Un arsenal de campaña electoral en Espacio El Dorado
“Los grandes días que están por venir”, del artista José Ruiz, es el actual proyecto expositivo de Espacio El Dorado, en el marco del ciclo “Entrañar el absurdo”.
Sandra Fernández
Los elementos que representan a los candidatos presidenciales se desbordan por las calles en tiempos de elecciones, se arrogan a los ojos de los transeúntes que se saturan de ver volantes con las figuras de personajes prometiendo un mejor futuro, y voces alentadoras sobre libertad, unión y equidad buscando conseguir un número de votos para obtener la victoria.
Al terminar las campañas electorales, los elementos terminan en depósitos en los que se guardan los objetos que alguna vez fueron preciados y que ya no tienen valor, un lugar en el que no cabe el futuro para ellos, porque se cumplió la fecha de caducidad. Pero, ¿qué pasa con los mensajes y las acciones que representaban estos objetos?, ¿también cayeron en un basurero o en un espacio premeditado para el olvido y el desecho?
Espacio El Dorado propone un ciclo de exposiciones que reflexionan sobre las consecuencias del pasado de un país que poco recuerda y aprende. Entrañar el absurdo lo componen cuatro proyectos artísticos que examinan la identidad de país para confrontar y lidiar las consecuencias de procesos históricos. Uno de estos proyectos es el del artista e investigador José Ruiz, que se titula Los grandes días están por venir, una recopilación de elementos de campaña electoral que va desde el mandato de Gustavo Rojas Pinilla y el Frente Nacional (1958), hasta la propaganda electoral actual, con la segunda vuelta presidencial (2022).
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El espacio lo conforman cientos de papeles tirados al suelo, afiches pegados en las paredes, vallas colgando del techo y elementos de campaña arrojados en una especie de acopio abandonado. “El material se va deteriorando, porque se piensa como material basura y el chiste de la instalación es eso, que el archivo se despliega contrario a sacralizarlo, desplegándose como lo que es: basura”, explica José Ruiz sobre esta investigación que el artista comenzó hace varios años, acerca de la propaganda electoral cuestionándose sobre la no existencia de una institución que se encargue de archivar los elementos de campaña y de su reproducción masiva, hechos con materiales que se deterioran fácilmente para ser desechados.
Según el sitio oficial de la Comisión Nacional Electoral, en la segunda vuelta presidencial del presente año se destinaron para las campañas presidenciales por candidato cuatro mil cuatrocientos ochenta y ocho millones cuatrocientos sesenta y cinco mil novecientos ochenta y un pesos moneda corriente ($4.488’465.981), los cuales se destinaron a la financiación de la propaganda política un cincuenta por ciento (50 %). Estos elementos entonces inician siendo de gran valor, porque aportan información para los votantes, pero se convierten en desechos que terminan en basureros y mercados de las pulgas. “No hay ningún esfuerzo institucional en guardar material que esté relacionado con elecciones, pero es un material que nos concierne a todos, porque aquí se está contando y narrando la historia de nuestro país a través de imágenes”, dice el artista.
Además de convertirse en material que da cuenta de una etapa determinada de la política colombiana, recoge las promesas y acciones que, comparando con los resultados presidenciales de turno, también parecen ser obsoletos, como la finalidad de estos artículos, “es muy diciente que algo que narra nuestra historia política se piense como basura, y eso hace una correlación muy interesante con el ejercicio democrático, (…), botar el voto es algo que continuamente sentimos”, explica Ruiz.
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La titulación Los grandes días que están por venir es inspirado en el lema de campaña de Alfonso López Michelsen (1974), como una promesa que se repite en cada candidatura. En la muestra se ven en el suelo cuadros de los expresidentes atravesados por la frase: “Existió un gobierno en el que hubo progreso, libertad y justicia, existió un gobierno distinto”, estos cuadros, al igual que los elementos de campaña, al cumplir su misión de acompañar al presidente de turno, son desechados y puestos en el olvido.
Adicionalmente, el proyecto cuenta con una acción que el artista realiza todos los sábados en el horario de la galería. Esta dinámica consiste en darles a los visitantes, y según su fecha de nacimiento, una imagen con el presidente de esa fecha, en ella escrito con una máquina de escribir el lema de su campaña y por lo que se recuerda su gobierno, así se confronta la imagen con lo que hizo en su mandato.
Este proyecto se reconoce como un archivo vivo, porque se estará alimentando constantemente con el material que logra adquirir el artista, pero que reconoce la labor de archivo inexistente y que en este caso se convierte en basura que con el tiempo será olvidado.
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La contraparte de la muestra se encuentra alojada en el Colombo Americano de Medellín, con Inversión publicitaria, una exposición con afiches selectivos de campaña que al ponerlos al revés e intervenirlos con la frase: “Toda campaña política implica una inversión publicitaria importante”, pretende cuestionar la propaganda electoral sobre las ideas y los discursos que con el pasar del tiempo se convierten en la misma promesa, y que para el artista “es una de las reflexiones que me quedó cuando estaba levantando este archivo, que es precisamente confrontar esa idea de promesa versus gobierno, y pensar que eso que te prometen en la campaña tal vez no es cierto”.
