Stephen King: una pesadilla encantadora que incomoda al canon literario
Su extensa obra literaria ha desencadenado una diversidad de opiniones entre críticos y aficionados a la lectura, generando un fenómeno único en la literatura contemporánea. Es tan significativo su impacto en la cultura popular, que se venden camisetas y hasta juguetes con su figura.
Carlos Torres T.
Pensar en literatura de terror es pensar en Stephen King. Cuando evocamos los clásicos del género, inevitablemente la S y la K se dibujan en la imaginación. Si nos preguntan por el payaso asesino más famoso de la ficción, la respuesta es obvia. Y ni hablar de Carrie y Jack Torrance, dos de los personajes más icónicos en la historia del cine. ¿En la hoja en blanco de quién nacieron? En la de SK.
Lee en Cromos: Estas son las críticas de Stephen King a Trump y su emotivo respaldo a Harris
Abundan los maestros del terror (Peter Straub, Clive Barker, Anna Rice y Pilar Pedraza), pero ninguno se compara con el oriundo de Portland, Maine. Su popularidad ha levantado ampollas y gangrenas en los analistas del canon literario. Harold Bloom menospreció sus novelas por considerarlas simples historias de género.
Cuando el autor de It, El resplandor y Carrie recibió la Medalla de la National Book Foundation en Estados Unidos, Bloom pegó el grito en las aulas: “La decisión de otorgar este premio anual por su contribución es extraordinaria, lo que significa otro punto bajo en el proceso de embrutecimiento de nuestra vida cultural. He descrito a King en el pasado como un escritor de novelas terribles, pero tal vez incluso eso sea demasiado amable. No comparte nada con Edgar Allan Poe. Es un escritor inadecuado, frase por frase, párrafo por párrafo, libro por libro. La industria editorial ha caído terriblemente para otorgarle a King un premio vitalicio que recayó en los novelistas Saul Bellow y Philip Roth, y en el dramaturgo Arthur Miller”.
Te puede interesar: Un capítulo de la novela de Stephen King: “Holly”
La opinión de Bloom la comparten una buena parte de los académicos de prestigiosas universidades. Por suerte, hay otro sector que se distancia de la visión canónica y en cambio se ha dedicado a estudiar a King como un fenómeno genial que ha vendido más de 500 millones de ejemplares en casi todos los idiomas.
Stephen King es un imán
King es dueño de un estilo literario que aborda los miedos primordiales de la humanidad. Sus obras exploran temas psicológicos, la lucha entre el bien y el mal, la naturaleza de la violencia y la fragilidad actual. La mayoría de los que han leído sus novelas y cuentos han caído rendidos a su narrativa envolvente y a sus historias cautivadoras que van más allá del simple entretenimiento.
Ariel Bosi, autor de Todo sobre King, dijo en exclusiva a El Espectador que es difícil de aterrizar su genialidad: “No se le puede criticar mucho a un tipo que hace 50 años escribe. Pocos como él te permiten conectar con personajes de historias que son ficción y que asoman una realidad muy especial. Me han entretenido, divertido y angustiado, sus piezas escritas y adaptadas despiertan un sinfín de sentimientos en los lectores que se sienten reflejados en sus personajes”.
Otro de los aciertos de SK es haber logrado la popularización de la lectura. Gracias a sus piezas, el poderoso acto de leer dejó de ser un lujo para pocos, pues la clave de sus obras está en su accesibilidad (se consiguen en ediciones económicas) y en la sencillez con la que escribe, lo que ha motivado a millones a adentrarse ensu universo.
Sobre su efecto en la industria editorial, Bosi piensa en el implacable Bloom: “Es un autor que está escribiendo para las masas, para millones y millones de personas que se sienten identificados con su voz. Si hay a alguien que conecta con tanta gente, ¿por qué lo vas a destruir? ¿Por qué estás contra lo popular? No tienen sentido sus críticas, sobre todo considerando que la literatura ha perdido un montón de terreno frente a lo audiovisual”.
A pesar de la polarización...
