Noticias

Últimas Noticias

    Política

    Judicial

      Economía

      Mundo

      Bogotá

        Entretenimiento

        Deportes

        Colombia

        El Magazín Cultural

        Salud

          Ambiente

          Investigación

            Educación

              Ciencia

                Género y Diversidad

                Tecnología

                Actualidad

                  Reportajes

                    Historias visuales

                      Colecciones

                        Podcast

                          Cromos

                          Vea

                          Opinión

                          Opinión

                            Editorial

                              Columnistas

                                Caricaturistas

                                  Lectores

                                  Blogs

                                    Suscriptores

                                    Suscriptores

                                      Beneficios

                                        Tus artículos guardados

                                          Somos El Espectador

                                            Estilo de vida

                                            La Red Zoocial

                                            Gastronomía y Recetas

                                              La Huerta

                                                Moda e Industria

                                                  Tarot de Mavé

                                                    Autos

                                                      Juegos

                                                        Pasatiempos

                                                          Horóscopo

                                                            Música

                                                              Turismo

                                                                Marcas EE

                                                                Colombia + 20

                                                                BIBO

                                                                  Responsabilidad Social

                                                                  Justicia Inclusiva

                                                                    Desaparecidos

                                                                      EE Play

                                                                      EE play

                                                                        En Vivo

                                                                          La Pulla

                                                                            Documentales

                                                                              Opinión

                                                                                Las igualadas

                                                                                  Redacción al Desnudo

                                                                                    Colombia +20

                                                                                      Destacados

                                                                                        BIBO

                                                                                          La Red Zoocial

                                                                                            ZonaZ

                                                                                              Centro de Ayuda

                                                                                                Newsletters
                                                                                                Servicios

                                                                                                Servicios

                                                                                                  Descuentos

                                                                                                    Idiomas

                                                                                                    EE ADS

                                                                                                      Cursos y programas

                                                                                                        Más

                                                                                                        Blogs

                                                                                                          Especiales

                                                                                                            Descarga la App

                                                                                                              Edición Impresa

                                                                                                                Suscripción

                                                                                                                  Eventos

                                                                                                                    Foros El Espectador

                                                                                                                      Pauta con nosotros en EE

                                                                                                                        Pauta con nosotros en Cromos

                                                                                                                          Pauta con nosotros en Vea

                                                                                                                            Avisos judiciales

                                                                                                                              Preguntas Frecuentes

                                                                                                                                Contenido Patrocinado
                                                                                                                                09 de agosto de 2021 - 11:29 a. m.

                                                                                                                                Setecientos años sin Dante, un genio ante los ojos de Víctor Hugo

                                                                                                                                El próximo 14 de septiembre el mundo conmemora los 700 años de la muerte de Dante Alighieri. El autor de la Divina Comedia, el que se aventuró a desafiar el orden político y social de su época, que utilizó sus versos para construir las bases del humanismo italiano, fue considerado por el poeta Víctor Hugo como uno de los genios de la historia. En el marco de las tertulias de El Magazín Cultural, se llevará a cabo hoy, a las 7:00 p.m., a través de las redes sociales de El Espectador, un debate en torno al legado que Dante ha dejado en la literatura.

                                                                                                                                La cuna del humanismo italiano, ese fue Dante Alighieri. Su inspiración en la visión cosmológica de la cultura medieval le permitió consolidar un entramado teológico y filosófico cuyo centro es la libertad, la acción de liberar al otro a través del amor.
                                                                                                                                Foto: Getty Images/iStockphoto - Getty Images
                                                                                                                                PUBLICIDAD

