Dos días después de su estreno, “Pinocho” se convirtió en la película más vista en el mundo en Netflix.
Foto: Cortesía: Netflix
Quince años fue el tiempo que tardó el cineasta Guillermo de Toro para crear su versión de Pinocho. Ese personaje que le llamó la atención por ser marginado, por ser visto como un monstruo y no como un niño. Aquella película termina dando una lección de autenticidad: no cambiar para ser aceptados. Entonces, Toro nos sumerge en un mundo de fantasía que habla de las relaciones humanas a través de objetos inanimados que cobran vida. Para lograrlo contrató al mejor equipo de animadores, porque lo que quería hacer era un largometraje en stop...
Por Danelys Vega Cardozo
Comunicadora social y periodista de la Universidad de La Sabana con énfasis en periodismo internacional y comunicación política, y un diplomado en comunicación y periodismo de moda. Perteneció al semillero de investigación Acción social y Comunidades, bajo el proyecto Educaré.danelys_vegadvega@elespectador.com
Temas recomendados:
Sin comentarios aún. Suscribete e inicia la conversación