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Tres poemas para celebrar a Joan Manuel Serrat (Verso a verso)

El cantautor nació el 27 de diciembre de 1943 en Barcelona. Hasta el día de hoy, ha publicado más de 45 discos, entre los que se encuentran álbumes de estudio, grabaciones en vivo y recopilaciones de sus éxitos. Mas su obra artística ha estado siempre atravesada por la poesía. Hoy, por motivo de su cumpleaños número 81, recordamos algunas de sus composiciones más emblemáticas.

27 de diciembre de 2024 - 05:01 p. m.
La calidad literaria y musical de su obra llevó a que fuera galardonado con el Premio Princesa de Asturias, que recibió durante una ceremonia en octubre de este año.
La calidad literaria y musical de su obra llevó a que fuera galardonado con el Premio Princesa de Asturias, que recibió durante una ceremonia en octubre de este año.
Foto: EFE - JL Cereijido
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Hace 60 años, Joan Manuel Serrat grabó su primer álbum de estudio, “Una guitarra”. Su puerta de entrada al mundo de la música la hizo en catalán, su idioma natal, y con ese mismo disco se estrenó como intérprete, un año más tarde, en el Palau de la Música de Barcelona. Este fue apenas el comienzo de una larga carrera en la que el cantautor se posicionó como “una de las figuras más destacadas de la canción moderna”, según la Fundación Princesa de Asturias. Esta misma le dio en abril de 2024 su reconocimiento homónimo por “el alcance de una trayectoria artística que trasciende la música y se hace referente cívico, sumando a las letras de sus canciones la fuerza del himno colectivo con voluntad universal”.

Esa trascendencia se puede ver en el estrecho contacto que tiene su obra con el mundo de la poesía. Se le reconoce por musicalizar algunos poemas de reconocidos autores como Antonio Machado —a quien dedicó completo su quinto álbum de estudio—, Miguel Hernández, Rafael Alberti, Federico García Lorca, Luis Cernuda, Pablo Neruda, Mario Benedetti y Eduardo Galeano. Tal como afirmó Luis García Gil, autor del libro “Serrat y los poetas”, durante una entrevista para el medio español RTVE, “la poesía cantada de Serrat es una parte indispensable de su obra, tan trascendente como aquellas canciones que son de su propia autoría”.

Son esas canciones propias las que hoy recordamos, con ocasión de su cumpleaños número 81. Estos tres poemas, consignados todos en su álbum “Mediterráneo” de 1971, son algunos de los más recordados de este importante poeta de la canción española.

Mediterráneo

Quizá porque mi niñez

sigue jugando en tu playa,

y escondido tras las cañas

duerme mi primer amor,

llevo tu luz y tu olor

por donde quiera que vaya,

y amontonado en tu arena

guardo amor, juegos y penas.

Yo, que en la piel tengo el sabor

amargo del llanto eterno,

que han vertido en ti cien pueblos

de Algeciras a Estambul,

para que pintes de azul

sus largas noches de invierno.

A fuerza de desventuras,

tu alma es profunda y oscura.

A tus atardeceres rojos

se acostumbraron mis ojos

como el recodo al camino…

Soy cantor, soy embustero,

me gusta el juego y el vino,

tengo alma de marinero…

¿Qué le voy a hacer, si yo

nací en el Mediterráneo?

Y te acercas, y te vas

después de besar mi aldea.

Jugando con la marea

te vas, pensando en volver.

Eres como una mujer

perfumadita de brea

que se añora y que se quiere

que se conoce y se teme.

Ay, si un día para mi mal

viene a buscarme la parca,

empujad al mar mi barca

con un levante otoñal

y dejad que el temporal

desguace sus alas blancas.

Y a mí enterradme sin duelo

entre la playa y el cielo,

en la ladera de un monte,

más alto que el horizonte.

Quiero tener buena vista.

Mi cuerpo será camino,

le daré verde a los pinos

y amarillo a la genista.

Cerca del mar, porque yo

nací en el Mediterráneo.

Aquellas pequeñas cosas

Uno se cree

que las mató el tiempo y la ausencia,

pero su tren

vendió boleto

de ida y vuelta.

Son aquellas pequeñas cosas

que nos dejó un tiempo de rosas,

en un rincón,

en un papel

o en un cajón.

Como un ladrón,

te acechan detrás

de la puerta.

Te tienen tan

a su merced,

como hojas muertas

que el viento arrastra allá o aquí,

que te sonríen tristes y

nos hacen que

lloremos cuando

nadie nos ve.

Barquito de papel

Barquito de papel

sin nombre, sin patrón y sin bandera,

navegando sin timón

donde la corriente quiera.

Aventurero audaz,

jinete de papel cuadriculado

que mi mano sin pasado

sentó a lomos de un canal.

Cuando el canal era un río,

cuando el estanque era el mar

y navegar era jugar con el viento,

era una sonrisa a tiempo

fugándose feliz de país en país,

entre la escuela y mi casa.

Después el tiempo pasa

y te olvidas de aquel barquito de papel.

Barquito de papel

¿en qué extraño arenal

han varado tu sonrisa y mi pasado

vestidos de colegial?

Cuando el canal era un río,

cuando el estanque era el mar

y navegar era jugar con el viento

Era una sonrisa a tiempo.

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Maribel(27840)Hace 19 horas
Poesía a flor de piel.
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