Feria del Libro de Bucaramanga: lo que el siglo XIX revela sobre nuestro presente

“Creemos que el Siglo XIX es una cosa lejana, pero las construcciones de la identidad tienen un sustrato muy importante de ese tiempo. Yo, por ejemplo, que vengo de la costa, agradecí mucho los relatos de ese momento sobre el pueblo mulato. En los libros de los que hablaremos hoy aquí, se cuestionaron los conceptos de la raza y la ciudadanía durante ese tiempo, que se acercó a la literatura y a la relación de esta con las narrativas de la nación”, dijo la historiadora con títulos de magíster y doctora en Historia de América Latina, Ana María Rhenals, al inicio del evento.

Esta charla presentó algunos libros de estudiantes de la Universidad Industrial de Santander (UIS) que se preguntaron por distintos aspectos originados u ocurridos durante el Siglo XIX, entre los que se encuentran Ciudadanía, género, raza y nación durante el siglo XIX y 1848: lenguajes políticos y liberales en la Nueva granada.

La conversación, que se realizó en el marco de la Feria del Libro de Bucaramanga, que cuenta con 60 expositores y que se inició el pasado 23 de agosto y se realizará hasta este 1 de septiembre, también contó con la participación de Alfonso Fernández, quien junto a Rhenals, editó el libro escrito por Eduar Vargas, María Alejandra Ferreria, Joan David Acuña, Marial ara Galvis, Natalia Fuentes, Daniela Jaimes, Ana Gabriela Tarazoa y Laura Páez, que hacen parte de las Jornadas de Estudios Históricos UIS.

Los textos de estos estudiantes reúnen reflexiones sobre una historiografía del siglo XIX en la que hay planteamientos de marcos interpretativos de un tiempo que va más allá de la independencia: la historia de los subalternos, por mencionar un ejemplo, es uno de los intereses de estos alumnos para acercarse a la ciudadanía que construyó la sociedad de ese entonces. También se encuentran desarrollos sobre la categoría de raza para comprender la configuración de la nación, además de la de género.

“Esta es una mirada refrescante sobre viejos problemas. Cómo se construyen esas identidades a partir del género y qué significó la nación como proyecto. Este libro contiene preguntas o problemas historiográficos que orientarán hacia futuras investigaciones. Una de ellas, probablemente, será atravesada por una distancia hacia el centro del país y la historiografía, un asunto que también está presente en este libro, ya que las élites de Santa fe no fueron las élites nacionales. Es un libro regional mirando hacia la historia nacional”.

Por otra parte, el historiador Juan Sebastián Vargas habló de su texto 1848: Lenguajes políticos y liberales en la Nueva granada, un texto en el que se centró en los usos y contenidos del lenguaje político de entonces, sobre todo de la palabra “liberal”. Vargas revisó el contexto internacional, las expectativas políticas, el crecimiento exponencial de los debates en prensa, entre otros aspectos. Para él, la palabra condensó varias estrategias políticas y se ligó a los debates republicanos importantes. El libro revisa cómo esta palabra se ajustó a nuevos significados morales y procesos de esperanzas políticas, además de nuevos discursos en los partidos políticos sobre quiénes son los verdaderos liberales, los legítimos.

Vargas agregó que consultar lo que ocurrió en el siglo XIX tiene un efecto en la comprensión del presente: “El discurso político en ese momento tenía una cualidad retórica, es decir, jugaba con las emociones para momentos como las elecciones, pero detrás había personas, redes de poder, familias interesadas. Un periódico controlado por una familia de apellido Vanegas, por ejemplo. Consultar e investigar sobre esto sirve para comprender cómo se ha hecho la política democrática. En qué cosas debemos ser perspicaces”.

La conversación finalizó con la pregunta de una asistente, madre de uno de los estudiantes, sobre la razón por la que hoy un joven podría interesarse en la historia como carrera profesional: “Siempre he creído que hay que darse una pausa para preguntarse por lo que pasa y lo que pasó, porque somos un resultado del pasado. Me interesó pensar en esa conexión entre lo que ocurre ahora”, contestó uno de los estudiantes presentes en el conversatorio.

