Tom Petty, Persona del Año en los Grammy

Tom Petty siempre ha entendido la música como un proceso colectivo. Después de ver a Elvis Presley en escena, supo que quería ser artista, pero veía a la estrella sobre la tarima mover la pelvis y las rodillas sin el debido respaldo sonoro. Al poco tiempo tuvo ante sus ojos a los Beatles y la noción fue tomando forma gracias a la inclusión de un bajo, dos guitarras y una batería acompañando el recurso de la voz humana.

A su natal Gainesville, en Florida, eran pocos los artistas que llegaban a presentarse en concierto y por eso la televisión fue esencial para que Thomas Earl Petty, nombre de pila de Tom Petty, se inclinara por la música como opción vital. La transmisión de los shows en vivo y en directo, el material de archivo de orquestas, grupos de cámara y figuras de la escena popular, así como los programas de entrevistas a los músicos de la época, fueron los programas de su predilección.

Mientras los veía desfilar en su receptor en blanco y negro, sus sueños, a todo color, comenzaron a cristalizarse cuando manifestó en público su intención de hacer música y muchos de sus amigos se sumaron al deseo. Algunos lo hicieron por capricho, unos más vieron en el arte sonoro una excusa para ser reconocidos en el ámbito local, y otros de inmediato empezaron a proponer nombres y a seleccionar canciones de elemental interpretación.

El proceso de selección, a decir verdad, no fue nada complejo. El rigor de los ensayos, la disciplina para perfeccionar la técnica en cada instrumento y, sobre todo, el voltaje de Tom Petty, el más comprometido en la causa, hicieron que no solamente quedaran los mejores sino también los más dispuestos. Ya cuando las rutinas estuvieron afinadas, saltaron a la discusión nombres como The Sundowners, The Epics y Mudcrutch.

El elemento que conectaba a estas tres bandas era un muchacho delgado en extremo, rubio, peinado por la mitad y de barba en ese entonces incipiente. The Sundowners fue el primer proyecto colectivo de Tom Petty y le sirvió para establecer qué era lo que no quería hacer con su agrupación. Marginó a algunos de sus compañeros y, con el respaldo cómplice de Mike Campbell y Benmont Tench, se adentró en propuestas más sólidas, como The Epics y Mudcrutch, con las que en definitiva enrutó su sendero.

A mediados de la década de los 70, su sonido estaba maduro y gracias a eso el hombre diestro en la interpretación de varios instrumentos tuvo la idea de fundar la banda con la que se consagró en el rock, Tom Petty & The Heartbreakers. Dos discos fueron suficientes para que su fama dejara atrás las fronteras continentales, y las carátulas de Tom Petty & The Heartbreakers (1976) y You’re Gonna Get It! (1978) rotaban entre públicos juveniles en las principales ciudades de Estados Unidos y de Europa.

Desde su debut discográfico, el grupo ha tenido una presencia constante en el mercado y su más reciente álbum, Hypnotic Eyes (2014), impactó también a las generaciones nacidas durante este nuevo milenio. A pesar de su compromiso con los Heartbreakers, Tom Petty ha realizado tres trabajos discográficos como solista y tuvo una exploración memorable en otros formatos, en compañía de músicos como George Harrison, Jeff Lynne, Roy Orbison, Bob Dylan y Jim Keltner. A esta reunión de superestrellas de la música se le conoció como The Traveling Wilburys.

Por su presencia constante en el ámbito del rock, la Academia de Industrias y Ciencias de la Grabación, entidad creadora del premio Grammy, determinó en septiembre de 2016 que Tom Petty sería la Persona del Año en 2017. Este reconocimiento, uno de los principales galardones de la jornada, se entregó durante una velada previa realizada en el Centro de Convenciones de Los Ángeles (California), el sábado 10 de febrero.

Artistas de diferentes generaciones elaboraron versiones novedosas de algunas de las canciones más importantes de Tom Petty. American Girl, Walls, You Wreck Me, Time to Move On o Honey Bee se escucharon en la ceremonia previa a la entrega de los demás gramófonos. El multiinstrumentista del rock, el artista del sentido colectivo, tiene ahora en su poder uno de los pocos reconocimientos que le faltaba recibir. Ya puede decir que es la persona del año en la música.

