Satoshi Kitamura, su obra en los ojos de sus lectores
A propósito de la Feria Internacional del Libro de Cali y de Japón como país invitado, este texto que recoge la opinión de lectores y editores sobre la obra literaria del autor de literatura infantil.
Andrés Osorio Guillott
Hace unos meses tuvimos el privilegio de tenerlo en Colombia, pues vino a la Feria Internacional del Libro de Bogotá. Esa vez, además de lo que sus libros nos pueden dejar como reflexión, lo que varios pensamos al verlo acudir a sus presentaciones y escenarios con los niños, es que él, como tantos otros autores de literatura infantil, saben devolverle la ternura al mundo con sus historias a pesar de que ese mismo mundo arroje con la hostilidad de los tiempos que vivimos.
Satoshi Kitamura, que lleva más de 40 años ilustrando y escribiendo libros de literatura infantil, acumula cerca de 30 títulos y es hoy uno de los autores más importantes de este género a nivel mundial, pues su obra ha sido traducida a más de 20 idiomas.
Como una forma de promover la lectura de su obra, les preguntamos a varias personas relacionadas con su narrativa, pero a su vez con el mundo del libro, la importancia que tienen los libros de Kitamura.
Claudia Rueda, autora e ilustradora, por ejemplo, aseguró que “Satoshi Kitamura puede estar entre los más hábiles narradores visuales y autores de libro álbum de nuestros tiempos. Su obra tiene esa inusual combinación entre una fina sofisticación y a la vez comprensión del universo de la infancia. Sus libros nos trasladan de lo cotidiano y común al mundo de la imaginación, casi sin advertirlo y nos deja siempre con una sonrisa”.
Silvio Rodríguez nos alertó en sus canciones sobre el lugar al que va lo común, lo de todos los días. Siempre, al escuchar esa canción, la respuesta parece ser que al arte, pero en este caso, a la literatura, que recoge aquello que pasa desapercibido por ser cotidiano, devolviéndonos entonces la capacidad de asombro. Sobre esto en la obra de Kitamura nos habló Carlos Riaño, autor, ilustrador y docente: “En las ilustraciones de Satoshi Kitamura abundan los objetos cotidianos, los de los espacios privados y los de la vida en las ciudades: unas llaves encima de una mesa, una factura por pagar, un sillón, una escalera, una esquina o la perspectiva de una ciudad vista desde una ventana… todo dibujado con una precisión que obedece a sus propias reglas de la perspectiva y la proporción. Algunos colores son casi una firma: el azul, el amarillo que vira hacia el naranja. Su estilo no tiene variaciones radicales a lo largo de los años”.
“Sin embargo, desde esa sencillez, las historias de sus libros provocan la sorpresa del encuentro entre lo trivial y lo extraordinario. Su obra nos sorprende y nos revela cuan de maravilloso reside en sus pequeñas cosas. Nos muestra esa puerta giratoria entre la realidad concreta y lo que hay de sueño, de esperanza y de juego en ella”.
Por otra parte, Janeth Chaparro, Coordinadora de los Comités de Valoración de Fundalectura, nos contó que la fundación incluyó este año dos libros de Kitamura en su lista de recomendados: “Fundalectura publicó su listado anual Altamente Recomendados 2024, cuyo propósito es destacar obras sobresalientes dirigidas al público infantil y juvenil que circulan en las librerías del país. La publicación incluyó dos libros álbum del creador japonés Satoshi Kitamura: Lily va de paseo, un relato acerca de una niña que disfruta de las caminatas en compañía de su perro Nicky. Lily contempla con placer la naturaleza, el cielo nocturno, las calles del barrio, las gaviotas y los patos mientras que Nicky ahuyenta decidido los posibles riesgos fuera de casa, actitud un tanto exagerada y sobreprotectora que se traduce en imaginativas situaciones. Editorial Océano lo edita en español en 2023 luego de 36 años de su publicación original (1987). La tienda de sonrisas (Panamericana, 2023), protagonizado por un niño que tiene la ilusión de comprarse su primer regalo con los ahorros de su mesada. Las emociones se intensifican a medida que hace un recorrido por diversos lugares como el mercado, con su colorido, aromas y sabores; la relojería, la librería, la tienda de juguetes y de música… Y, de repente, algo inesperado sucede: un accidente con un patinador hace que el niño pierda las monedas que llevaba en su mano, excepto una que no alcanza para comprar nada. Kitamura logra dos personajes genuinos, seguros de sí mismos, con la mirada puesta hacia adelante, en lo que quieren y disfrutan. Su estilo se caracteriza por el uso de la plumilla y las acuarelas en la creación de imágenes capaces de transmitir los estados de ánimo de sus protagonistas que se desplazan por ambientes plenos de detalles dibujados con finos trazos y una paleta de color balanceada”.