                                                                                                                                Dante Alighieri fue un hijo de su tiempo. Su pluma es consecuencia de las tensiones políticas y sociales que se vivieron en la Florencia y la región de Toscana de los siglos XIII y XIV, así como de las diferentes corrientes literarias que surgieron por entonces. Las disputas entre los defensores del imperio y el papado, las constantes guerras civiles entre ciudades, la decadencia de la aristocracia a la que perteneció, su enfrentamiento con la Iglesia y su amor por Beatriz, aquella mujer a la que le dedicó los sonetos que se leen en Vida nueva, lo llevaron por el camino de la creación de La Divina Comedia. Y es que su poesía, en la que confluyen elementos morales, filosóficos, teológicos, políticos y literarios, impulsó a Víctor Hugo a considerarlo en 1864 como uno de “los inmóviles gigantes que señalan la marcha del espíritu humano”. Junto a Homero, Job, Esquilo, Isaías, Ezequiel, Lucrecio, Juvenal, San Juan, San Pablo, Tácito, Rabelais, Cervantes y Shakespeare, el poeta francés lo denomina como uno de los “genios que representan la suma de lo absoluto que el hombre consigue realizar”.

                                                                                                                                Read more!
                                                                                                                                PUBLICIDAD

                                                                                                                                Le puede interesar: Las tertulias de El Magazín Cultural en la Feria del Libro de Bogotá

                                                                                                                                Las palabras eran su vida, o más bien, las palabras le dieron vida. Usando “una lírica caracterizada por una imagen sublime del amor y de la figura femenina”, como lo dice Massimo Cacciari en su libro Dante y la Divina Comedia, estilo que compartió con Guido Guinizelli y Guido Cavalcanti, quienes forman parte de Dolce stil novo, como se conoce al grupo de poetas italianos de la segunda mitad del siglo XIII, Dante se adentró en una escritura que antes pertenecía a los poetas cultos, pues eran ellos, y no los que se dedicaban a los versos vulgares, quienes cantaban al amor. Beatriz, aquella mujer que conoció cuando tenía 9 años y que lo saludó terminando su adolescencia, encarna lo que se convertiría en una constante en sus versos: la mujer gentil. Sus palabras se tradujeron en elogios y en pesares, y sus penas de amor sentaron las bases de sus primeros pasos por la literatura.

                                                                                                                                Mis ojos han vertido tanto llanto

                                                                                                                                por el pesar que el corazón henchía,

                                                                                                                                que parecen exhaustos totalmente.

                                                                                                                                Y si aliviar pretendo mi quebranto,

                                                                                                                                que a la muerte me lleva con falsía,

                                                                                                                                he de hablar con la voz languideciente.

                                                                                                                                Comoquier que el recuerdo se presente

                                                                                                                                de que, mientras mi dama subsistía,

                                                                                                                                hablaba de ella, ¡oh damas!, con vosotras

                                                                                                                                no quiero hablar con otras,

                                                                                                                                que las que cobijáis la cortesía.

                                                                                                                                PUBLICIDAD

                                                                                                                                Por ende, como fue la amada mía

                                                                                                                                Read more!

                                                                                                                                súbitamente al Cielo, en llanto digo

                                                                                                                                y cómo al triste Amor dejó conmigo.

                                                                                                                                Beatriz ascendió al reino de los cielos

                                                                                                                                y en la quietud del ángel permanece.

                                                                                                                                ¡Oh damas, de vosotras se ha alejado!

                                                                                                                                Y no la arrebataron ni los hielos

                                                                                                                                ni el calor, según norma que acontece,

                                                                                                                                sino su corazón, insuperado.

                                                                                                                                El resplandor por su virtud lanzado

                                                                                                                                a los cielos llegó con tal potencia,

                                                                                                                                que Dios, ante el magnífico portento,

                                                                                                                                llamó con dulce acento

                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                a la dama gentil a su presencia.

                                                                                                                                Y provocó el maravilloso evento

                                                                                                                                a fin de evidenciar que el bajo mundo

                                                                                                                                era indigno de un ser tan sin segundo.

                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                Beatriz, dándole al amor una forma, un cuerpo, una imagen de carne y hueso, se convirtió en un símbolo que, palabra a palabra, verso a verso, fue complejizando el viaje literario de su admirador. Ella hizo parte del peregrinaje, de la travesía, que Dante comenzó con Vida nueva y finalizó con La Divina Comedia, una narración en la que la principal preocupación de su creador era la de ofrecer a los hombres un camino para “huir de las pasiones terrenas y alcanzar la iluminación de la fe, pasando a través de la conciencia y la expiación de las culpas”.

