"Ty Cobb era insoportable dentro y fuera de la cancha, y no tenía problemas en admitirlo: 'Para la gente soy una patada en el bajo vientre', solía comentar".
Lo acusaron de haber hecho parte del arreglo que les vendió los resultados de los juegos de la Serie Mundial de 1919 a los apostadores. Insinuaron que él, Ty Cobb, había sido el intermediario entre los capos de la mafia y los jugadores de las Medias Blancas, que por aquel suceso y por las investigaciones y condenas que produjo, pasaron a llamarse Medias Negras. La historia registró los sucesos en decenas de cientos de crónicas y libros, que contaron que a comienzos del mes de octubre del 19, un apostador de nombre Joseph Sullivan se le acercó...
Por Fernando Araújo Vélez
De su paso por los diarios “La Prensa” y “El Tiempo”, El Espectador, del cual fue editor de Cultura y de El Magazín, y las revistas “Cromos” y “Calle 22”, aprendió a observar y a comprender lo que significan las letras para una sociedad y a inventar una forma distinta de difundirlas.Faraujo@elespectador.com
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