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Estamos en épocas de balance. Así como los medios de comunicación se ocuparon de realizar sus análisis, reportajes y reflexiones sobre el primer año del presidente Gustavo Petro, el exministro de Educación, Alejandro Gaviria, publicó “La explosión controlada”, un ensayo en el que, a través de sus vivencias al interior del gobierno, enumera una serie de razones por las que cree que Gustavo Petro fue hábil a la hora de leer al país: “Fue capaz de articular la insatisfacción de Colombia: hay violencia porque no hay derechos y no hay derechos porque hay corrupción y neoliberalismo. Ese fue su libreto para ser elegido y este libro también es una suerte de reconocimiento al presidente y una autocrítica a la clase política”, dijo Gaviria durante la presentación, que se llevó a cabo este 9 de agosto en la Biblioteca Los Fundadores del Gimnasio Moderno.
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Roberto Pombo, director del periódico El Tiempo, fue el encargado de presentar y entrevistar a Gaviria durante el lanzamiento. Para él, La explosión controlada es una compilación de “reflexiones concretas” sobre la política nacional, pero, sobre todo, “es el libro más contundente acerca o en contra del presidente Petro”. Así lo describió antes de comenzar con las preguntas.
“Explosión controlada fue la descripción de un clima de opinión. La forma que encontré para hablar del momento que vivía el país durante 2021 y 2022, la antesala a la elección del presidente. Había un sentimiento antisistema y antiestablecimiento, un deseo de cambio”, dijo Gaviria acerca del nombre.
Entre los temas que se tocaron en la presentación y que se profundiza en el libro, están las razones por las que Gaviria aceptó el ministerio de Educación. Pombo le recordó que, antes de ser nombrado, ya sabía de los “enredos ideológicos del presidente, además de la resistencia a avanzar en cambios concretos que se convirtieran en acciones específicas”. Gaviria contestó que, efectivamente, antes de ser nombrado le manifestó a Petro que no quería ser ministro, “eso ya estaba chuleado para mí”. Contó que, lo primero que ocurrió, fue que accedió a coordinar el empalme en educación, pero que posteriormente el jefe de Estado lo llamó para decirle que anunciaría su nombre como nuevo ministro de Educación. “Le dije que sí, a pesar de que tenía mis dudas”.
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“Si en las reuniones de consejos de ministros no hay una especie de disciplina o métodos sobre la política pública, si no hay en presidencia un equipo dedicado a hacerle un seguimiento a eso, si no hay una obsesión con la ejecución, usted puede cambiar de ministros mil veces y poco va a pasar”, dijo Gaviria sobre las decisiones con respecto a las “crisis de ministros”. “Si hay problemas de ejecución y usted cambia los ministros, exacerba los problemas”, agregó.
“Usted ha dicho que las posiciones del presidente Petro son las de una persona fracamente convencida...
Es así. No tiene ese elemento cínico que acompaña a muchos políticos, que es decir una cosa distinta a la que se piensa para ir forjando una personalidad política. Sus intenciones de ayudarle a los sectores más vulnerables fueron auténticas. Y parte de su éxito de la política se deriva de allí”.
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Esta fue una de las preguntas que Roberto Pombo le hizo a Alejandro Gaviria. Durante esta charla, el periodista y el economista y escritor colombiano, se refirieron a las tensiones que, actualmente, se viven al querer negociar los acuerdos nacionales, por ejemplo. Según Gaviria, “no fue una puesta en escena” la idea de conformar un gobierno plural. También profundizaron en la “soledad del poder”: “siempre me pareció una paradoja porque Petro hace mucho énfasis en lo colectivo, pero la cooperación entre nosotros era escasa. Es una contradicción”.
“Este testimonio honesto y lúcido no es solo la visión de un economista, de un político escéptico, de un exministro, de un liberal pragmático, es también la esencia del pensamiento de un humanista que entiende que el cambio necesario de la sociedad requiere algo mucho más práctico que la férrea voluntad y la trampa retórica que caracterizan a Petro”, dice en la introducción de La explosión controlada.