Lucas Mr. Fox, director y librero de Libros Mr. Fox, también opinó sobre la obra del escritor japonés y comentó que esta “tiene la naturaleza modesta y explosiva de la infancia y por eso sus libros resultan fascinantes, especialmente divertidos para los niños pero no siempre comprendidos por la mirada adulta. Es algo así como lo que ocurre con lugares como el bosque o la playa, o con las mascotas, por citar algo familiar, hay algo primitivo e indómito en esos paisajes, en esas criaturas a las que nos asomamos para habitarlos o domesticarlos, ininteligibles al principio pero profundamente cercanos y asombrosos a cada paso que estamos entre o con ellos y los vamos descubriendo: no hay otra manera para disfrutar la obra de Kitamura que no sea atravesándola y viviéndola, no son los suyos libros exuberantes y llamativos, ni abordan tampoco complejas inquietudes en la existencia de los niños”.
Esteban Parra, editor y blogger de literatura, concluyó que: “Para Satoshi Kitamura todo comienza con un trazo, una palabra o una idea. De allí nacen los universos cálidos, sinceros y llenos de formas, colores y un lenguaje único que son capaces de conectar con quien sea, sin importar la edad. Leerlo es reconocer a un artista con la habilidad de retratar con humor y sensibilidad la realidad de niños y niñas, entender sus dudas y ayudarles a despertar su creatividad. El mundo parece más fácil de habitar con gatos soñolientos, sombreros mágicos, música y poesía como los que nos regala Kitamura en su obra”.
Hace unos meses tuvimos el privilegio de tenerlo en Colombia, pues vino a la Feria Internacional del Libro de Bogotá. Esa vez, además de lo que sus libros nos pueden dejar como reflexión, lo que varios pensamos al verlo acudir a sus presentaciones y escenarios con los niños, es que él, como tantos otros autores de literatura infantil, saben devolverle la ternura al mundo con sus historias a pesar de que ese mismo mundo arroje con la hostilidad de los tiempos que vivimos.
Satoshi Kitamura, que lleva más de 40 años ilustrando y escribiendo libros de literatura infantil, acumula cerca de 30 títulos y es hoy uno de los autores más importantes de este género a nivel mundial, pues su obra ha sido traducida a más de 20 idiomas.
Como una forma de promover la lectura de su obra, les preguntamos a varias personas relacionadas con su narrativa, pero a su vez con el mundo del libro, la importancia que tienen los libros de Kitamura.
Claudia Rueda, autora e ilustradora, por ejemplo, aseguró que “Satoshi Kitamura puede estar entre los más hábiles narradores visuales y autores de libro álbum de nuestros tiempos. Su obra tiene esa inusual combinación entre una fina sofisticación y a la vez comprensión del universo de la infancia. Sus libros nos trasladan de lo cotidiano y común al mundo de la imaginación, casi sin advertirlo y nos deja siempre con una sonrisa”.
Silvio Rodríguez nos alertó en sus canciones sobre el lugar al que va lo común, lo de todos los días. Siempre, al escuchar esa canción, la respuesta parece ser que al arte, pero en este caso, a la literatura, que recoge aquello que pasa desapercibido por ser cotidiano, devolviéndonos entonces la capacidad de asombro. Sobre esto en la obra de Kitamura nos habló Carlos Riaño, autor, ilustrador y docente: “En las ilustraciones de Satoshi Kitamura abundan los objetos cotidianos, los de los espacios privados y los de la vida en las ciudades: unas llaves encima de una mesa, una factura por pagar, un sillón, una escalera, una esquina o la perspectiva de una ciudad vista desde una ventana… todo dibujado con una precisión que obedece a sus propias reglas de la perspectiva y la proporción. Algunos colores son casi una firma: el azul, el amarillo que vira hacia el naranja. Su estilo no tiene variaciones radicales a lo largo de los años”.