“Creemos que el Siglo XIX es una cosa lejana, pero las construcciones de la identidad tienen un sustrato muy importante de ese tiempo. Yo, por ejemplo, que vengo de la costa, agradecí mucho los relatos de ese momento sobre el pueblo mulato. En los libros de los que hablaremos hoy aquí, se cuestionaron los conceptos de la raza y la ciudadanía durante ese tiempo, que se acercó a la literatura y a la relación de esta con las narrativas de la nación”, dijo la historiadora con títulos de magíster y doctora en Historia de América Latina, Ana María Rhenals, al inicio del evento.

Esta charla presentó algunos libros de estudiantes de la Universidad Industrial de Santander (UIS) que se preguntaron por distintos aspectos originados u ocurridos durante el Siglo XIX, entre los que se encuentran Ciudadanía, género, raza y nación durante el siglo XIX y 1848: lenguajes políticos y liberales en la Nueva granada.

La conversación, que se realizó en el marco de la Feria del Libro de Bucaramanga, que cuenta con 60 expositores y que se inició el pasado 23 de agosto y se realizará hasta este 1 de septiembre, también contó con la participación de Alfonso Fernández, quien junto a Rhenals, editó el libro escrito por Eduar Vargas, María Alejandra Ferreria, Joan David Acuña, Marial ara Galvis, Natalia Fuentes, Daniela Jaimes, Ana Gabriela Tarazoa y Laura Páez, que hacen parte de las Jornadas de Estudios Históricos UIS.

Los textos de estos estudiantes reúnen reflexiones sobre una historiografía del siglo XIX en la que hay planteamientos de marcos interpretativos de un tiempo que va más allá de la independencia: la historia de los subalternos, por mencionar un ejemplo, es uno de los intereses de estos alumnos para acercarse a la ciudadanía que construyó la sociedad de ese entonces. También se encuentran desarrollos sobre la categoría de raza para comprender la configuración de la nación, además de la de género.

“Esta es una mirada refrescante sobre viejos problemas. Cómo se construyen esas identidades a partir del género y qué significó la nación como proyecto. Este libro contiene preguntas o problemas historiográficos que orientarán hacia futuras investigaciones. Una de ellas, probablemente, será atravesada por una distancia hacia el centro del país y la historiografía, un asunto que también está presente en este libro, ya que las élites de Santa fe no fueron las élites nacionales. Es un libro regional mirando hacia la historia nacional”.

Por otra parte, el historiador Juan Sebastián Vargas habló de su texto 1848: Lenguajes políticos y liberales en la Nueva granada, un texto en el que se centró en los usos y contenidos del lenguaje político de entonces, sobre todo de la palabra “liberal”. Vargas revisó el contexto internacional, las expectativas políticas, el crecimiento exponencial de los debates en prensa, entre otros aspectos. Para él, la palabra condensó varias estrategias políticas y se ligó a los debates republicanos importantes. El libro revisa cómo esta palabra se ajustó a nuevos significados morales y procesos de esperanzas políticas, además de nuevos discursos en los partidos políticos sobre quiénes son los verdaderos liberales, los legítimos.

Vargas agregó que consultar lo que ocurrió en el siglo XIX tiene un efecto en la comprensión del presente: “El discurso político en ese momento tenía una cualidad retórica, es decir, jugaba con las emociones para momentos como las elecciones, pero detrás había personas, redes de poder, familias interesadas. Un periódico controlado por una familia de apellido Vanegas, por ejemplo. Consultar e investigar sobre esto sirve para comprender cómo se ha hecho la política democrática. En qué cosas debemos ser perspicaces”.

La conversación finalizó con la pregunta de una asistente, madre de uno de los estudiantes, sobre la razón por la que hoy un joven podría interesarse en la historia como carrera profesional: “Siempre he creído que hay que darse una pausa para preguntarse por lo que pasa y lo que pasó, porque somos un resultado del pasado. Me interesó pensar en esa conexión entre lo que ocurre ahora”, contestó uno de los estudiantes presentes en el conversatorio.