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A comienzos de la pandemia, Fabio Vargas Tamayo, de 91 años, se mudó a casa de uno de sus hijos. En medio de la mudanza encontró una bolsa de hojas en las que tenía escritos varios poemas y alrededor de treinta refranes: “los refranes son pura cultura”, afirma.
Al encontrar aquellos refranes, empezó a llamar a sus familiares, amigos y demás conocidos para que le mencionaran los dichos que conocían y así seguir completando la lista. Le interesaban los que no fueran “ofensivos, que no tuvieran tinte político, que no fueran muy vulgares”. Al final, escribió a mano mil refranes, durante un año, de los que seleccionó 817. “No buscamos por Internet, esto lo hicimos boca a boca”, dice Vargas desde Medellín.
Nacido en San Pablo Porce, en Antioquia, en 1931, llegó a Medellín en 1942. Entre sus primeros trabajos fue cartero y mensajero, y en 1958 fundó los almacenes Xóximos de Medellín.
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Estudió hasta cuarto de primaria. Se formó con dichos, refranes, leyendas, mitos, entre otras oralidades. Ha escrito libros como Caballito de madera, de literatura infantil o Poemas y canciones; durante sus sesenta años de matrimonio no dejó de escribirle cartas a Amanda Mejía, su esposa. Y sus partituras han sido interpretadas por la Banda Sinfónica Universidad de Antioquia.
Repite de memoria algunos de sus poemas, como Quiero yo al mundo invitar:
Quiero yo al mundo invitar / A no invertir los valores / Vale la pena pensar / Si vendrán tiempos mejores / Es más / Es más amor que amistad / Es más / Es más realidad que sueños / Es más / Es más dolor que ansiedad / Es más / Es más saber que tener / Es más / Es más sentir que fingir / Es más / Es más ser que parecer /¿Qué es más? ¿vivir o morir?
Asegura que no “ha leído casi nunca porque tengo los ojos muy malos”. Su trabajo como autodidacta ha estado vinculado a las oralidades y la cultura popular.
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De la primera edición de Refranes y dichos del ayer salieron doscientos ejemplares. Van cuatro ediciones. Y cada libro tiene unas páginas en blanco al final para que el lector pueda personalizarlo y completarlo con refranes que no estén incluidos. El libro cuenta con la ilustraciones y el prólogo de Beatriz Vargas, su hija.
Detrás de esta publicaciónbuscaba aportar una herramienta cultural, histórica y pedagógica.
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Estos son algunos de los refranes de Refranes y dichos del ayer:
“Cuando Dios no quiere los santos no pueden”.
“El que solo se ríe de sus picardías se acuerda”.
“El que pelea en caliente en frío se arrepiente”.
“Más fijo que el desayuno del obispo”.
“Tiene mirada de ternero huérfano”.
“Llora despidiendo un avión de carga”.
“La ley del embudo: lo ancho pa vos y lo estrecho pa uno”.