Independientemente del bando en el que te encuentres (el de Bloom o el de los lectores constantes), es innegable el impacto y la influencia de King en la literatura. Sus tramas se han adaptado al cine, la televisión y las plataformas streaming, lo que ha contribuido a su perdurabilidad en el mercado (se acaba de publicar en español el libro de cuentos Si te gusta la oscuridad).
A diferencia de los genios que Bloom nombra en su Canon Occidental, desde los setenta King viene dejando una huella indeleble en la cultura popular y ha hecho que la literatura sea atractiva para una audiencia diversa. Escritores y guionistas contemporáneos sucumbieron al encanto de sus historias, incluso han dicho con orgullo que se dedicaron a la narrativa gracias a él.
Mariana Enríquez, la escritora argentina elogiada por The New York Times, es una defensora de su legado. En varias entrevistas ha manifestado que le daría el Nobel de Literatura. “Cuando era pequeña, un tío me regaló para Navidad la novela Cementerio de animales. Me asusté como nunca en mi vida. Y esa sensación de adrenalina me impulsó las ganas de escribir y de escribir terror”, confesó.
Los creadores y guionistas Damon L. Lindelof, de Lost, y los hermanos Duffer, de Stranger Things, son otros que se han declarado fanáticos. Sus series son un homenaje continuo a toda su obra que, además de terror, se adentra en el género policial, la fantasía y la ciencia ficción. Lo anterior refleja la buena salud de los relatos de SK, que en medio siglo de carrera sigue seduciendo a las grandes productoras.
Por encima de los que están a favor y en contra de lo que escribe, hay que reconocer que es el autor de los “más”: el “más” leído, el “más” adaptado, el “más” prolífico y el “más” esperado por los fieles cada que sale a la luz un libro nuevo. Por su vigencia continúa siendo la gallina de los huevos de oro de las editoriales.
Para terminar, le preguntamos a Ariel Bosi si hay algo que extrañe de SK previo a convertirse en el mito. Esto respondió el experto: “Su sentido del humor es increíble, ese es un aspecto que extraño del King de los ochenta. Aunque también me gusta la forma en que ha madurado, sí me hace falta un poco del humor negro espectacular de sus primeras novelas”.
Pensar en literatura de terror es pensar en Stephen King. Cuando evocamos los clásicos del género, inevitablemente la S y la K se dibujan en la imaginación. Si nos preguntan por el payaso asesino más famoso de la ficción, la respuesta es obvia. Y ni hablar de Carrie y Jack Torrance, dos de los personajes más icónicos en la historia del cine. ¿En la hoja en blanco de quién nacieron? En la de SK.
Lee en Cromos: Estas son las críticas de Stephen King a Trump y su emotivo respaldo a Harris
Abundan los maestros del terror (Peter Straub, Clive Barker, Anna Rice y Pilar Pedraza), pero ninguno se compara con el oriundo de Portland, Maine. Su popularidad ha levantado ampollas y gangrenas en los analistas del canon literario. Harold Bloom menospreció sus novelas por considerarlas simples historias de género.
Cuando el autor de It, El resplandor y Carrie recibió la Medalla de la National Book Foundation en Estados Unidos, Bloom pegó el grito en las aulas: “La decisión de otorgar este premio anual por su contribución es extraordinaria, lo que significa otro punto bajo en el proceso de embrutecimiento de nuestra vida cultural. He descrito a King en el pasado como un escritor de novelas terribles, pero tal vez incluso eso sea demasiado amable. No comparte nada con Edgar Allan Poe. Es un escritor inadecuado, frase por frase, párrafo por párrafo, libro por libro. La industria editorial ha caído terriblemente para otorgarle a King un premio vitalicio que recayó en los novelistas Saul Bellow y Philip Roth, y en el dramaturgo Arthur Miller”.
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La opinión de Bloom la comparten una buena parte de los académicos de prestigiosas universidades. Por suerte, hay otro sector que se distancia de la visión canónica y en cambio se ha dedicado a estudiar a King como un fenómeno genial que ha vendido más de 500 millones de ejemplares en casi todos los idiomas.
