Todd Haynes tras las huellas de The Velvet Underground
El aclamado director estadounidense recoge en un extraordinario documental la génesis y desarrollo de uno de los grupos musicales más influyentes de todos los tiempos liderado por Lou Reed y John Cale.
Janina Pérez Arias
Todd Haynes tiene una especie de oficina montada en una habitación en el cuarto piso del Hotel Majestic en Cannes. Sobre una inmensa mesa redonda hay papeles, una gruesa carpeta archivadora azul, un portátil, café con leche frío servido en un vaso alto y agua.
“Aquí están todos los testimonios transcritos que aparecen en la película”, dice abriendo la carpeta azul como una ballena dispuesta a engullir todo a su paso. En ella se aglutina prácticamente la extensión sobre papel del documental The Velvet Underground, presentado fuera de competición en el Festival de Cannes, donde tuvo su estreno mundial.
Todd Haynes (Los Ángeles, 1961) es uno de los directores más importantes del cine independiente estadounidense. Lejos del paraíso, Carol o I’m Not There son algunas de sus películas más conocidas, pero esta vez dejó aparcadas las ficciones a las que nos tiene acostumbrados para aceptar un encargo que pronto se convertiría en algo muy suyo y por supuesto en un gran reto. Le puso pasión a la nueva misión y se dispuso a reconstruir la génesis y desarrollo de uno de los grupos es más influyentes de la historia musical a partir de los 60 como lo es The Velvet Underground.
Le invitamos a leer: El diario sobre un secuestro y los afectos en cautiverio
El momento preciso de cuando escuchó por primera vez a esta banda, a Todd Haynes se le enreda en la memoria. Sin embargo tiene muy claro que cuando entró en la universidad hacia 1980 – aunque duda si sería un poco antes-, los sonidos de The Velvet Underground se hicieron más presentes en su vida.
“Yo era muy asiduo a la música de David Bowie, Roxy, The Clash y la New Wave”, revuelve el baúl de los recuerdos, “en sus concierto Bowie interpretaba varias canciones de The Velvet Underground, y yo como muchas personas llegamos a esa banda a través de los covers de Bowie, quien produjo el segundo álbum en solitario de Lou Reed, Transformer (publicado en 1972)”.
Además: Cuando los paramilitares se aliaron con el diablo
Fundada en 1964 por Lou Reed, John Cale, Sterling Morrison y Angus MacLise, The Velvet Underground se desarrolló en el ambiente artístico neoyorquino, sobre todo en el contexto del colectivo The Factory, impulsado Andy Warhol, donde cuenta Haynes que “existía un ambiente artístico muy colaborativo y un interés genuino en el trabajo de los demás”.
El espíritu y filosofía del grupo neoyorquino quedan excelentemente plasmadas en las casi dos horas de duración de este documental. El director admite que con un objeto de estudio como este, “el reto siempre es cómo hacer una historia de la creación de un producto artístico único”.
Puede que el nombre de esta agrupación no retumbe tanto como el de The Beatles o The Rolling Stones, sin embargo en el ADN musical de los artistas de los 70 y 80, y hasta de las décadas posteriores, se hallan significativas referencias de The Velvet Underground. No lo duda ni un segundo, “esta banda inspiró producciones creativas, inspiró a artistas”, sentencia Haynes con entusiasmo.
Tal vez en esa afirmación se encuentra la decisión de Haynes de emprender un viaje hacia los orígenes de esa banda hasta cierto punto temeraria en lo artístico que con su desparpajo y ganas de experimentación empujaría con fuerza desmesurada los moldes de la época. Haynes demuestra que sólo los atrevidos sobreviven, influencian, pasan a la historia y hasta son canonizados. Ese ha sido el caso de The Velvet Underground.
Para el documental Todd Haynes opta por una estética determinada, la impronta visual de los 60 y 70, pantalla compartida, gama de colores característica, apoyándose así mismo en material creado por Warhol. “Esas imágenes nos sitúan en aquellos años, al punto de que ayudan a escuchar la música de una manera diferente”, comenta el cineasta, “así mismo logras entender la novedad que llevaban consigo y por qué se convirtieron en parte del canon musical”.
Reflexiona antes de hacer un conteo del inmenso archivo que reunió para armar este documental se se verá en Colombia a través de Apple TV. Unas 30 horas de películas experimentales con la firma de Warhol, otras 15 horas de fotos, además de varios conciertos y entrevistas.
“Las imágenes y la música nos guían a través de la experiencia cinematográfica”, comenta Haynes, “además de las fantásticas entrevistas con los sobrevivientes de esa época”. Subraya que en este documental fueron entrevistados solamente testigos fidedignos, gente que estuvo allí, “ese fue el criterio de selección”, apunta, y esas voces se enmarcan en el vibrante contexto de aquellos años.
Toman la palabra John Cale, Maureen “Moe” Tucker (baterista de la banda desde 1965), Doug Yule (el sustituto de Cale desde 1968), los realizadores John Waters y Jonas Mekas – justo antes de morir en enero de 2019-, el compositor La Monte Young, la icónica Mary Woronov, Martha Morrison – la viuda de Sterling Morrison que murió en 1995-, entre muchos otros.
El director lamenta que Lou Reed, quien falleciera en 2013, no diera su testimonio desde el presente, sin embargo su presencia a lo largo del documental es muy vívida.
La pandemia prácticamente obligó a Todd Haynes a concluir la edición de esta película, la cual tras su primera proyección, con mucha razón, fue encumbrada como una de las mejores en su género.