Los grandes días que están por venir estará abierta en Espacio El Dorado hasta el 7 de julio y la muestra Inversión publicitaria se podrá visitar en el Colombo Americano de Medellín hasta el 22 de agosto.
Los elementos que representan a los candidatos presidenciales se desbordan por las calles en tiempos de elecciones, se arrogan a los ojos de los transeúntes que se saturan de ver volantes con las figuras de personajes prometiendo un mejor futuro, y voces alentadoras sobre libertad, unión y equidad buscando conseguir un número de votos para obtener la victoria.
Al terminar las campañas electorales, los elementos terminan en depósitos en los que se guardan los objetos que alguna vez fueron preciados y que ya no tienen valor, un lugar en el que no cabe el futuro para ellos, porque se cumplió la fecha de caducidad. Pero, ¿qué pasa con los mensajes y las acciones que representaban estos objetos?, ¿también cayeron en un basurero o en un espacio premeditado para el olvido y el desecho?
Espacio El Dorado propone un ciclo de exposiciones que reflexionan sobre las consecuencias del pasado de un país que poco recuerda y aprende. Entrañar el absurdo lo componen cuatro proyectos artísticos que examinan la identidad de país para confrontar y lidiar las consecuencias de procesos históricos. Uno de estos proyectos es el del artista e investigador José Ruiz, que se titula Los grandes días están por venir, una recopilación de elementos de campaña electoral que va desde el mandato de Gustavo Rojas Pinilla y el Frente Nacional (1958), hasta la propaganda electoral actual, con la segunda vuelta presidencial (2022).
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El espacio lo conforman cientos de papeles tirados al suelo, afiches pegados en las paredes, vallas colgando del techo y elementos de campaña arrojados en una especie de acopio abandonado. “El material se va deteriorando, porque se piensa como material basura y el chiste de la instalación es eso, que el archivo se despliega contrario a sacralizarlo, desplegándose como lo que es: basura”, explica José Ruiz sobre esta investigación que el artista comenzó hace varios años, acerca de la propaganda electoral cuestionándose sobre la no existencia de una institución que se encargue de archivar los elementos de campaña y de su reproducción masiva, hechos con materiales que se deterioran fácilmente para ser desechados.
Según el sitio oficial de la Comisión Nacional Electoral, en la segunda vuelta presidencial del presente año se destinaron para las campañas presidenciales por candidato cuatro mil cuatrocientos ochenta y ocho millones cuatrocientos sesenta y cinco mil novecientos ochenta y un pesos moneda corriente ($4.488’465.981), los cuales se destinaron a la financiación de la propaganda política un cincuenta por ciento (50 %). Estos elementos entonces inician siendo de gran valor, porque aportan información para los votantes, pero se convierten en desechos que terminan en basureros y mercados de las pulgas. “No hay ningún esfuerzo institucional en guardar material que esté relacionado con elecciones, pero es un material que nos concierne a todos, porque aquí se está contando y narrando la historia de nuestro país a través de imágenes”, dice el artista.
Además de convertirse en material que da cuenta de una etapa determinada de la política colombiana, recoge las promesas y acciones que, comparando con los resultados presidenciales de turno, también parecen ser obsoletos, como la finalidad de estos artículos, “es muy diciente que algo que narra nuestra historia política se piense como basura, y eso hace una correlación muy interesante con el ejercicio democrático, (…), botar el voto es algo que continuamente sentimos”, explica Ruiz.
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Adicionalmente, el proyecto cuenta con una acción que el artista realiza todos los sábados en el horario de la galería. Esta dinámica consiste en darles a los visitantes, y según su fecha de nacimiento, una imagen con el presidente de esa fecha, en ella escrito con una máquina de escribir el lema de su campaña y por lo que se recuerda su gobierno, así se confronta la imagen con lo que hizo en su mandato.
Este proyecto se reconoce como un archivo vivo, porque se estará alimentando constantemente con el material que logra adquirir el artista, pero que reconoce la labor de archivo inexistente y que en este caso se convierte en basura que con el tiempo será olvidado.
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La contraparte de la muestra se encuentra alojada en el Colombo Americano de Medellín, con Inversión publicitaria, una exposición con afiches selectivos de campaña que al ponerlos al revés e intervenirlos con la frase: “Toda campaña política implica una inversión publicitaria importante”, pretende cuestionar la propaganda electoral sobre las ideas y los discursos que con el pasar del tiempo se convierten en la misma promesa, y que para el artista “es una de las reflexiones que me quedó cuando estaba levantando este archivo, que es precisamente confrontar esa idea de promesa versus gobierno, y pensar que eso que te prometen en la campaña tal vez no es cierto”.
Los grandes días que están por venir estará abierta en Espacio El Dorado hasta el 7 de julio y la muestra Inversión publicitaria se podrá visitar en el Colombo Americano de Medellín hasta el 22 de agosto.