“El Jockey”: entre la identidad y la libertad de un jinete sin memoria

Remo, un talentoso jinete profesional de carreras de caballos interpretado por Nahuel Pérez Biscayart, se adentra en una historia surreal. Por más que “El Jockey” contenga una disciplina deportiva en su título, es una película que explora conceptos como la identidad, la libertad y la decisión. La cinta se estrenó en el Festival de Venecia y fue la elegida para representar a Argentina en los Premios Óscar y en los Goya.

Remo, un talentoso jinete profesional de carreras de caballos interpretado por Nahuel Pérez Biscayart, se adentra en una historia surreal. Por más que “El Jockey” contenga una disciplina deportiva en su título, es una película que explora conceptos como la identidad, la libertad y la decisión. La cinta se estrenó en el Festival de Venecia y fue la elegida para representar a Argentina en los Premios Óscar y en los Goya.

“Remo Manfredini es un jockey legendario, pero su comportamiento autodestructivo está empezando a eclipsar su talento y amenazar su relación con su novia Abril (Úrsula Corberó). El día de la carrera más importante de su vida, con la que saldará las deudas con su jefe mafioso Sirena (Daniel Giménez Cacho), sufre un grave accidente, desaparece del hospital y deambula por las calles de Buenos Aires”, se lee en la sinopsis de la película.

Para Luis Ortega, el director de la cinta, “el choque entre el mundo interior y el exterior es el campo de batalla donde se desarrolla la película. Cuanto más intenso sea el mundo interior del personaje, más violento será el choque con el exterior”. El cineasta coloca a Remo en una posición donde debe soportar problemas con las adicciones, tratar de pagar su deuda con el mafioso e intentar recuperar la relación que tiene con Abril.

Una historia surreal se desenreda tras el accidente del protagonista: la libertad y la identidad toman el mando de la historia. Remo despierta sin saber o entender quién es. “Buscando la salvación, el jockey cambiará de identidad una y otra vez, intentando alcanzar la libertad con una u otra. Pero todas las identidades son atormentadas”, agregó Ortega en su nota de intención.

Al tiempo que Remo se busca a sí mismo, Abril, embarazada con el hijo del protagonista, debe elegir entre tener el bebé o continuar con las carreras de caballos, lo que plantea el concepto de la decisión en la historia. “Debemos matar a todos y cada uno de nuestros personajes para ser libres, e incluso así, todo vuelve a empezar. Una persona se siente única y especial, viviendo una aventura individual, pero en realidad es colectiva. Y hasta que la humanidad no sea libre en sí misma, siempre volveremos a la vida para ser parte de ese proceso”, agrega Ortega.

La película cruza a los terrenos de lo bizarro cuando el personaje de Remo traspasa los límites de su propia identidad, vistiendo con un abrigo de mujer e intercambiando entre su trabajo como jockey y su libertad. “Un día nos despertamos y somos un hombre. Otro día nos despertamos y somos una mujer. Otro día, un bebé. En cualquier caso, nunca tenemos la más mínima idea de lo que está pasando. Tampoco accedemos a las fuerzas ocultas detrás de la vida. El mundo parece estar ordenado de tal manera que nunca sabremos nada. Pero el verdadero desafío para nuestro protagonista es no volverse loco”, explica el cineasta sobre la historia que creó junto a Fabian Casas y Rodolfo Palacios.

Ortega se inspiró del libro “El vagabundo de las estrellas” de Jack London, en el que un hombre sentenciado a muerte es torturado, pero con el sufrimiento alcanza otro plano de conciencia y recorre sus vidas pasadas. También se inspiró en su propia paternidad y en un encuentro casual con un vagabundo.

“El Jockey” se estrenó en el Festival de Venecia (Italia) y también estuvo en el Festival de San Sebastián (España), donde se llevó el premio Horizontes Latinos. Durante esa gala de premiación, el actor protagonista dio un discurso que conectó los conceptos claves de la película con la realidad política de su país. “Como muchos de ustedes sabrán, el gobierno actual argentino está empecinado en llevar a cabo un plan de destrucción de la industria nacional y con eso se lleva puesto también a la cultura nacional y el cine argentino”, dijo Pérez Biscayart.

“Se creen muy pillos y muy militantes de la libertad, pero detrás de ese autoengaño que viven, ese odio que profesan, no hay ninguna libertad: hay simplemente una profunda soledad. Podrán intentarlo, pero no nos van a destruir. No vamos a borrar nuestras memorias ni nuestro futuro. Sepan que todo el amor que nos produce juntarnos para filmar las películas de nuestro país será siempre mucho más fuerte que todo desprecio”, agregó el intérprete, que visitará Colombia en el marco del Bogotá International Film Festival (BIFF).

“El Jockey” hace parte la selección del BIFF, que se inicia este 10 de octubre. La película tendrá funciones los días 13, 14 y 16 del mismo mes. El festival también tendrá otras películas que han pasado por algunos de los principales festivales de cine del mundo como “Anora”, “Megalópolis”, “Emilia Pérez”, “Dahomey”, “The Seed of the Sacred Fig”, entre otras.