“Fue como encerrarme en una burbuja creativa con mi editor”, rememora esos días de arduo trabajo, “vivimos momentos difíciles y locos, pero me siento afortunado ya que me permitió dejar muchas cosas para concentrarme de lleno en The Velvet Underground”.
Todd Haynes tiene una especie de oficina montada en una habitación en el cuarto piso del Hotel Majestic en Cannes. Sobre una inmensa mesa redonda hay papeles, una gruesa carpeta archivadora azul, un portátil, café con leche frío servido en un vaso alto y agua.
“Aquí están todos los testimonios transcritos que aparecen en la película”, dice abriendo la carpeta azul como una ballena dispuesta a engullir todo a su paso. En ella se aglutina prácticamente la extensión sobre papel del documental The Velvet Underground, presentado fuera de competición en el Festival de Cannes, donde tuvo su estreno mundial.
Todd Haynes (Los Ángeles, 1961) es uno de los directores más importantes del cine independiente estadounidense. Lejos del paraíso, Carol o I’m Not There son algunas de sus películas más conocidas, pero esta vez dejó aparcadas las ficciones a las que nos tiene acostumbrados para aceptar un encargo que pronto se convertiría en algo muy suyo y por supuesto en un gran reto. Le puso pasión a la nueva misión y se dispuso a reconstruir la génesis y desarrollo de uno de los grupos es más influyentes de la historia musical a partir de los 60 como lo es The Velvet Underground.
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El momento preciso de cuando escuchó por primera vez a esta banda, a Todd Haynes se le enreda en la memoria. Sin embargo tiene muy claro que cuando entró en la universidad hacia 1980 – aunque duda si sería un poco antes-, los sonidos de The Velvet Underground se hicieron más presentes en su vida.
“Yo era muy asiduo a la música de David Bowie, Roxy, The Clash y la New Wave”, revuelve el baúl de los recuerdos, “en sus concierto Bowie interpretaba varias canciones de The Velvet Underground, y yo como muchas personas llegamos a esa banda a través de los covers de Bowie, quien produjo el segundo álbum en solitario de Lou Reed, Transformer (publicado en 1972)”.
Además: Cuando los paramilitares se aliaron con el diablo
Fundada en 1964 por Lou Reed, John Cale, Sterling Morrison y Angus MacLise, The Velvet Underground se desarrolló en el ambiente artístico neoyorquino, sobre todo en el contexto del colectivo The Factory, impulsado Andy Warhol, donde cuenta Haynes que “existía un ambiente artístico muy colaborativo y un interés genuino en el trabajo de los demás”.
El espíritu y filosofía del grupo neoyorquino quedan excelentemente plasmadas en las casi dos horas de duración de este documental. El director admite que con un objeto de estudio como este, “el reto siempre es cómo hacer una historia de la creación de un producto artístico único”.
Puede que el nombre de esta agrupación no retumbe tanto como el de The Beatles o The Rolling Stones, sin embargo en el ADN musical de los artistas de los 70 y 80, y hasta de las décadas posteriores, se hallan significativas referencias de The Velvet Underground. No lo duda ni un segundo, “esta banda inspiró producciones creativas, inspiró a artistas”, sentencia Haynes con entusiasmo.
Tal vez en esa afirmación se encuentra la decisión de Haynes de emprender un viaje hacia los orígenes de esa banda hasta cierto punto temeraria en lo artístico que con su desparpajo y ganas de experimentación empujaría con fuerza desmesurada los moldes de la época. Haynes demuestra que sólo los atrevidos sobreviven, influencian, pasan a la historia y hasta son canonizados. Ese ha sido el caso de The Velvet Underground.
Para el documental Todd Haynes opta por una estética determinada, la impronta visual de los 60 y 70, pantalla compartida, gama de colores característica, apoyándose así mismo en material creado por Warhol. “Esas imágenes nos sitúan en aquellos años, al punto de que ayudan a escuchar la música de una manera diferente”, comenta el cineasta, “así mismo logras entender la novedad que llevaban consigo y por qué se convirtieron en parte del canon musical”.
Reflexiona antes de hacer un conteo del inmenso archivo que reunió para armar este documental se se verá en Colombia a través de Apple TV. Unas 30 horas de películas experimentales con la firma de Warhol, otras 15 horas de fotos, además de varios conciertos y entrevistas.
“Las imágenes y la música nos guían a través de la experiencia cinematográfica”, comenta Haynes, “además de las fantásticas entrevistas con los sobrevivientes de esa época”. Subraya que en este documental fueron entrevistados solamente testigos fidedignos, gente que estuvo allí, “ese fue el criterio de selección”, apunta, y esas voces se enmarcan en el vibrante contexto de aquellos años.
Toman la palabra John Cale, Maureen “Moe” Tucker (baterista de la banda desde 1965), Doug Yule (el sustituto de Cale desde 1968), los realizadores John Waters y Jonas Mekas – justo antes de morir en enero de 2019-, el compositor La Monte Young, la icónica Mary Woronov, Martha Morrison – la viuda de Sterling Morrison que murió en 1995-, entre muchos otros.
El director lamenta que Lou Reed, quien falleciera en 2013, no diera su testimonio desde el presente, sin embargo su presencia a lo largo del documental es muy vívida.
La pandemia prácticamente obligó a Todd Haynes a concluir la edición de esta película, la cual tras su primera proyección, con mucha razón, fue encumbrada como una de las mejores en su género.
“Fue como encerrarme en una burbuja creativa con mi editor”, rememora esos días de arduo trabajo, “vivimos momentos difíciles y locos, pero me siento afortunado ya que me permitió dejar muchas cosas para concentrarme de lleno en The Velvet Underground”.