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Esta es la segunda edición de esta exhibición, ¿cómo surgió la idea de hacer muestras como estas?
Esta idea surgió de una relación que existe entre Colpatria y la Universidad de los Andes.
Esta edición está dedicada a los profesores y alumnos de la Escuela de Bellas Artes, ¿cómo se diferencia la primera muestra de la que hoy vemos exhibida?
La primera fue la colección de ellos solamente. Para esta segunda edición de la exposición se quiso hacer aquí en el Centro Cívico, que además coincidió en el momento que se le iba a poner el nombre a la Sala de Exposiciones Colpatria y pensamos que la mejor manera era homenajear a los profesores que fueron fundadores, los primeros que iniciaron el campo del arte en la Universidad de los Andes. Por eso se decidió buscar en archivos y se encontraron los trabajos que habían realizado otros investigadores, donde encontramos un folleto hecho por María Teresa Guerrero, que hacía referencia a una exposición que se realizó en Espacio Alterno y ahí aparecía una serie de nombres de los profesores que formaron parte de la escuela entre los años 55 y 74, de qué lugares de Colombia o del mundo venían y cuál era la materia o la asignatura que dictaban. Eso dio pie a que pensáramos que la mejor manera de hacer la segunda edición de Arte para Bogotá era hacerles un homenaje a esos profesores y a los estudiantes que formaron parte de la escuela, que sin lugar a duda marcó una pauta en el arte colombiano, en la historia del arte colombiano. Es importante señalar que era difícil encontrar obras de casi todos esos artistas y buscamos obras en cinco colecciones: el Mambo, Leo Katz nos prestó obras, la Universidad de los Andes también puso algunas que contienen en sus colecciones, y Colpatria, esto permitió que la muestra fuera muy representativa, y hablamos incluso con Camila Loboguerrero, quien nos prestó una obra de su colección y ella fue también estudiante en los primeros años de la escuela.
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¿Cómo fue el proceso de montar y desarrollar esta exposición?
La idea de la exposición fue propuesta en diciembre, el 15 de diciembre de 2022, y nosotros nos incorporamos al trabajo en enero, a mediados de enero, y ahí fue donde surgió la idea de esta exposición. Desde ese momento fue un trabajo bastante arduo y rápido, porque era importante hacer convenios con las diferentes instituciones, establecer las políticas de seguro de las obras, establecer la museografía que se iba a llevar, cómo iba a ser la disposición, las impresiones y demás, las fotografías que íbamos a imprimir, ya que hay una pared que tiene fotografías de los profesores y estudiantes de aquel momento…
Ahora que habla de museografía, ¿cómo se configura el diálogo entre las obras expuestas?
Se pusieron obras de los profesores y estudiantes, sobre todo los estudiantes que en su momento tuvieron un papel más importante en la historia del arte, y eso lo que demuestra es que sus obras forman parte de estas colecciones que son colecciones importantes, hablamos por ejemplo de Beatriz González o de Luis Caballero, que en su momento fueron estudiantes. Luis Caballero después también fue profesor. Son artistas que tienen una relación muy importante, muy grande con los Andes, la idea fue poner un conjunto de obras de cada artista de diferentes épocas, incluso en algunos casos se aprecia la evolución de los artistas como Édgar Negret, que tiene obras del año 49, pero ya obras después de los 80, Beatriz González también obras de cuando era estudiante, de finales del siglo XX e incluso principios del XXI. Ese fue el sentido, la exposición está hecha por artistas independientemente de su rol como profesor o estudiante en su momento, porque ya estamos viendo la trascendencia de esos artistas en la historia del arte colombiano
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¿Cuál diría que es la importancia de tener una exhibición que resalte a todos estos personajes y tenerlos dialogando en un mismo espacio?
Trabajo temas de patrimonio y precisamente el patrimonio ve la vinculación, los objetos como vínculo entre generaciones, y creo que la exposición ha cumplido ese rol porque los estudiantes jóvenes se maravillan de saber que estos artistas grandes, algunos ya desaparecidos, fueron profesores aquí y por otro lado también ha gustado mucho entre los sobrevivientes. Todavía hay muchos de esos artistas que viven y han venido y están muy felices y han manifestado su alegría de que se vuelva a recordar y volver a ese momento tan importante para el arte en Colombia, por ejemplo la maestra Beatriz González y la maestra Camila Loboguerrero, que estuvieron acá en una charla, decían que los tiempos más felices en la vida fueron su época de estudiantes. Creo que estas obras se mantienen activas, los estudiantes jóvenes, que ni siquiera tienen 20 años, vienen acá a la sala, dibujan y repiten y se sienten motivados y ven cómo sus maestros o estudiantes trabajaban en otro tiempo y cómo sus obras trascendieron, incluso algunos dicen que la exposición les da ganas de volver a pintar, creo que en ese sentido la exposición ha sido muy importante y cumple el fin de la misma exposición que es Arte para Bogotá, es mostrar todas estas obras que se encuentran en oficinas, en reservas, en depósitos, ocultas y muchas son desconocidas por el público y esta es una exposición abierta al público donde la entrada es gratuita.
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¿Por qué es importante mantener viva esta memoria y legado de estos artistas?
Pienso que de eso se trata, la memoria y el patrimonio cultural, y esto que estamos hablando es indiscutiblemente patrimonio artístico Uniandino, patrimonio artístico bogotano y patrimonio artístico colombiano. Es fundamental para un tema de identidad, aquí está presente lo que es Colombia, en las obras que vemos acá en esta sala vemos partes importantes de lo que es la historia de Colombia, de lo que fue la violencia, de cómo se desarrolló el arte, de cómo hay una ruptura con el arte, con la creación, con la llegada del arte moderno. Creo que estos exponentes que están aquí, estos bienes culturales, cada uno puede leerse como un documento que conecta con muchísimos elementos importantes de la historia del arte colombiano, pero también de la historia del país, de la historia de la institución y la historia de la ciudad. , en esa medida creo que es importante hacer este tipo de exposiciones y que los jóvenes se acerquen al legado de las generaciones que los antecedieron.