"El guardián entre el centeno", de J.D. Slinger, fue publicado en 1951.
Foto: Archivo particular
Holden Caulfield no quiere estar solo, pero tampoco quiere estar con nadie, o casi nadie: solo ha disfrutado de la compañía de su hermana, mucho menor que él, pero muy aguda y humana; y de Jane, una joven a la conoció y de la que, al parecer, se enamoró por ser el único ser humano “honesto” de su generación.
Por Laura Camila Arévalo Domínguez
Periodista en el Magazín Cultural de El Espectador desde 2018 y editora de la sección desde 2023. Autora de "El refugio de los tocados", el pódcast de literatura de este periódico.@lauracamilaadlarevalo@elespectador.com
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