                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                La cuna del humanismo italiano, ese fue Dante Alighieri. Su inspiración en la visión cosmológica de la cultura medieval, representando el Infierno como una cavidad con forma de cono invertido bajo Jerusalén, con un vértice en el centro de la tierra, situando encima del Purgatorio el jardín del Edén de la narración bíblica y construyendo el Paraíso bajo la concepción de la Tierra como el centro del universo, creando allí “un hormigueo de cosas inmensas”, como lo afirma Umberto Eco a la hora de hablar del demasiado valioso en la literatura, un rasgo característico de Homero, François Rabelais y Víctor Hugo, llegando incluso a denominar a Dante como un “poeta del exceso”, le permitió consolidar un entramado teológico y filosófico cuyo centro es la libertad, la acción de liberar al otro a través del amor. Allí, en ese juego entre libertad-amor-liberar, la figura femenina es central, pues, según se lee en el libro de Cacciari, “la sabiduría puramente humana no ama: son las mujeres, el corazón gentil de las mujeres, he ahí la transfiguración en clave teológica de las figuras femeninas”.

                                                                                                                                Le sugerimos ver la charla “Del arte por el arte al arte por conveniencia”, la primera tertulia del El Magazín Cultural en el marco de la FILBO

                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                Pasar de la servidumbre a la libertad, despojarse de los pecados, entender que todo es un movimiento, que, como viajeros y peregrinos, aunque siervos, tenemos la capacidad de la libertad y de devolverla, en eso consiste el recorrido de la Divina Comedia, en entender que somos capaces, a pesar de la miseria y el dolor. Por eso, “aquella es una constante palabra pronunciada delante de aquellos que viven en servidumbre, condicionados por las falsas instituciones religiosas, políticas; a aquellos que están condicionados por los regímenes florentinos, de toda Europa de la época, siervos de esos lobos rapaces que ocupan abusivamente el sillón de Pedro”, afirma Cacciari. No en vano, siglos después, en Las voces interiores, Víctor Hugo, bajo el manto de poema Después de una lectura de Dante, escribió:

                                                                                                                                Pinta el poeta el infierno, así su vida describe:

                                                                                                                                (…) En un rincón la venganza y el hambre, impías hermanas,

                                                                                                                                En un cráneo corroído unidas y acurrucadas,

                                                                                                                                Y la pálida miseria de sonrisa empobrecida;

                                                                                                                                El orgullo, la ambición, de sí misma bien nutrida,

                                                                                                                                Y la lujuria inmunda, y la avaricia malvada,

                                                                                                                                Todos los mantos de plomo que puede cargar el alma.

                                                                                                                                Más lejos la cobardía, las traiciones junto al miedo

                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                Que van vendiendo sus llaves y degustando el veneno;

                                                                                                                                Todavía más abajo, de aquel abismo, en el fondo,

                                                                                                                                ¡Haciendo muecas la máscara del atormentado Odio!

                                                                                                                                Justamente así es la vida, oh poeta inspirado,

                                                                                                                                Y su camino brumoso de obstáculos atestado.

                                                                                                                                Para que no falte nada por entre esta ruta estrecha,

                                                                                                                                Vosotros siempre enseñáis en pie y a vuestra derecha,

                                                                                                                                Al genio de frente afable y ojos de rayos llenos,

                                                                                                                                Al apacible Virgilio diciendo: ¡Continuemos!

