Rosmira Rinkevich, entre muchos de los habitantes de Israel que viven en medio del fuego cruzado entre este país y Palestina.
Foto: Rosmira Rinkevich
Eran las 6 de la mañana. La colombiana Rosmira Rinkevich y su esposo estaban durmiendo. Los despertaron los sonidos de las alarmas, los misiles y las balas. La casa se movía. Recibieron un mensaje con la orden de encerrarse. Así fuesen a salir del país, nunca tuvieron que echar llave antes de este día, así que cuando fueron a obedecer las recomendaciones no supieron cómo asegurar la casa. No con llaves, ni cerrojos, ni candados. De cualquier modo lo lograron. Salieron corriendo al refugio (tuvieron 15 segundos para entrar y cerrar la puerta)...
Por Laura Camila Arévalo Domínguez
Periodista en el Magazín Cultural de El Espectador desde 2018 y editora de la sección desde 2023. Autora de "El refugio de los tocados", el pódcast de literatura de este periódico.@lauracamilaadlarevalo@elespectador.com