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“Sound of Freedom” ya está en Colombia: “Ahora que lo saben, ¿qué harán?”

Esta fue una de las frases de Tim Ballard, el hombre en quien se inspiró esta película que ya tuvo su función para medios en Colombia. Después de la proyección, el exagente federal respondió algunas preguntas en una rueda de prensa que se llevó a cabo en el Centro Comercial Avenida Chile. El estreno en salas de cine será el próximo 31 de agosto.

12 de agosto de 2023 - 12:47 a. m.
Sound of freedom
Sound of freedom
Foto: movieinsider.com
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“Sound of Freedom” es una película basada en hechos reales. Su producción estuvo a cargo de Jaime Hernández y Eduardo Verástegui. Fue dirigida por Alejandro Gómez Monteverde y protagonizada por Jim Caviezel, el mismo actor que interpretó el papel de Jesús en “La Pasión de Cristo” (2004), dirigida por Mel Gibson.

Tim Ballard, en quien se inspiró el filme, fue agente especial de Seguridad Nacional estadounidense. Entre sus funciones estaba rastrear casos de trata de personas y pornografía infantil. En uno de estos trabajos, encontró a un niño hondureño en la frontera de México y EE. UU. Después de unos videos en los que vio detalles de los crímenes contra los secuestrados y las historias que le contó Miguel sobre su secuestro, Ballard decidió apersonarse del rescate de otra niña: Rocío. Estos dos menores, que además eran hermanos, condujeron a Ballard a renunciar a su trabajo como agente federal (a pesar de que le quedaban 10 meses para su jubilación y de que se quedaría sin los recursos del gobierno de su país) y emprender una misión que le devolviera al señor Aguilar, a sus hijos y a otros tantos niños raptados, el sonido de la libertad.

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“Pensábamos que nadie querría ver una película sobre una realidad tan horrible, pero con fe, los productores (Jaime Hernández, Eduardo Verastegui), aceptaron. Angel estudios se animó a distribuir la película. Lo que vimos fue un milagro. Dios tocó los corazones de millones de personas para abrirles sus ojos”, dijo Ballard durante la rueda de prensa.

Sobre la distribuidora y su decisión de comprar los derechos, El País de España, publicó “Angel Studios está centrada en audiovisual de corte cristiano y conservador; de hecho tienen en su haber una exitosa serie, The Chosen (Los elegidos), centrada en la figura de Jesucristo, financiada por donantes y que lleva más de 500 millones de visionados (en España en Movistar+). Y desde Angel han salido a defender que su hoy exitoso largometraje estaba acabado desde 2018 y que QAnon no está detrás. De hecho, su productor (además de actor y cantante), el conservador ultracatólico mexicano Eduardo Verástegui, ha reconocido que ni Disney ni 20th Century Fox, con quienes tenían un acuerdo previo, la quisieron en 2019, y que también la dejaron pasar tanto Amazon como Netflix”.

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Al terminarse la función, se proyectó un mensaje del protagonista Jim Caviezel. Con un tono de urgencia, el actor habló de su experiencia protagonizando esta cinta, pero, sobre todo, hizo énfasis en que el filme no tenía los recursos que quisiera para ser difundida, así que invitó a las personas a que, a través del voz a voz, motivaran a más personas a verla. Paralelamente, se proyectó un código QR para que las personas pudiesen ir más allá de la recomendación: al escanearlo, una plataforma para comprar boletas aparecía en la pantalla del celular: “Pueden comprar entradas para que alguien más la vea”, agregó el protagonista, que habló después de los mensajes finales del largometraje: “hoy en día, hay muchos más niños esclavizados que cuando la esclavitud fue legal”.

“La trata de niños no reconoce de culturas, ni fronteras, ni naciones. Los gobiernos del mundo sí. Esta película comenzó en Estados Unidos partiendo de la historia de un niño real en la frontera de mi país y México. Ahí comenzó el caso. Pasó por varios países y la razón por la que tuve que retirarme del gobierno fue la imposibilidad para trabajar con tantas reglas”, agregó Ballard, refiriéndose a la burocracia que le estaba impidiendo continuar con el objetivo de rescatar niños secuestrados.

Para el exagente federal, juntarse es la prioridad. Hizo énfasis en que la trata de niños no podía politizarse y que, al hablar del tema, tenían que dejarse las fronteras de lado. “No decimos ballenas argentinas, ni ballenas mexicanas, son ballenas. Pero con niños sí lo hacemos, a ellos sí los clasificamos según sus países”.

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Emocionado, agregó: “No me importa de dónde venga el niño, ninguno merece una vida de esclavitud. Si no nos unimos en contra de esto, los millones de menores que están atrapados serán imposibles de rescatar”. Está convencido de que el comienzo de la solución “está en la gente”. Repitió muchas veces que, para él, ningún problema era más importante para atender que el rescate de niños que estuvieran siendo abusados.

Jaime Hernández, productor ejecutivo de la cinta, contó que con esta película se había convencido de que “el cine, el arte, eran plataformas. Depende de uno, que es profesional en este medio, la forma en la que se utilizan”. Según su experiencia, el sueño de todo cineasta era participar en proyectos que tuvieran el potencial, no solo de entretener, sino de hacer una diferencia en la sociedad.

“Cuando Tim (Ballard) nos contó acerca de la magnitud del problema, quedamos abrumados. Muy poca gente sabe lo que en realidad sucede: los números, las cifras, son perversos. Nos repitió: ‘Ahora que saben esto, ¿qué harán?’, y claro, es que entendimos que era malo no saber, pero era peor que, después de tener la información, eligiéramos el silencio”, concluyó Hernández.

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