“Soy gracioso con mi grupo”: Daniel Rabinovich (Caja de citas)
Un día como hoy falleció el músico y comediante argentino Daniel Rabinovich. Lo recordamos en nuestro espacio semanal, Caja de Citas.
Daniel Abraham Rabinovich Aratuz, conocido cariñosamente como “Neneco”, nació el 18 de noviembre de 1943 en Buenos Aires, Argentina. Su trayectoria, marcada por su talento en la comedia y la música, está íntimamente ligada a su papel en el grupo humorístico-musical “Les Luthiers”, del cual fue uno de los miembros fundadores y uno de los más queridos hasta su fallecimiento el 21 de agosto de 2015.
Rabinovich inició su formación en un campo diferente al de la comedia. Se graduó como notario público en 1969, una profesión que ejerció brevemente antes de dedicarse plenamente al arte escénico. Su transición del derecho a la comedia fue el resultado de una pasión temprana por el teatro y la música.
En 1967, Rabinovich, junto con Marcos Mundstock, Jorge Maronna, Carlos López Puccio y Carlos Núñez Cortés, fundó el grupo “Les Luthiers”. Este grupo revolucionó el entretenimiento en América Latina. Rabinovich tocaba diversos instrumentos, incluyendo la guitarra y el violín, así como creaciones peculiares como el “bass-pipe a vara” y el “calephone”.
Su humor, caracterizado por un ingenio agudo y un sentido del absurdo, le permitió conectar con el público. “Nos enseñó a reír muchísimo. Era un descendiente directo de Cantinflas. Un tipo que se trababa con las palabras y era una delicia ver cómo intentaba salir ante la presión de Marcos que lo apuraba”, declaró Carlos Nuñez sobre Rabinovich.
A lo largo de su carrera, Rabinovich y Les Luthiers recibieron numerosos premios y reconocimientos, incluyendo la Orden de Isabel la Católica otorgada por el gobierno español y el premio Grammy Latino a la excelencia musical.
En 2012, Rabinovich sufrió un infarto durante una gira por Uruguay, lo que marcó el inicio de una serie de problemas cardiovasculares que eventualmente llevaron a su fallecimiento. Su última actuación con Les Luthiers tuvo lugar el 31 de enero de 2015 en el Gran Rex de Buenos Aires, cerrando una etapa importante en la historia del grupo.
Caja de Citas: frases de Daniel Rabinovich
Los inicios en la música: “Yo me metí en el coro de derecho y encontré dos cosas. El director no me gustaba mucho, y los integrantes eran no más de veinticinco personas y no había ni una mina que yo dijera, uy, esta es... Entonces, me fui volando a buscar otro coro”.
El surgimiento de Les Luthiers: “En el 72, empezamos a ganar dinero, los luthiers. No lo podíamos creer, y todos dejamos de trabajar en lo que trabajábamos. Somos muy conscientes de que el grupo no es uno más el otro, sino uno por el otro, por el otro. Yo no soy gracioso contando solo nada. Yo soy gracioso con mi grupo”.
Reflexiones sobre su personalidad: “Yo no me siento melancólico, pero sí soy un tipo muy serio, muy serio, muy responsable de todo y me hago cargo del mundo en el que me toca, de la vida, de mi gente, mi familia, mis amigos. Soy muy sociable, muy conectado y muy sensible”.
La historia del apellido Rabinovich: “Mi bisabuelo se llamaba Bernardo Alevi y era religioso. Por lo tanto, en Rusia, donde él vivía, no había hecho el servicio militar porque no podía tocar las armas. En consecuencia, era un indocumentado. Cuando empezaron las persecuciones, se le ocurrió salir de ahí con su familia, compró, robó, consiguió, no sé, esa parte no la sé, el documento de un señor que sí había hecho el servicio militar y se llamaba Rabinovich. Con ese documento, pudo salir con su familia y vino sobre 1890 a la Argentina y ahí quedó ese apellido para mi familia”.
Su carrera académica y musical: “Siempre fui, desde chico, muy inquieto. Me gustaban y me siguen gustando muchas cosas. Todas las cosas de lo que se llama en España manitas. Electricidad, carpintería, armar y desarmar cosas. Desde muy pibe me gustaba todo eso. Y, cuando empecé el colegio, empecé también a hacer deportes de forma más regular porque superé el asma infantil. Y, entonces, para mí, todo el secundario, que me fue muy bien, fue deportes, el colegio y música. Y me fue fenómeno”.
Dilemas vocacionales: “Pero ahí empezó, cuando se fue terminando el secundario, empezó para mí un lío gordo. No sabía qué hacer. No sabía si estudiar Medicina, Ingeniería. Quería operar gente con un bisturí en la mano y quería hacer un puente. Quería manejar un avión, quería correr coches de carrera, quería andar a caballo. No tenía idea. El derecho, por supuesto, no estaba ahí. Y, por supuesto, que estudié Derecho. Hice el curso de Orientación Vocacional”.
La influencia familiar y sus primeros pasos en la música: “En casa había un piano que estudiaban mi hermano mayor y mi hermana menor. Yo, para diferenciarme, preferí estudiar violín. Pedí un violín y me lo dieron. A mis siete años, yo me fui a vivir a Mendoza y tuve mi primer profesor de violín los dos o tres años que viví en Mendoza. Y cuando volví, estudié con Enrique López y Vels. Y me fue muy bien porque él me enseñó mucha música, más que violín”.
