Roger Waters habló sobre Ucrania ante la ONU tras ser llamado “apologista de Putin”

En la sede de las Naciones Unidas en Nueva York, el músico británico Roger Waters, visto en el monitor de un intérprete, pronuncia un discurso a través de vídeo en una reunión del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas convocada por Rusia sobre las armas entregadas a Ucrania.

Foto: EFE - JUSTIN LANE

Roger Waters habló hoy ante el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, que tenía como tema central la guerra en Ucrania. El cofundador de Pink Floyd, quien se ha caracterizado por ser un personaje inmerso en las discusiones políticas globales, fue invitado a la sesión por Rusia.

“La invasión de Rusia a Ucrania es ilegal y la condeno de la manera más fuerte posible”, aseguró Waters, pero agregó que “la invasión rusa a Ucrania no fue sin provocación, así que también condeno a los provocadores de la manera más fuerte posible”. El cantante británico invitó a los presidentes Joe Biden, Vladimir Putin y Volodímir Zelensky a cambiar el curso de los acontecimientos en el marco de la guerra. “La única medida sensata hoy es pedir un alto el fuego inmediato en Ucrania”, dijo de manera virtual frente a la audiencia.

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Hace unos meses, en entrevista con CNN, Waters había llamado al presidente de Estados Unidos un “criminal”, por “avivar el fuego en Ucrania”. Además, afirmó que la guerra en el mencionado país era producto de la “la acción y reacción de la OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte) empujando hasta la frontera rusa, algo que habían prometido no hacer cuando Gorbachov negoció la retracción de la Unión Soviética de Europa del Este”.

Como informó Reuters, las declaraciones de hoy no fueron bien recibidas por el embajador de Ucrania ante la ONU, Sergiy Kyslytsya. “Qué triste para sus antiguos fans verle aceptar el papel de un simple ladrillo en el muro: el muro de la desinformación y la propaganda rusas”, dijo haciendo alusión a la canción de Pink Floyd “Another Brick in the Wall” (Otro ladrillo en el muro).

Hace un par de días, Polly Samson, escritora y esposa del integrante de Pink Floyd David Gilmour, había tildado a Waters de ser un “antisemita hasta la médula”. En un trino, expresó que era un “apologista de Putin y un megalómano mentiroso, ladrón, hipócrita, evasor de impuestos, cantante de playback, misógino y envidioso”. “Basta ya de tonterías”, concluyó. Gilmour se sumó a las palabras de su pareja, diciendo que cada una era “demostrablemente cierta”.

Roger Waters, quien ha sostenido conflictos con Gilmour durante décadas, se limitó a dejar una fotografía en su cuenta en la que se lee: “Roger Waters es consciente de los comentarios incendiarios y severamente inexactos hechos sobre él en Twitter por Polly Samson, los cuales rechazada totalmente. De momento, está recibiendo asesoramiento sobre su posición”.

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Al abrir sus conciertos el año pasado, el cantante británico decía una frase que también se hacía visible en las pantallas: “Si usted es uno de esos ‘amo a Pink Floyd, pero no puedo soportar la política de Roger Waters’, le iría bien irse al bar ahora mismo”. Quizás ya se ha acostumbrado a que sea así, a que sus posturas políticas, por ejemplo, a favor de países como Rusia o Palestina, lo terminen llevando a estar en el foco del ojo público.

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