Sin luces, ni cámara, ni acción
Un breve recuento de los puntos más importantes frente al paro histórico al que se ha enfrentado Hollywood desde 1960, donde escritores y actores han decidido paralizar las producciones hasta no obtener respuestas a sus peticiones por mejores salarios, más reconocimiento y protección frente a las Inteligencias Artificiales, con las que se temen que sean reemplazados.
Sarah Gutiérrez
En la mañana de este jueves 13 de julio, el comité nacional del Sindicato de Actores de la Pantalla (SAG-AFTRA), ha convocado a una huelga en el gremio luego del fracaso de las negociaciones contractuales con los estudios, uniéndose así a los guionistas en una acción conjunta no vista en seis décadas que amenaza con paralizar la industria del cine y de la televisión estadounidense.
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En la mañana de este jueves 13 de julio, el comité nacional del Sindicato de Actores de la Pantalla (SAG-AFTRA), ha convocado a una huelga en el gremio luego del fracaso de las negociaciones contractuales con los estudios, uniéndose así a los guionistas en una acción conjunta no vista en seis décadas que amenaza con paralizar la industria del cine y de la televisión estadounidense.
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Los actores demandan mejoras salariales, un ajuste de los pagos que reciben por retransmisiones de sus producciones, así como definiciones en materia tecnológica sobre el uso de la inteligencia artificial en la industria, entre otros puntos.
Fran Drescher, actriz y presidenta de SAG-AFTRA, se pronunció frente a la prensa estadounidense: “viene acompañada de una gran tristeza, el punto en el que nos encontramos ahora, pero no tenemos opción, nosotros estamos siendo las víctimas de una entidad muy codiciosa. Estoy conmocionada. No puedo creer que estas empresas con las que hemos hecho nuestros negocios estén alegando que están perdiendo mucho dinero y les estén pagando millones de dólares a sus directores ejecutivos. Son una vergüenza”.
Junto a Drescher también se encontraba Duncan Crabtree-Ireland, jefe de negociaciones del sindicato, quien aseguró acudir a este paro como “último recurso” tras el fracaso de las negociaciones con la Alianza de Productores de Cine y Televisión, o AMPTP, quienes negocian en nombre de los estudios: Amazon, Apple, CBS, Disney, NBC Universal, Netflix, Paramount Global, Sony y Warner Bros. Discovery.
“Una huelga ciertamente no es el resultado que esperábamos, ya que los estudios no pueden operar sin los artistas que dan vida a nuestros programas de televisión y películas”, AMPTP.
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Por su parte, Bob Iger, CEO de Disney, habló sobre la huelga ese mismo jueves en la cadena CNBC: “Hay un nivel de expectativas que simplemente no es realista, y añaden un nuevo desafío a los múltiples retos que este negocio ya está enfrentando. (…) Respeto sus derechos y sus deseos de obtener la mayor compensación posible para su gente. Llevo aquí suficiente tiempo para entender esa dinámica y valorarla”, recoge CNN. Iger ha sido reelegido por la junta ejecutiva de The Walt Disney Company para llevar su contrato hasta 2026.
El paro comenzó a partir de la media noche de este viernes, donde actores y guionistas se han reunido frente a los estudios y oficinas de las plataformas de streaming como Netflix, ubicado en uno de los mejores barrios de Hollywood; al frente, Fran Drescher junto a su mano derecha, Duncan Crabtree-Ireland, se reunieron con colegas y animaron la huelga a pesar de las altas temperaturas que azotan Los Ángeles.
Ronald Reagan vs. la televisión
No es la primera, y tampoco será la última vez, que los gremios ligados al mundo del entretenimiento se han visto enfrentados a las grandes compañías que son dueñas del medio. Entre 2007 y 2008, los guionistas se detuvieron por cien días solicitando una mayor retribución económica frente a la creciente venta de DVD y las nuevas tecnologías; en 1980, los actores también protestaron por un incremento salarial, pero fue la última vez en 1960, que tanto escritores como intérpretes se unieron para lograr, lo que hoy en día conocemos como el pago de las regalías.
Para ese entonces, el expresidente de los Estados Unidos, Ronald Reagan, se encontraba al frente de una turba de actores y actrices que no estaban bien remunerados ante la masiva expansión de la televisión. Reagan, como el presidente del Sindicato de Actores (SAG), estuvo al frente del paro que duro 43 días y donde lograron que los estudios como Metro-Goldwyn-Mayer, Universal, Paramount y Warner Bros., le pagaran a sus estrellas cada retransmisión en televisión de sus producciones, lo que también llaman como residuales.
Estos residuales son también parte de la lucha de guionistas y actores 63 años después, pues con la llegada de las plataformas de streaming, no se tienen en cuenta la popularidad que pueda llegar a tener una serie o una película y pagan un porcentaje promedio a todas las producciones que allí se transmiten.
Reagan también estuvo al frente de SAG durante años marcados por grandes eventos, como las disputas entre los trabajadores y los patronos, la Ley Taft-Hartley, las audiencias de la Comité de Actividades Antiestadounidenses (HUAC) y la era de la lista negra de Hollywood.
Un final que todavía no se ha escrito
Durante la huelga, las estrellas de cine y televisión no podrán asistir a eventos promocionales de sus producciones, como las alfombras rojas, tampoco podrán realizarán audiciones para nuevos proyectos, no podrán asistir a eventos como la Comic-Con de San Diego que se realizaría del 20 al 23 de julio y entrará en riesgo la temporada de premios empezando por la ceremonia los Premios Emmy, que se esperan realizar el próximo 18 de septiembre.
Este paro, hasta el momento, indefinido, reúne a las más de 160 mil personas que hacen parte del Sindicato de Actores de la Pantalla (SAG-AFTRA), y a los más de 11 mil guionistas del Sindicato de Guionistas de Estados Unidos (WGA), quienes detuvieron su trabajo el pasado mes de mayo.
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