 15.º aniversario del Centro Cultural Gabriel García Márquez. Gabriela Roca Barrenechea, directora del Fondo de Cultura Económica Colombia, habló para El Espectador sobre el recorrido de este sitio y su influencia en la vida cultural bogotana, además de su oferta e interacción con los demás recintos culturales que lo rodean.
La esquina en la que quedó ubicado el Centro Gabriel García Márquez, sede del Fondo de Cultura Económica (FCE), ya había influido determinantemente en la vida cultural de la ciudad. En este predio, ubicado en la esquina nororiental de la calle de La Enseñanza con carrera 56, se construyó el claustro de La Enseñanza, lugar en el que, por primera vez, las mujeres tuvieron derecho a una formación académica en la Nueva Granada. Al mismo tiempo, pero en el costado nororiental del mismo predio, se erigió una iglesia de una sola nave bautizada con el mismo nombre de la institución educativa. Luego, en 1886, abrió sus puertas la primera Escuela de Bellas Artes del país.
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La esquina en la que quedó ubicado el Centro Gabriel García Márquez, sede del Fondo de Cultura Económica (FCE), ya había influido determinantemente en la vida cultural de la ciudad. En este predio, ubicado en la esquina nororiental de la calle de La Enseñanza con carrera 56, se construyó el claustro de La Enseñanza, lugar en el que, por primera vez, las mujeres tuvieron derecho a una formación académica en la Nueva Granada. Al mismo tiempo, pero en el costado nororiental del mismo predio, se erigió una iglesia de una sola nave bautizada con el mismo nombre de la institución educativa. Luego, en 1886, abrió sus puertas la primera Escuela de Bellas Artes del país.
El claustro y la iglesia fueron demolidos en 1920 para levantar el Palacio de Justicia, pero en abril de 1948, el lugar fue consumido por las llamas a causa de los disturbios del Bogotazo.
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Desde entonces el predio quedó como estacionamiento de vehículos.
El FCE Colombia adquirió el predio en 2003 y encargó el diseño del lugar al arquitecto Rogelio Salmona. En noviembre de 2005, y después de que se colocara la primera piedra del Centro Cultural, Salmona explicó que, si bien el Centro Histórico estuvo olvidado durante años, “tenía mucha actividad cultural y educativa”.
Y así ha sido desde el momento de su construcción. Además de que Salmona tuvo en cuenta la historia y las condiciones arquitectónicas del Centro Histórico de la capital, diseñó una estructura contemporánea que entablara una conversación con los demás recintos culturales de la ciudad, que han tenido que ir acomodándose a la llegada de más y más personas que, en Bogotá, crean y buscan cultura.
Según Salmona, lo que tuvo en cuenta a la hora de diseñar fue romper con la frontera tan marcada entre edificio y ciudad en el sector; además de integrar la ciudad al proyecto, ofreciendo un recorrido totalmente público que se prolongara hasta el nivel de las cubiertas, donde era posible contemplar tanto el paisaje urbano de La Candelaria, como la imponencia de los cerros orientales de Bogotá. Para ello, se valió de los patios circulares adyacentes, configurados por pórticos que, además de su función estructural, acentuaban la intención de transparencia del edificio.
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Dentro de los múltiples proyectos desarrollados en Bogotá por este arquitecto, el Fondo de Cultura Económica es, quizás, donde más atención le prestó al entorno inmediato y lejano. En un sector de aceras estrechas que no facilitaban mucho la vista al interior de las casas, el Centro Cultural Gabriel García Márquez es, para muchos, “un gran respiro desde donde resulta posible ver La Candelaria como nunca antes”.
“Quise hacer una obra abierta al encuentro, a la alegría, al goce, a la sorpresa, a la meditación, donde la arquitectura volviera a su condición de símbolo, a jugar un papel importante en nuestra ciudad, no sólo por su calidad constructiva, por su implantación respetuosa en el lugar, sino también, y por qué no decirlo, por su belleza y significado. Una obra abierta, porque creo que así debe ser un edificio para la cultura y el conocimiento”, dijo el arquitecto semanas antes de su fallecimiento
Este centro, que se inauguró el 30 de enero de 2008, es otro de los símbolos bogotanos que se recomiendan para buscar literatura o programación cultural. Además de albergar la Librería México, en la que hay más de 120.000 títulos y una serie de actividades de promoción de lectura, presentaciones de libros y encuentros con autores, también hay dos auditorios, una sala de exposiciones, plazoletas al aire libre y aulas para desarrollar un promedio de 600 actividades culturales anuales.