*Declaraciones de Daniel Rabinovich para la entrevista en “Canal de la Ciudad,” emitido en Buenos Aires, Argentina, el 20 de abril de 2015.
Daniel Abraham Rabinovich Aratuz, conocido cariñosamente como “Neneco”, nació el 18 de noviembre de 1943 en Buenos Aires, Argentina. Su trayectoria, marcada por su talento en la comedia y la música, está íntimamente ligada a su papel en el grupo humorístico-musical “Les Luthiers”, del cual fue uno de los miembros fundadores y uno de los más queridos hasta su fallecimiento el 21 de agosto de 2015.
Rabinovich inició su formación en un campo diferente al de la comedia. Se graduó como notario público en 1969, una profesión que ejerció brevemente antes de dedicarse plenamente al arte escénico. Su transición del derecho a la comedia fue el resultado de una pasión temprana por el teatro y la música.
En 1967, Rabinovich, junto con Marcos Mundstock, Jorge Maronna, Carlos López Puccio y Carlos Núñez Cortés, fundó el grupo “Les Luthiers”. Este grupo revolucionó el entretenimiento en América Latina. Rabinovich tocaba diversos instrumentos, incluyendo la guitarra y el violín, así como creaciones peculiares como el “bass-pipe a vara” y el “calephone”.
Su humor, caracterizado por un ingenio agudo y un sentido del absurdo, le permitió conectar con el público. “Nos enseñó a reír muchísimo. Era un descendiente directo de Cantinflas. Un tipo que se trababa con las palabras y era una delicia ver cómo intentaba salir ante la presión de Marcos que lo apuraba”, declaró Carlos Nuñez sobre Rabinovich.
A lo largo de su carrera, Rabinovich y Les Luthiers recibieron numerosos premios y reconocimientos, incluyendo la Orden de Isabel la Católica otorgada por el gobierno español y el premio Grammy Latino a la excelencia musical.
En 2012, Rabinovich sufrió un infarto durante una gira por Uruguay, lo que marcó el inicio de una serie de problemas cardiovasculares que eventualmente llevaron a su fallecimiento. Su última actuación con Les Luthiers tuvo lugar el 31 de enero de 2015 en el Gran Rex de Buenos Aires, cerrando una etapa importante en la historia del grupo.
Caja de Citas: frases de Daniel Rabinovich
Los inicios en la música: “Yo me metí en el coro de derecho y encontré dos cosas. El director no me gustaba mucho, y los integrantes eran no más de veinticinco personas y no había ni una mina que yo dijera, uy, esta es... Entonces, me fui volando a buscar otro coro”.
El surgimiento de Les Luthiers: “En el 72, empezamos a ganar dinero, los luthiers. No lo podíamos creer, y todos dejamos de trabajar en lo que trabajábamos. Somos muy conscientes de que el grupo no es uno más el otro, sino uno por el otro, por el otro. Yo no soy gracioso contando solo nada. Yo soy gracioso con mi grupo”.
Reflexiones sobre su personalidad: “Yo no me siento melancólico, pero sí soy un tipo muy serio, muy serio, muy responsable de todo y me hago cargo del mundo en el que me toca, de la vida, de mi gente, mi familia, mis amigos. Soy muy sociable, muy conectado y muy sensible”.
La historia del apellido Rabinovich: “Mi bisabuelo se llamaba Bernardo Alevi y era religioso. Por lo tanto, en Rusia, donde él vivía, no había hecho el servicio militar porque no podía tocar las armas. En consecuencia, era un indocumentado. Cuando empezaron las persecuciones, se le ocurrió salir de ahí con su familia, compró, robó, consiguió, no sé, esa parte no la sé, el documento de un señor que sí había hecho el servicio militar y se llamaba Rabinovich. Con ese documento, pudo salir con su familia y vino sobre 1890 a la Argentina y ahí quedó ese apellido para mi familia”.
Su carrera académica y musical: “Siempre fui, desde chico, muy inquieto. Me gustaban y me siguen gustando muchas cosas. Todas las cosas de lo que se llama en España manitas. Electricidad, carpintería, armar y desarmar cosas. Desde muy pibe me gustaba todo eso. Y, cuando empecé el colegio, empecé también a hacer deportes de forma más regular porque superé el asma infantil. Y, entonces, para mí, todo el secundario, que me fue muy bien, fue deportes, el colegio y música. Y me fue fenómeno”.
Dilemas vocacionales: “Pero ahí empezó, cuando se fue terminando el secundario, empezó para mí un lío gordo. No sabía qué hacer. No sabía si estudiar Medicina, Ingeniería. Quería operar gente con un bisturí en la mano y quería hacer un puente. Quería manejar un avión, quería correr coches de carrera, quería andar a caballo. No tenía idea. El derecho, por supuesto, no estaba ahí. Y, por supuesto, que estudié Derecho. Hice el curso de Orientación Vocacional”.
La influencia familiar y sus primeros pasos en la música: “En casa había un piano que estudiaban mi hermano mayor y mi hermana menor. Yo, para diferenciarme, preferí estudiar violín. Pedí un violín y me lo dieron. A mis siete años, yo me fui a vivir a Mendoza y tuve mi primer profesor de violín los dos o tres años que viví en Mendoza. Y cuando volví, estudié con Enrique López y Vels. Y me fue muy bien porque él me enseñó mucha música, más que violín”.
*Declaraciones de Daniel Rabinovich para la entrevista en “Canal de la Ciudad,” emitido en Buenos Aires, Argentina, el 20 de abril de 2015.