                                                                                                                                La cuna del humanismo italiano, ese fue Dante Alighieri. Su inspiración en la visión cosmológica de la cultura medieval le permitió consolidar un entramado teológico y filosófico cuyo centro es la libertad, la acción de liberar al otro a través del amor.
                                                                                                                                Foto: Getty Images/iStockphoto - Getty Images
                                                                                                                                PUBLICIDAD

                                                                                                                                Dante Alighieri fue un hijo de su tiempo. Su pluma es consecuencia de las tensiones políticas y sociales que se vivieron en la Florencia y la región de Toscana de los siglos XIII y XIV, así como de las diferentes corrientes literarias que surgieron por entonces. Las disputas entre los defensores del imperio y el papado, las constantes guerras civiles entre ciudades, la decadencia de la aristocracia a la que perteneció, su enfrentamiento con la Iglesia y su amor por Beatriz, aquella mujer a la que le dedicó los sonetos que se leen en Vida nueva, lo llevaron por el camino de la creación de La Divina Comedia. Y es que su poesía, en la que confluyen elementos morales, filosóficos, teológicos, políticos y literarios, impulsó a Víctor Hugo a considerarlo en 1864 como uno de “los inmóviles gigantes que señalan la marcha del espíritu humano”. Junto a Homero, Job, Esquilo, Isaías, Ezequiel, Lucrecio, Juvenal, San Juan, San Pablo, Tácito, Rabelais, Cervantes y Shakespeare, el poeta francés lo denomina como uno de los “genios que representan la suma de lo absoluto que el hombre consigue realizar”.

                                                                                                                                Read more!
                                                                                                                                PUBLICIDAD

                                                                                                                                Le puede interesar: Las tertulias de El Magazín Cultural en la Feria del Libro de Bogotá

                                                                                                                                Las palabras eran su vida, o más bien, las palabras le dieron vida. Usando “una lírica caracterizada por una imagen sublime del amor y de la figura femenina”, como lo dice Massimo Cacciari en su libro Dante y la Divina Comedia, estilo que compartió con Guido Guinizelli y Guido Cavalcanti, quienes forman parte de Dolce stil novo, como se conoce al grupo de poetas italianos de la segunda mitad del siglo XIII, Dante se adentró en una escritura que antes pertenecía a los poetas cultos, pues eran ellos, y no los que se dedicaban a los versos vulgares, quienes cantaban al amor. Beatriz, aquella mujer que conoció cuando tenía 9 años y que lo saludó terminando su adolescencia, encarna lo que se convertiría en una constante en sus versos: la mujer gentil. Sus palabras se tradujeron en elogios y en pesares, y sus penas de amor sentaron las bases de sus primeros pasos por la literatura.

                                                                                                                                Mis ojos han vertido tanto llanto

                                                                                                                                por el pesar que el corazón henchía,

                                                                                                                                que parecen exhaustos totalmente.

                                                                                                                                Y si aliviar pretendo mi quebranto,

                                                                                                                                que a la muerte me lleva con falsía,

                                                                                                                                he de hablar con la voz languideciente.

                                                                                                                                Comoquier que el recuerdo se presente

                                                                                                                                de que, mientras mi dama subsistía,

                                                                                                                                hablaba de ella, ¡oh damas!, con vosotras

                                                                                                                                no quiero hablar con otras,

                                                                                                                                que las que cobijáis la cortesía.

                                                                                                                                PUBLICIDAD

                                                                                                                                Por ende, como fue la amada mía

                                                                                                                                Read more!

                                                                                                                                súbitamente al Cielo, en llanto digo

                                                                                                                                y cómo al triste Amor dejó conmigo.

                                                                                                                                Beatriz ascendió al reino de los cielos

                                                                                                                                y en la quietud del ángel permanece.

                                                                                                                                ¡Oh damas, de vosotras se ha alejado!

                                                                                                                                Y no la arrebataron ni los hielos

                                                                                                                                ni el calor, según norma que acontece,

                                                                                                                                sino su corazón, insuperado.

                                                                                                                                El resplandor por su virtud lanzado

                                                                                                                                a los cielos llegó con tal potencia,

                                                                                                                                que Dios, ante el magnífico portento,

                                                                                                                                llamó con dulce acento

                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                a la dama gentil a su presencia.

                                                                                                                                Y provocó el maravilloso evento

                                                                                                                                a fin de evidenciar que el bajo mundo

                                                                                                                                era indigno de un ser tan sin segundo.