“Sin embargo, desde esa sencillez, las historias de sus libros provocan la sorpresa del encuentro entre lo trivial y lo extraordinario. Su obra nos sorprende y nos revela cuan de maravilloso reside en sus pequeñas cosas. Nos muestra esa puerta giratoria entre la realidad concreta y lo que hay de sueño, de esperanza y de juego en ella”.
Por otra parte, Janeth Chaparro, Coordinadora de los Comités de Valoración de Fundalectura, nos contó que la fundación incluyó este año dos libros de Kitamura en su lista de recomendados: “Fundalectura publicó su listado anual Altamente Recomendados 2024, cuyo propósito es destacar obras sobresalientes dirigidas al público infantil y juvenil que circulan en las librerías del país. La publicación incluyó dos libros álbum del creador japonés Satoshi Kitamura: Lily va de paseo, un relato acerca de una niña que disfruta de las caminatas en compañía de su perro Nicky. Lily contempla con placer la naturaleza, el cielo nocturno, las calles del barrio, las gaviotas y los patos mientras que Nicky ahuyenta decidido los posibles riesgos fuera de casa, actitud un tanto exagerada y sobreprotectora que se traduce en imaginativas situaciones. Editorial Océano lo edita en español en 2023 luego de 36 años de su publicación original (1987). La tienda de sonrisas (Panamericana, 2023), protagonizado por un niño que tiene la ilusión de comprarse su primer regalo con los ahorros de su mesada. Las emociones se intensifican a medida que hace un recorrido por diversos lugares como el mercado, con su colorido, aromas y sabores; la relojería, la librería, la tienda de juguetes y de música… Y, de repente, algo inesperado sucede: un accidente con un patinador hace que el niño pierda las monedas que llevaba en su mano, excepto una que no alcanza para comprar nada. Kitamura logra dos personajes genuinos, seguros de sí mismos, con la mirada puesta hacia adelante, en lo que quieren y disfrutan. Su estilo se caracteriza por el uso de la plumilla y las acuarelas en la creación de imágenes capaces de transmitir los estados de ánimo de sus protagonistas que se desplazan por ambientes plenos de detalles dibujados con finos trazos y una paleta de color balanceada”.
Lucas Mr. Fox, director y librero de Libros Mr. Fox, también opinó sobre la obra del escritor japonés y comentó que esta “tiene la naturaleza modesta y explosiva de la infancia y por eso sus libros resultan fascinantes, especialmente divertidos para los niños pero no siempre comprendidos por la mirada adulta. Es algo así como lo que ocurre con lugares como el bosque o la playa, o con las mascotas, por citar algo familiar, hay algo primitivo e indómito en esos paisajes, en esas criaturas a las que nos asomamos para habitarlos o domesticarlos, ininteligibles al principio pero profundamente cercanos y asombrosos a cada paso que estamos entre o con ellos y los vamos descubriendo: no hay otra manera para disfrutar la obra de Kitamura que no sea atravesándola y viviéndola, no son los suyos libros exuberantes y llamativos, ni abordan tampoco complejas inquietudes en la existencia de los niños”.
Esteban Parra, editor y blogger de literatura, concluyó que: “Para Satoshi Kitamura todo comienza con un trazo, una palabra o una idea. De allí nacen los universos cálidos, sinceros y llenos de formas, colores y un lenguaje único que son capaces de conectar con quien sea, sin importar la edad. Leerlo es reconocer a un artista con la habilidad de retratar con humor y sensibilidad la realidad de niños y niñas, entender sus dudas y ayudarles a despertar su creatividad. El mundo parece más fácil de habitar con gatos soñolientos, sombreros mágicos, música y poesía como los que nos regala Kitamura en su obra”.