Retrato de “La lozana andaluza”, de Francisco Delicado
“La lozana andaluza” fue publicado en Venecia en 1528. No se pudo confirmar con certeza su autoría ya que se publicó de forma anónima, pero se cree que la escribió el clérigo Francisco Delicado. Reseña de una novela renacentista.
Monica Acebedo
Una de las cosas maravillosas que proporciona el encierro obligatorio es la tendencia a ordenar libros y bibliotecas. En una de esas pesquisas encontré una de mis novelas renacentistas favoritas; se trata de una obra escrita, probablemente, en 1528 de manera anónima, aunque posteriormente se atribuyó su autoría al clérigo jienense Francisco Delicado. Publicada unos treinta años después de La celestina, utiliza el mismo esquema narrativo dialógico de Francisco de Rojas y además hace referencia a la misma desde el título: “Retrato de la lozana andaluza en lengua española muy clarísima. Compuesto en Roma. El cual retrato demuestra lo que en Roma pasaba y contiene muchas más cosas que La celestina”.
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Una de las cosas maravillosas que proporciona el encierro obligatorio es la tendencia a ordenar libros y bibliotecas. En una de esas pesquisas encontré una de mis novelas renacentistas favoritas; se trata de una obra escrita, probablemente, en 1528 de manera anónima, aunque posteriormente se atribuyó su autoría al clérigo jienense Francisco Delicado. Publicada unos treinta años después de La celestina, utiliza el mismo esquema narrativo dialógico de Francisco de Rojas y además hace referencia a la misma desde el título: “Retrato de la lozana andaluza en lengua española muy clarísima. Compuesto en Roma. El cual retrato demuestra lo que en Roma pasaba y contiene muchas más cosas que La celestina”.
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La novela leída después por Cervantes y, seguramente, por Quevedo, Lope, Castillo y Solórzano, Salas Barbadillo y muchos de los representantes del género, constituye una de las obras del corpus de la novela picaresca española. Entre un juego lingüístico que yuxtapone el lenguaje coloquial y el erótico, Delicado narra las peripecias de una prostituta andaluza que desempeña su oficio en Roma, por la época del saqueo de 1527 (histórico enfrentamiento de Carlos V contra el papa Clemente VII). La trama da cuenta no solo de escenarios históricos, sino también de los secretos de los palacios cardenalicios, la curia y sus andanzas por el bajo mundo de las calles romanas renacentistas.
Estructura la narración en capítulos que llama “mamotretos” a través de un juego entre el lenguaje, el sexo, la comida y las costumbres. El argumento es el siguiente: Aldonza queda huérfana y se ve obligada a vivir con una tía en Sevilla. Es precisamente esa tía la que la inicia en el oficio más antiguo de la historia de la humanidad: “Si os hablare, abajá la cabeza y pasaos, y si os dijere que le habléis vos llegá cortés y hacé una reverencia. Y si os tomare la mano, retraeos hacia atrás, porque, como dicen, amuestra a tu marido el copo, más no del todo”. Su primer gran amor es Diomedes, un mercader oriundo de Génova, con quien viaja por el Mediterráneo y tiene algunos hijos. Es él quien la llama Lozana en vez e Aldonza: “Y viendo que esta lozanía era de su natural, quedoles en fábula que ya no entendían por su nombre Aldonza, salvo Lozana […]”.
Después de varios años de andar por el Mediterráneo, la pareja se ve obligada a detenerse en Marsella por orden del padre de Diomedes. Este último conoce las malas compañías de su hijo y quiere quedarse con los nietos; manda apresar a su hijo y ordena matar a Lozana. Pero la mujer logra escapar de la muerte y se encamina a Roma, en donde se convierte en cortesana. Describe la narración: “Y como ella tenía gran ver e ingenio diabólico, y gran conocer, y en ver un hombre sabía cuanto valía y qué tenía y qué la podía dar […] y notaba lo que le parecía a ella que le había de aprovechar para ser siempre libre y no sujeta a ninguno”.
Lozana conoce hombres de todo tipo y mantiene relaciones con varios, siempre provechosas. Los amoríos se entremezclan con descripciones sucintas sobre las costumbres, los oficios y el modo de vivir de los diferentes estamentos sociales. La mujer acumula riquezas entre engaños, infidelidades y manipulación de los hombres que pasan por su cama. Luego se cansa de las jornadas amatorias y de alcahueta y, se retira en la isla de Lípari junto con su fiel criado, Rampín.
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Del autor se sabe lo que él mismo dice en los prólogos a varios libros de caballerías. Sus biógrafos reconstruyen su vida a partir de situaciones relatadas en sus obras. De lo poco que se sabe es que probablemente nació en Jaén y que luego viajó a Italia. Debió nacer alrededor de 1480; probablemente llegó a Roma en el papado de Alejandro VI, aunque no hay datos sobre la fecha en la que se ordenó como sacerdote.
En todo caso es una narración polifónica, erótica, muy urbana y divertida que presenta una singular biografía de una prostituta elegante, traicionera, tramposa y un tanto obscena; y las andanzas del autor por los prostíbulos de Roma. Este hilo argumental dialoga no solamente de las costumbres populares, sino con el hedonismo y las pasiones humanas alrededor del sexo a través de un juego lingüístico muy original.
Si no consiguen una edición física, en la página www.cervantesvirtual.com/obra/la-lozana-andaluza--1/ encuentran una excelente versión digital.