Veinte años después de la muerte de León de Greiff, Harvey Ayala, dueño de un prostíbulo cercano a la última morada del poeta, compró el terreno con la casa que se caía a pedazos. Allí encontró un tesoro: Cientos de discos, libros y el baúl en el que, al parecer, se guardó la espada de Bolívar que hurtó el M-19 enero de 1974 y que le dieron a guardar al escritor antioqueño. / Cortesía
“No católico”, así respondió León de Greiff un documento oficial que le preguntaba por su religión. Un exabrupto para la época (1915). El burócrata de turno le dijo que era imposible responder de esa forma. “Budista”, escribió entonces para no dejar el espacio en blanco y evitar una discusión estéril. Hay registros de muchos ‘No’ a lo largo de su vida. No obediente; no convencional; no declamador; no supersticioso; no vanidoso y, en consecuencia, muy descuidado.
Por Joseph Casañas / @joseph_casanas
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