                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                Beatriz, dándole al amor una forma, un cuerpo, una imagen de carne y hueso, se convirtió en un símbolo que, palabra a palabra, verso a verso, fue complejizando el viaje literario de su admirador. Ella hizo parte del peregrinaje, de la travesía, que Dante comenzó con Vida nueva y finalizó con La Divina Comedia, una narración en la que la principal preocupación de su creador era la de ofrecer a los hombres un camino para “huir de las pasiones terrenas y alcanzar la iluminación de la fe, pasando a través de la conciencia y la expiación de las culpas”.

                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                La cuna del humanismo italiano, ese fue Dante Alighieri. Su inspiración en la visión cosmológica de la cultura medieval, representando el Infierno como una cavidad con forma de cono invertido bajo Jerusalén, con un vértice en el centro de la tierra, situando encima del Purgatorio el jardín del Edén de la narración bíblica y construyendo el Paraíso bajo la concepción de la Tierra como el centro del universo, creando allí “un hormigueo de cosas inmensas”, como lo afirma Umberto Eco a la hora de hablar del demasiado valioso en la literatura, un rasgo característico de Homero, François Rabelais y Víctor Hugo, llegando incluso a denominar a Dante como un “poeta del exceso”, le permitió consolidar un entramado teológico y filosófico cuyo centro es la libertad, la acción de liberar al otro a través del amor. Allí, en ese juego entre libertad-amor-liberar, la figura femenina es central, pues, según se lee en el libro de Cacciari, “la sabiduría puramente humana no ama: son las mujeres, el corazón gentil de las mujeres, he ahí la transfiguración en clave teológica de las figuras femeninas”.

                                                                                                                                Le sugerimos ver la charla “Del arte por el arte al arte por conveniencia”, la primera tertulia del El Magazín Cultural en el marco de la FILBO

                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                Pasar de la servidumbre a la libertad, despojarse de los pecados, entender que todo es un movimiento, que, como viajeros y peregrinos, aunque siervos, tenemos la capacidad de la libertad y de devolverla, en eso consiste el recorrido de la Divina Comedia, en entender que somos capaces, a pesar de la miseria y el dolor. Por eso, “aquella es una constante palabra pronunciada delante de aquellos que viven en servidumbre, condicionados por las falsas instituciones religiosas, políticas; a aquellos que están condicionados por los regímenes florentinos, de toda Europa de la época, siervos de esos lobos rapaces que ocupan abusivamente el sillón de Pedro”, afirma Cacciari. No en vano, siglos después, en Las voces interiores, Víctor Hugo, bajo el manto de poema Después de una lectura de Dante, escribió:

                                                                                                                                Pinta el poeta el infierno, así su vida describe:

                                                                                                                                (…) En un rincón la venganza y el hambre, impías hermanas,

                                                                                                                                En un cráneo corroído unidas y acurrucadas,

                                                                                                                                Y la pálida miseria de sonrisa empobrecida;

                                                                                                                                El orgullo, la ambición, de sí misma bien nutrida,

                                                                                                                                Y la lujuria inmunda, y la avaricia malvada,

                                                                                                                                Todos los mantos de plomo que puede cargar el alma.

                                                                                                                                Más lejos la cobardía, las traiciones junto al miedo

                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                Que van vendiendo sus llaves y degustando el veneno;

                                                                                                                                Todavía más abajo, de aquel abismo, en el fondo,

                                                                                                                                ¡Haciendo muecas la máscara del atormentado Odio!

                                                                                                                                Justamente así es la vida, oh poeta inspirado,

                                                                                                                                Y su camino brumoso de obstáculos atestado.

                                                                                                                                Para que no falte nada por entre esta ruta estrecha,

                                                                                                                                Vosotros siempre enseñáis en pie y a vuestra derecha,

                                                                                                                                Al genio de frente afable y ojos de rayos llenos,

                                                                                                                                Al apacible Virgilio diciendo: ¡Continuemos!

                                                                                                                                Temas recomendados:

                                                                                                                                Ver todas las noticias
                                                                                                                                Read more!
                                                                                                                                Read more!
                                                                                                                                Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta  política.
                                                                                                                                Aceptar