Sobre “Sara dice” y las reacciones de la condición humana puestas al límite
En esta entrevista, Marcela Valencia, cofundadora del Teatro Petra y actriz, habló sobre el remontaje de “Sara dice”, una obra que se vuelve a presentar proponiendo un giro en la programación del teatro. Un cambio sobre los enfoques a los que Fabio Rubiano le ha apostado en obras como “Historia no oficial”, “Labio de liebre”, “Historia de una oveja”, entre muchas otras.
Laura Camila Arévalo Domínguez
Muchos opinan que “Sara dice” es una de las obras más icónicas del teatro colombiano. Hablemos sobre eso: en qué año se escribió esta obra, por qué es tan icónica y por qué se decidió remontarla…
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Muchos opinan que “Sara dice” es una de las obras más icónicas del teatro colombiano. Hablemos sobre eso: en qué año se escribió esta obra, por qué es tan icónica y por qué se decidió remontarla…
Esta obra fue una coproducción con el Festival Iberoamericano de Teatro y nos fue muy bien cuando la estrenamos en 2010. Decidimos volver a montarla porque los actores la extrañamos. Como somos tantos, no pudimos hacerlo en tiempos de pandemia, pero llevamos más de dos años tratando de regresar a ella.
¿Por qué la extrañan los actores?
Porque la pasamos muy bien y es una comedia, además de que queríamos refrescar la programación del Teatro Petra: veníamos de Labio de liebre, Historia no oficial, Historia de una oveja, El Interrogatorio, y todas estas obras tienen que ver con la problemática de nuestro país. Ninguna pieza de Fabio Rubiano podría definirse como una comedia light, así que, aunque “Sara dice” no se basa en un conflicto concreto en Colombia, sí parte de la tesis de Mako Saguru, un autor japonés, que planteó que se puede construir una sociedad sin crímenes, pero para que esto se dé, dicha sociedad necesita mínimo de un asesinato cada cien días; y la única manera de racionalizarlos es que sean decididos por la administración, así que a través de un sorteo, una persona es elegida para morir y otra para matarla.
Las risas que se desprenden de las escenas o las situaciones tiene que ver con el absurdo. Por ejemplo, el personaje del mensajero o notario enamorado que llega a dar la noticia de una tragedia como si estuviera haciendo cualquier trámite y antepone el dolor humano a la burocracia...
La dramaturgia de Fabio Rubiano se caracteriza por eso: un humor negro y absolutamente ácido. Nada está puesto al azar y coincidiría con eso que planteas. Las personas se terminan riendo por lo absurdo de los planteamientos de las obras. Las personas se preguntan cómo es que se ríen de lo que se ríen.
Hablemos de su personaje, de Sara… ¿Cómo lo preparó y en qué ha cambiado de la Sara de 2010 a la actual?
Hablar de los tonos actorales que decidí para Sara es muy difícil porque tendría que ser muy precisa con las escenas, pero lo que sí te diría es que, claro, ahora encontré formas que funcionan más que antes y esto se debe a la madurez o a lo que identifico de lo que ya hice. Sobre el vestuario: siempre me ha gustado proponer cosas a todo nivel, pero además intervengo los de otros personajes. Es algo que siempre me ha gustado hacer.
Le voy a hablar de dos comentarios que escuché sobre la obra: una persona la consideró importante porque, a pesar de que no se basaba en temas tan políticos, que son muy propios de las obras de Fabio Rubiano, sí tenía todo que ver con la condición humana, sobre todo cuando, en una situación de amenaza, se debe elegir entre la vida propia y la de alguien más… Por otro lado, alguien más dijo que, a diferencia de las demás obras de Rubiano, que para él eran vitales, esta era más bien prescindible: el tema era confuso y no abordaba un aspecto muy colombiano ni muy político. ¿Qué opina de estas apreciaciones, pero, sobre todo, cuál es el valor que usted le da a esta obra?
Me parece maravilloso que existan esas dos opiniones. Pienso que, por supuesto, tiene que ver con la condición humana. Una obra sobre lo que puede pasar al interior de una familia que debe elegir a uno de ellos para que asesine o para ser asesinado. Ahí es dónde salen las peores facetas de los seres humanos que, además, estamos viviendo: la guerra en Ucrania, conflicto en Siria, proceso de paz aquí, etc. Así como hacemos cosas magníficas, como el arte, tenemos nuestros peores ángulos. Sobre el tema de la obra: casi que todo podría ser un hecho político, pero, precisamente, “Sara dice” tiene la intención de refrescarnos. Entiendo que estamos acostumbrados a obras de Rubiano que se basan en cosas muy específicas con respecto a nuestro país, pero esta decisión es más oxígeno que otra cosa. Ahora, un oxígeno muy complejo porque la obra no es liviana: hay decisiones terribles de cada uno de estos personajes. Hay venganza, que, para mí, es algo que no sirve para nada.
Sobre las dinámicas del Teatro Petra: cuándo ensayan, cuánto se demoraron remontando “Sara dice”...
Esta versión ya estaba muy clara en la cabeza de Fabio Rubiano, así que en el montaje nos demoramos un mes y una semana. Un tiempo muy corto con respecto a los montajes de otras obras, que podrían demorarse tres meses. Lo maravilloso de este elenco es que cada uno de los actores le agrega cosas a cada personaje, pero, además, cuatro de nosotros ya sabíamos que teníamos que hacer porque la habíamos trabajado en su primera versión. Igual, me encontré con cosas nuevas porque son otros compañeros, lo que me parece fantástico. Con respecto a los ensayos: somos muy flexibles porque entendemos que la gente tiene otros proyectos o que salen a hacer televisión. Fabio ha sido muy inteligente, así que a veces ensaya por escenas y, para eso, no necesita de todos los actores. El grupo se reúne en pleno cuando hay ensayos generales.
Cómo va el Teatro Petra en términos de reactivación…
Me siento muy feliz. El público nos quiere mucho y tenemos un líder talentoso y versátil como dramaturgo y director. El arte siempre será muy difícil en estos países: nosotros compramos una casa que aún debemos. Nuestro patrimonio está ahí y la reactivación ha sido muy difícil, así que estamos bien endeudados y ha sido todo un proceso, pero la respuesta del público nos fortalece y sigue impulsándonos a continuar con el Petra, que siempre ha respondido a esa lealtad: hemos trabajado 37 años con mucha intensidad.
*Las funciones de “Sara dice” se realizan de miércoles a viernes a las 8:00 p.m, y el sábado a las 6:00 p.m. y 8:30 p.m. (Teatro Petra - Carrera 15 BIS# 39-39).*