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                                                                                                                                Salvar tradiciones lastradas por conflicto colombiano a ritmo de bullerengue

                                                                                                                                Adriana Martínez recuerda que todos los diciembres durante el Festival del Bullerengue en María La Baja, un pueblo en la región de los Montes de María, la música inundaba las esquinas y las faldas amplias ondeaban al ritmo de este son caribeño, una tradición que se ha diluido por el conflicto y la pérdida de identidad cultural entre los jóvenes.

                                                                                                                                Irene Escudero/ EFE

                                                                                                                                Cristina Mendoza, bautizada como la juglar de los Montes de María, canta durante una presentación el 9 de diciembre de 2023, en San Juán Nepomuceno, Bolívar.
                                                                                                                                Foto: EFE - Mauricio Dueñas Castañeda
                                                                                                                                PUBLICIDAD

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                                                                                                                                Juliana, la hija mayor de Adriana, empieza a cambiarse, ajustándose su falda de volantes de colores para la noche, donde no sabe aún si la dejarán subirse a bailar al escenario que han instalado por el festival en la plaza del pueblo, pero espera al menos bailar hasta que la música se junte con los sonidos del amanecer.

                                                                                                                                PUBLICIDAD

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                                                                                                                                Read more!

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                                                                                                                                Juliana (derecha), la hija mayor de Adriana Martínez, a quien le enseñó a bailar junto con otro grupo de muchachos con síndrome de down ritmos típicos del caribe colombiano.
                                                                                                                                Foto: EFE - Mauricio Dueñas Castañeda

                                                                                                                                Sin embargo, el bullerengue que es parte de la identidad cultural de este pueblo afrocolombiano se ha ido diluyendo por la influencia de otras músicas más comerciales o menos endogámicas, pero también por los efectos del conflicto que forzó a muchos de estos pueblos a tener que huir a ciudades que no sonaban igual.

                                                                                                                                “Mucha gente ha tomado miedo, se ha tenido que desplazar a causa del conflicto y todo eso hace que los pueblos dejen atrás, entre otros, la cultura, nuestra cultura”, lamenta Adriana.

                                                                                                                                Defender un legado

                                                                                                                                Las letras de Cristina Mendoza, bautizada ‘la juglar de los Montes de María’, hablan precisamente de cómo tuvo que dejar su hogar con sus dos hijos: “cuando yo me fui desplazada, llevaba en mi maleta esa memoria musical, que fue lo que nos ayudó a sobrevivir”, dice esta mujer que se agarró a la música como tabla de salvación en una fría -y menos musical- Bogotá.

                                                                                                                                Le recomendamos: Ahí están pintados

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                                                                                                                                Un grupo de jóvenes prepara una presentación de bullerengue el 7 de diciembre de 2023, en María La Baja.
                                                                                                                                Foto: EFE - Mauricio Dueñas Castañeda
                                                                                                                                No ad for you

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                                                                                                                                Read more!
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                                                                                                                                Le puede interesar: Protestas en Francia por la idea de cambiar las ventanas de Notre Dame

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                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                Caraballo acaba de volver de un taller de apropiación cultural que organiza el Ministerio de Igualdad y Equidad de Colombia a través de la Ruta Nacional de Cuidados. Le han invitado en calidad de sabedora, de persona que por su edad y también por el oficio de maestra que ha ejercido toda su vida, puede inculcar saberes tradicionales a otras mujeres.

                                                                                                                                Ahí han organizado un libro de medicinas tradicionales, hablan de comidas, de tejidos y ahora, bajo la sombra de un árbol y al son de la cumbia y el bullerengue, cortan el fruto de un totumo para hacer una matera (maceta) mientras explican los usos de este árbol tradicional: su fruto sirve para hacer jarabe para la gripe, tratamiento capilar para que ennegrecer el pelo, incluso para reblandecer la ubre de la vaca.

                                                                                                                                Mujeres elaboran elementos de cocina con el caparazón del totumo durante los talleres de la Ruta Nacional de Cuidados, el 7 de diciembre de 2023, en María La Baja.
                                                                                                                                Foto: EFE - Mauricio Dueñas Castañeda
                                                                                                                                No ad for you

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                                                                                                                                Le invitamos a leer: Gérard Depardieu: más de 50 artistas denuncian un “linchamiento mediático” al actor

                                                                                                                                Los cuencos de este gran fruto redondo servían para echar la sopa o el sancocho, también incluso para hacer cucharas para comerlo. Sin embargo, ahora apenas quedan unas pocas totumas en cada casa, casi de simple decoración.