“Este edificio representa no solo la unión entre estos dos países, también representa el paso del tiempo y ha acompañado el crecimiento de la escena cultural tanto en el Centro Histórico, como de la ciudad. Desde su diseño, este edificio fue concebido como un espacio abierto para todo el que quiera habitarlo. El FCE se ha encargado de que así sea. Este no es solo un jardín de libros, con la Librería México. Es también una sala de danza, teatro, galería de arte, espacio de conversación y debate. Puede ser todo lo que los ciudadanos se quieran imaginar”, dijo Gabriela Roca Barrenechea, directora del Fondo de Cultura Económica subsidiaria Colombia, durante el homenaje que se realizó en el sitio.
Roca habló para El Espectador sobre el recorrido de este sitio y su influencia en la vida cultural bogotana, además de su oferta cultural e interacción con los demás recintos culturales que lo rodean:
Ya son quince años del Centro Cultural Gabriel García Márquez. Comencemos por un balance sobre el aporte de este Centro Cultural para la ciudad en términos, no solamente, de oferta editorial…
El Centro Cultural Gabriel García Márquez es la sede del Fondo de Cultura Económica en Colombia que, desde su inauguración, se insertó en pleno centro de Bogotá como un aporte y muestra de hermandad política y cultural entre México y Colombia. A partir de su fundación, ha acompañado el crecimiento de la escena cultural en nuestro país. En el Centro Cultural se acogen diversas propuestas artísticas, las artes plásticas y visuales, la música, el teatro y naturalmente la literatura. Sus visitantes se integran de acuerdo con sus intereses a la oferta cultural que semana tras semana se programa para enriquecer el diálogo y el disfrute de quienes encuentran su lugar en la cultura y las artes.
Basados en la asistencia o convocatoria del centro para adquirir libros, pero, además, en la asistencia a los eventos culturales realizados, ¿qué podrían decir sobre las necesidades culturales que más apremian en Bogotá? ¿Qué podrían concluir de la interacción con el público que asiste y consume sus ofertas?
El escenario cultural de la ciudad está pasando por un buen momento. En 2022, por ejemplo, en el Centro Cultural Gabriel García Márquez se realizaron aproximadamente 500 eventos culturales gratuitos y abiertos a todo el público, entre presentaciones de libros, charlas con autores, exposiciones artísticas, proyecciones de cine y obras de teatro, por mencionar algunas. Hemos notado que el público bogotano recibe con especial entusiasmo las variadas agendas culturales que proponemos. Que estas actividades sean gratuitas y pensadas cuidadosamente para diferentes públicos, son una medida del éxito de las convocatorias. Sin embargo, el circuito cultural bogotano podría articularse aún más para ofrecer programaciones conjuntas que inviten a los distintos públicos a ser parte de sus eventos como actores y espectadores.
¿Qué consecuencias o cuáles han sido los saldos positivos entre el centro y La Candelaria? Este espacio siempre se ha afrontado de maneras distintas por la ciudadanía, además de que están rodeados de más centros culturales como museos, bibliotecas y están muy cerca de la Plaza de Bolívar…
La Candelaria es una localidad de Bogotá llena de vida. El Centro Cultural tiene como vecinos a otros espacios culturales ya reconocidos por los ciudadanos como la Biblioteca Luis Ángel Arango, el Centro Nacional de las Artes, el Museo de Arte Miguel Urrutia MAMU, el Museo del Oro y el Museo Arqueológico Casa del Marqués de San Jorge MUSA, por nombrar algunos. Estos espacios tenemos en común la misión de acercar a la ciudadanía a las diferentes expresiones culturales que, sumadas, enriquecen la oferta cultural de Bogotá en este sector del centro de la ciudad. El Centro Cultural Gabriel García Márquez también se ha convertido en un punto de encuentro cultural dentro de la localidad. Iniciativas como Alebrije, la sala de lectura que el Fondo de Cultura Económica abrió en conjunto con Fundalectura, Idartes y la Alcaldía Local de La Candelaria, se ha convertido en un punto de encuentro para que niños, niñas y jóvenes accedan a actividades de promoción de lectura en un espacio rico en contenidos, seguro y pensado para ellos.
¿Hay alguna agenda cultural programada con motivo de esta celebración? Cuáles son los planes para el futuro próximo de este centro.
La celebración de los 15 años del Centro Cultural Gabriel García Márquez se extenderá a lo largo del año. Se programarán charlas sobre la arquitectura de Salmona, la historia del Centro Histórico y de este predio, y del trabajo del Fondo de Cultura Económica en Colombia. Esta celebración coincide, además, con México como país invitado de honor a la 35 FILBo y durante la feria también haremos parte de la programación cultural para celebrar. También realizaremos el primer concurso de fotografía arquitectónica del Centro Cultural Gabriel García Márquez, en el que estamos invitando a que los visitantes nos muestren, a través de sus capturas fotográficas, cómo viven y se apropian de este espacio.
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