Tom Petty siempre ha entendido la música como un proceso colectivo. Después de ver a Elvis Presley en escena, supo que quería ser artista, pero veía a la estrella sobre la tarima mover la pelvis y las rodillas sin el debido respaldo sonoro. Al poco tiempo tuvo ante sus ojos a los Beatles y la noción fue tomando forma gracias a la inclusión de un bajo, dos guitarras y una batería acompañando el recurso de la voz humana.

A su natal Gainesville, en Florida, eran pocos los artistas que llegaban a presentarse en concierto y por eso la televisión fue esencial para que Thomas Earl Petty, nombre de pila de Tom Petty, se inclinara por la música como opción vital. La transmisión de los shows en vivo y en directo, el material de archivo de orquestas, grupos de cámara y figuras de la escena popular, así como los programas de entrevistas a los músicos de la época, fueron los programas de su predilección.

Mientras los veía desfilar en su receptor en blanco y negro, sus sueños, a todo color, comenzaron a cristalizarse cuando manifestó en público su intención de hacer música y muchos de sus amigos se sumaron al deseo. Algunos lo hicieron por capricho, unos más vieron en el arte sonoro una excusa para ser reconocidos en el ámbito local, y otros de inmediato empezaron a proponer nombres y a seleccionar canciones de elemental interpretación.

El proceso de selección, a decir verdad, no fue nada complejo. El rigor de los ensayos, la disciplina para perfeccionar la técnica en cada instrumento y, sobre todo, el voltaje de Tom Petty, el más comprometido en la causa, hicieron que no solamente quedaran los mejores sino también los más dispuestos. Ya cuando las rutinas estuvieron afinadas, saltaron a la discusión nombres como The Sundowners, The Epics y Mudcrutch.

El elemento que conectaba a estas tres bandas era un muchacho delgado en extremo, rubio, peinado por la mitad y de barba en ese entonces incipiente. The Sundowners fue el primer proyecto colectivo de Tom Petty y le sirvió para establecer qué era lo que no quería hacer con su agrupación. Marginó a algunos de sus compañeros y, con el respaldo cómplice de Mike Campbell y Benmont Tench, se adentró en propuestas más sólidas, como The Epics y Mudcrutch, con las que en definitiva enrutó su sendero.

A mediados de la década de los 70, su sonido estaba maduro y gracias a eso el hombre diestro en la interpretación de varios instrumentos tuvo la idea de fundar la banda con la que se consagró en el rock, Tom Petty & The Heartbreakers. Dos discos fueron suficientes para que su fama dejara atrás las fronteras continentales, y las carátulas de Tom Petty & The Heartbreakers (1976) y You’re Gonna Get It! (1978) rotaban entre públicos juveniles en las principales ciudades de Estados Unidos y de Europa.

Desde su debut discográfico, el grupo ha tenido una presencia constante en el mercado y su más reciente álbum, Hypnotic Eyes (2014), impactó también a las generaciones nacidas durante este nuevo milenio. A pesar de su compromiso con los Heartbreakers, Tom Petty ha realizado tres trabajos discográficos como solista y tuvo una exploración memorable en otros formatos, en compañía de músicos como George Harrison, Jeff Lynne, Roy Orbison, Bob Dylan y Jim Keltner. A esta reunión de superestrellas de la música se le conoció como The Traveling Wilburys.

Por su presencia constante en el ámbito del rock, la Academia de Industrias y Ciencias de la Grabación, entidad creadora del premio Grammy, determinó en septiembre de 2016 que Tom Petty sería la Persona del Año en 2017. Este reconocimiento, uno de los principales galardones de la jornada, se entregó durante una velada previa realizada en el Centro de Convenciones de Los Ángeles (California), el sábado 10 de febrero.

Artistas de diferentes generaciones elaboraron versiones novedosas de algunas de las canciones más importantes de Tom Petty. American Girl, Walls, You Wreck Me, Time to Move On o Honey Bee se escucharon en la ceremonia previa a la entrega de los demás gramófonos. El multiinstrumentista del rock, el artista del sentido colectivo, tiene ahora en su poder uno de los pocos reconocimientos que le faltaba recibir. Ya puede decir que es la persona del año en la música.