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¿Por qué decidieron enfocarse en la comunidad wayuu y en particular en las mujeres que pertenecen a este pueblo?
Desde la universidad yo siempre tuve mucha curiosidad por la cultura wayuu y me enamoré de los tejidos. Una vez comencé a tener ese acercamiento con la cultura, fue realmente ver ese tesoro que ellos llevan resguardando durante muchas generaciones y ver la importancia no solo por su belleza estética, sino también la importancia del tejido en la cultura.
Con las mujeres nos dimos cuenta de que con cualquier proyecto que hiciéramos de empoderamiento económico, de educación, ellas inmediatamente lo trasmitían, iban y les enseñaban a sus hijos, a la tía, entonces esa forma innata que tienen las mujeres de realmente seguir transmitiendo el impacto que hacemos es mucho más efectivo que con los hombres.
¿Cómo fue ese proceso de establecer contacto con la comunidad?
El primer contacto lo tuvimos gracias a Sabina Prioli, que fue quien fundó la fundación, y ella llevaba trabajando con las culturas indígenas un tiempo, se quedó enamorada, y fue a través de ella que empezamos a trabajar con la primera comunidad. Iniciamos con diecinueve mujeres, después fue como una bola de nieve, empezamos a crecer, pero fueron ellos mismos los que nos estaban buscando, era más como que venían las comunidades a decirnos: “Bueno, yo quiero trabajar con Hilo Sagrado, ¿qué hay que hacer? ¿Cómo hacemos?”.
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¿Cuál es la historia detrás del nombre de la fundación?
Es el hilo que entreteje esas historias, es sagrado para ellos, es algo que realmente trasmite lo importante que es el tejido para esta cultura. Y si ves un poco más allá de la cultura, el hecho de hacer la tejeduría los lleva a niveles de consciencia más altos, es como una meditación que ellos tienen.
Ustedes sostienen que quieren lograr que las comunidades con las que trabaja Hilo Sagrado sean autosostenibles. ¿Cuál es la importancia de cumplir con este objetivo?
Por muchos años la idea de ayudar o de impacto para muchas organizaciones, e incluso el Gobierno, ha sido muy asistencialista. Nosotros tenemos una idea de cambio muy diferente, que si bien hay una escasez en ciertos servicios básicos, que sí es importante satisfacer y que el Gobierno efectivamente tome riendas en el asunto, también hay que dar las oportunidades para que sea sostenible, porque definitivamente solo dar no genera ninguna sostenibilidad. Entonces, lo que nosotros creemos es que lo importante es generar proyectos productivos, en los cuales nosotros no estamos solo abriéndoles las puertas a diferentes mercados, sino que les estamos dando las herramientas para que ellas puedan, en un futuro, crear su propia microempresa. (…) Nosotros creemos que es importante la educación y dar oportunidades donde puedan prosperar.
¿Y cuáles considera que siguen siendo esas necesidades básicas insatisfechas en estas comunidades?
Pienso que el agua es una necesidad básica que todavía no se está dando en muchas comunidades, sigue siendo un tema, digamos, que no es fácil tampoco de solucionar, porque finalmente no hay un acueducto, al perforar pozos profundos no siempre llega agua salubre. Es un tema también de qué hacer, porque tanto el Gobierno como muchas organizaciones hemos querido tratar de solucionar esta problemática, y no es tan fácil, porque en algunos casos es muy costosa. (…) Sin embargo, creemos que hace falta dar una solución híbrida entre el Gobierno y las organizaciones, para que esta sea definitiva.
Digamos que hace falta una preocupación real por esta problemática…
Sí, lastimosamente, es complejo, no es tan fácil por lo que te digo del territorio, por todas estas aristas a la problemática, pero creo que el departamento y el país tienen la capacidad para producir unas soluciones a mediano y a largo plazo para que esta necesidad básica se cubra 100 %. Y lo otro, que igual es muy importante, es el tema de salud. Te cuento que ha habido muchas muertes que no han sido identificadas en los últimos años, más de las que normalmente nosotros veníamos viendo, han aumentado dramáticamente. Para nosotros no ha sido tan fácil establecer si eso ha sido covid, dengue, las dos, pero sí hace falta un mayor control de qué es lo que está pasando, por qué hay tantas muertes. Ahora en La Guajira están esas muertes silenciosas, que nadie sabe realmente por qué son. Es algo que nosotros que estamos más cerca lo podemos visibilizar, pero es algo que tal vez el país no ha podido ver o no sabe.
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Seguimos viviendo en las principales ciudades del país como en una especie de burbuja, y solo cuando vamos a esos territorios nos damos cuenta de ese tipo de cosas…
Sí. Algo que realmente nos preocupa, y que no solo pasa en Colombia, sino en América Latina, es un poco la exclusión de los indígenas o de la cultura indígena en nuestros países, y realmente es muy lamentable la falta de presencia, de hacer cosas notables en estas comunidades, porque realmente sí hay capital, Colombia puede hacerlo, pero son culturas que han sido segregadas durante tantos años, que realmente hasta que viene una organización internacional a decir: “Es que los niños se están muriendo por falta de nutrición, por favor, revisen”, ahí sí se dispara la alarma en el país, eso no debería pasar en ninguna parte de Colombia.