                                                                                                                                No ad for you

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                                                                                                                                Cristina Mendoza, bautizada como la juglar de los Montes de María, canta durante una presentación el 9 de diciembre de 2023, en San Juán Nepomuceno, Bolívar.
                                                                                                                                Foto: EFE - Mauricio Dueñas Castañeda
                                                                                                                                PUBLICIDAD

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                                                                                                                                Juliana, la hija mayor de Adriana, empieza a cambiarse, ajustándose su falda de volantes de colores para la noche, donde no sabe aún si la dejarán subirse a bailar al escenario que han instalado por el festival en la plaza del pueblo, pero espera al menos bailar hasta que la música se junte con los sonidos del amanecer.

                                                                                                                                PUBLICIDAD

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                                                                                                                                Read more!

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                                                                                                                                Foto: EFE - Mauricio Dueñas Castañeda

                                                                                                                                Sin embargo, el bullerengue que es parte de la identidad cultural de este pueblo afrocolombiano se ha ido diluyendo por la influencia de otras músicas más comerciales o menos endogámicas, pero también por los efectos del conflicto que forzó a muchos de estos pueblos a tener que huir a ciudades que no sonaban igual.

                                                                                                                                “Mucha gente ha tomado miedo, se ha tenido que desplazar a causa del conflicto y todo eso hace que los pueblos dejen atrás, entre otros, la cultura, nuestra cultura”, lamenta Adriana.

                                                                                                                                Defender un legado

                                                                                                                                Las letras de Cristina Mendoza, bautizada ‘la juglar de los Montes de María’, hablan precisamente de cómo tuvo que dejar su hogar con sus dos hijos: “cuando yo me fui desplazada, llevaba en mi maleta esa memoria musical, que fue lo que nos ayudó a sobrevivir”, dice esta mujer que se agarró a la música como tabla de salvación en una fría -y menos musical- Bogotá.

                                                                                                                                Le recomendamos: Ahí están pintados

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                                                                                                                                No ad for you

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                                                                                                                                Read more!
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                                                                                                                                Le puede interesar: Protestas en Francia por la idea de cambiar las ventanas de Notre Dame

                                                                                                                                Reapropiarse del saber

                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                Caraballo acaba de volver de un taller de apropiación cultural que organiza el Ministerio de Igualdad y Equidad de Colombia a través de la Ruta Nacional de Cuidados. Le han invitado en calidad de sabedora, de persona que por su edad y también por el oficio de maestra que ha ejercido toda su vida, puede inculcar saberes tradicionales a otras mujeres.

                                                                                                                                Ahí han organizado un libro de medicinas tradicionales, hablan de comidas, de tejidos y ahora, bajo la sombra de un árbol y al son de la cumbia y el bullerengue, cortan el fruto de un totumo para hacer una matera (maceta) mientras explican los usos de este árbol tradicional: su fruto sirve para hacer jarabe para la gripe, tratamiento capilar para que ennegrecer el pelo, incluso para reblandecer la ubre de la vaca.

                                                                                                                                Mujeres elaboran elementos de cocina con el caparazón del totumo durante los talleres de la Ruta Nacional de Cuidados, el 7 de diciembre de 2023, en María La Baja.
                                                                                                                                Foto: EFE - Mauricio Dueñas Castañeda
                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                Las mayores también lo usan para el lavado después del parto y poder volver a menstruar, pero eso era antes porque ahora las parteras tradicionales escasean.

                                                                                                                                Le invitamos a leer: Gérard Depardieu: más de 50 artistas denuncian un “linchamiento mediático” al actor

                                                                                                                                Los cuencos de este gran fruto redondo servían para echar la sopa o el sancocho, también incluso para hacer cucharas para comerlo. Sin embargo, ahora apenas quedan unas pocas totumas en cada casa, casi de simple decoración.

                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                “Tenemos que luchar por la transmisión porque las mayores se están muriendo”, concluye Rosmary Maldonado, que participa en el taller, mientras de fondo suena la voz arrulladora e inconfundible de la reina de estos ritmos, Totó La Momposina, que se retiró el año pasado sin heredera clara.

                                                                                                                                Por Irene Escudero/ EFE

                                                                                                                                Ver todas las noticias
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