“Todo terminará con la primera lluvia”, lo que nos abriga y nos aniquila
Sobre “Todo terminará con la primera lluvia”, un libro compuesto por ocho cuentos del autor Jorge Salazar Vergara.
Víctor Ahumada
En el póstumo libro París era una fiesta (1964), Ernest Hemingway cuenta las andanzas junto a su esposa, Hadley Richardson, en esa ciudad durante los años 20. Por medio de visitas a museos, largas caminatas, conversaciones con libreros o diarias idas a cafés y restaurantes, el escritor norteamericano nos describe el ambiente parisino. Contado así, el libro puede parecer pura frivolidad, pero no lo es. Durante esos años en París, el escritor norteamericano no solo se desempeñaba como corresponsal, sino que también forjaba los inicios de su carrera literaria.
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En el póstumo libro París era una fiesta (1964), Ernest Hemingway cuenta las andanzas junto a su esposa, Hadley Richardson, en esa ciudad durante los años 20. Por medio de visitas a museos, largas caminatas, conversaciones con libreros o diarias idas a cafés y restaurantes, el escritor norteamericano nos describe el ambiente parisino. Contado así, el libro puede parecer pura frivolidad, pero no lo es. Durante esos años en París, el escritor norteamericano no solo se desempeñaba como corresponsal, sino que también forjaba los inicios de su carrera literaria.
Es por ello que en este libro uno puede encontrar, además de vinos o platos exquisitos, serías reflexiones sobre el oficio de la escritura. Como cuando escribe: “En aquel cuarto tomé la decisión de escribir un cuento sobre cada cosa que me fuera familiar”. Un consejo sensato el del escritor norteamericano, sin duda.
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Pero llegados a esta frase debo decir que no es del libro de Hemingway del que quisiera hablar, sino del libro de cuentos Todo terminará con la primera lluvia, publicado en 2022 por Escarabajo Editorial, cuya autoría obedece al joven escritor barranquillero Jorge Salazar Vergara.
¿Qué sabemos del autor? Lo siguiente: Salazar Vergara es abogado y magister en Escrituras Creativas de la Universidad Nacional de Colombia. Ha sido ganador de la octava versión del Concurso Nacional de cuento Ministerio de Educación-RCN con el cuento “Tránsito de muerte”, ha ocupado el segundo puesto en el concurso PoeMarío (Barranquilla) y el tercer puesto en el concurso R.H. Moreno Durán sub 35, en 2021, con el libro de cuentos que aquí nos ocupa.
¿Qué nos ofrece este libro? Partiendo de la brevedad y la sinceridad, diremos que lo primero y lo último que debe tener todo libro que explore este género: buenos cuentos. A pesar de ser un libro corto, menos de cien páginas, los cuentos cumplen con lo que todo cuento debe cumplir: contar una historia, mantener la tensión y enganchar al lector.
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Todo terminará con la primera lluvia es un libro compuesto por ocho relatos cuyos títulos son: “La vida que vendrá”, “Jaguares, lobos y algunos perros salvajes, “Intruso”, “Todo este dolor secreto”, “El río entre la noche”, “Todo terminará con la primera lluvia”, “Un canto de pájaro muere en la oscuridad” y “Cetáceo”.
El primer cuento con el cual se abre este libro nos muestra a un hombre que llega a un bar para, aparentemente, esperar a su esposa, con quien discutirá un cambio en el final de una obra de la cual ella hace parte y cuyas funciones serán programadas en el teatro Amira de la Rosa. Sin embargo, durante esa estancia en el bar, dicho hombre empieza a ser presa de ciertos devaneos que le presentan las múltiples situaciones que puede traer esa conversación, todas ellas con desenlaces poco favorables.
El segundo, uno de los más logrados del libro, nos narra la manera en la que un padre mata un perro que le ha regalado la hermana de su esposa a su hijo. El argumento puede parecer simple, pero no lo es. En este cuento las acciones y los gestos definen a los personajes. En algunos prima el miedo, en otros la angustia, y en otros la opresión. Este cuento nos deja saber sobre la existencia de una gran tensión que da cuenta cómo cada familia arrastra su propia infelicidad, para parafrasear un tanto a Tolstói.
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El tercer cuento es una acertada descripción de la cadena de sentimientos, tanto positivos como negativos, que puede sentir un hijo cuyo padre ha muerto, cuya hermana ha estado ausente y cuya madre sufre una enfermedad dolorosa y terrible como el Alzheimer. Aquí las enfermedades y los sentimientos se nos muestran como dos elementos que minan por igual al ser humano.
El cuarto plantea, por medio del difícil comportamiento de un miembro familiar, lo complicado que resulta poder expresar nuestros más íntimos secretos y cómo los embates de la existencia desnudan la fragilidad del individuo.
El quinto pone en perspectiva el sórdido rito de iniciación que le impone una familia a sus descendientes más jóvenes. Por medio de una dura prueba se establece la transición vital y se abre paso la pérdida de la inocencia.
El sexto cuento, que da título al libro, es, a mi juicio, el mejor de todos. Con una gran maestría, y un estilo lacónico, el autor nos expone una situación que refleja esas perplejidades que contiene la vida en pareja. Tomando como escenario un matrimonio, el autor nos narra un drama cuya resolución, intuimos, traerá esa lluvia que terminará con todo.
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El séptimo es otro de los cuentos que está magníficamente escrito. Luego de largo tiempo fuera de esa casa de infancia, un hijo regresa para ver a su madre, que está por morir. En ese regreso experimenta el recuerdo de duras situaciones vividas por él allí. Esto le recuerda que no solo la ciudad nos sigue, como reza cierto poema, sino que también lo hacen los lugares. Veamos el final: “A su lado, tan cerca, siento que cada objeto evoca un martirio, una súplica. Que cada cuarto, cada baño, cada rincón de esta casa tiene un golpe de pared y una cavidad por la que viajan todos los gritos que se profirieron hasta este día. Por un momento, mientras cierro los párpados de mi madre, tengo la sensación de que los sonidos del mundo se amplifican y que puedo escucharlos todos, entre ellos, agitado por la brisa, el canto de un pájaro morir en la oscuridad”.
El octavo y último cuento, que hace parte del libro de Salazar Vergara, se emparenta, a mi juicio, con aquel cuento titulado “La puerta cerrada”, del escritor boliviano Edmundo Paz Soldán. En ambos cuentos se resalta la figura de un padre muerto cuya aparente bondad es digna de resaltar para quienes se encuentran alrededor del féretro. Sin embargo, por toda la situación que acontece alrededor del rito fúnebre, veremos que detrás de esa bondad se esconde cierta sordidez.
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¿Por qué leer este libro? Porque estos cuentos están bien escritos, pero, sobre todo, porque Jorge Salazar Vergara toma, directa o indirectamente, el consejo del maestro norteamericano y nos entrega un puñado de relatos en los que todo aquello que nos es familiar, e incluso la familia misma para el caso de sus textos, no solo nos abriga, sino que también nos aniquila.