Stephen King es un imán
King es dueño de un estilo literario que aborda los miedos primordiales de la humanidad. Sus obras exploran temas psicológicos, la lucha entre el bien y el mal, la naturaleza de la violencia y la fragilidad actual. La mayoría de los que han leído sus novelas y cuentos han caído rendidos a su narrativa envolvente y a sus historias cautivadoras que van más allá del simple entretenimiento.
Ariel Bosi, autor de Todo sobre King, dijo en exclusiva a El Espectador que es difícil de aterrizar su genialidad: “No se le puede criticar mucho a un tipo que hace 50 años escribe. Pocos como él te permiten conectar con personajes de historias que son ficción y que asoman una realidad muy especial. Me han entretenido, divertido y angustiado, sus piezas escritas y adaptadas despiertan un sinfín de sentimientos en los lectores que se sienten reflejados en sus personajes”.
Otro de los aciertos de SK es haber logrado la popularización de la lectura. Gracias a sus piezas, el poderoso acto de leer dejó de ser un lujo para pocos, pues la clave de sus obras está en su accesibilidad (se consiguen en ediciones económicas) y en la sencillez con la que escribe, lo que ha motivado a millones a adentrarse ensu universo.
Sobre su efecto en la industria editorial, Bosi piensa en el implacable Bloom: “Es un autor que está escribiendo para las masas, para millones y millones de personas que se sienten identificados con su voz. Si hay a alguien que conecta con tanta gente, ¿por qué lo vas a destruir? ¿Por qué estás contra lo popular? No tienen sentido sus críticas, sobre todo considerando que la literatura ha perdido un montón de terreno frente a lo audiovisual”.
A pesar de la polarización...
Independientemente del bando en el que te encuentres (el de Bloom o el de los lectores constantes), es innegable el impacto y la influencia de King en la literatura. Sus tramas se han adaptado al cine, la televisión y las plataformas streaming, lo que ha contribuido a su perdurabilidad en el mercado (se acaba de publicar en español el libro de cuentos Si te gusta la oscuridad).
A diferencia de los genios que Bloom nombra en su Canon Occidental, desde los setenta King viene dejando una huella indeleble en la cultura popular y ha hecho que la literatura sea atractiva para una audiencia diversa. Escritores y guionistas contemporáneos sucumbieron al encanto de sus historias, incluso han dicho con orgullo que se dedicaron a la narrativa gracias a él.
Mariana Enríquez, la escritora argentina elogiada por The New York Times, es una defensora de su legado. En varias entrevistas ha manifestado que le daría el Nobel de Literatura. “Cuando era pequeña, un tío me regaló para Navidad la novela Cementerio de animales. Me asusté como nunca en mi vida. Y esa sensación de adrenalina me impulsó las ganas de escribir y de escribir terror”, confesó.
Los creadores y guionistas Damon L. Lindelof, de Lost, y los hermanos Duffer, de Stranger Things, son otros que se han declarado fanáticos. Sus series son un homenaje continuo a toda su obra que, además de terror, se adentra en el género policial, la fantasía y la ciencia ficción. Lo anterior refleja la buena salud de los relatos de SK, que en medio siglo de carrera sigue seduciendo a las grandes productoras.
Por encima de los que están a favor y en contra de lo que escribe, hay que reconocer que es el autor de los “más”: el “más” leído, el “más” adaptado, el “más” prolífico y el “más” esperado por los fieles cada que sale a la luz un libro nuevo. Por su vigencia continúa siendo la gallina de los huevos de oro de las editoriales.
Para terminar, le preguntamos a Ariel Bosi si hay algo que extrañe de SK previo a convertirse en el mito. Esto respondió el experto: “Su sentido del humor es increíble, ese es un aspecto que extraño del King de los ochenta. Aunque también me gusta la forma en que ha madurado, sí me hace falta un poco del humor negro espectacular de sus primeras novelas”.