Un festival de cine para nuevas miradas
La octava edición del Festival Villa del Cine, bajo el concepto “Reflejos”, se llevará a cabo entre el 29 de septiembre y el 2 de octubre en Villa de Leyva. Un chat con Julián Díaz Velosa, el director artístico del encuentro.
Hablemos de la octava edición del Festival Villa del Cine, ¿qué particularidades tiene?
Estamos en el lanzamiento de nuestra nueva categoría Mejor Video Musical, la cual busca premiar a los artistas y realizadores de video que vengan con las mejores historias y propuestas del último año. Tendremos, además, a México como país invitado, el cual nos estará presentando cinco largometrajes que nos invitan a reflexionar con respecto a búsquedas sociales y las de nuestro país hermano. Contaremos también con tres exhibiciones de la Comisión de la Verdad, enfocadas en niñez, mujer y pueblos indígenas, esta última articulada por la ANAFE y la Comunidad Europea, y contaremos con un laboratorio de expertos panelistas, en el cual se busca aportar al desarrollo de largometrajes que estén haciendo en la región de Boyacá. Habrá más de 20 invitados entre directoras, directores, críticos de cine, escritores, productores, directores de arte, fotógrafos y grandes expertos de la cinematografía nacional.
¿Por qué “Reflejos”?
“Reflejos” fue un concepto que pensamos a partir de la necesidad que vemos en un mundo que cada vez necesita más acuerdos, más reflexión, y creemos que a partir del cine podemos aportar una luz que nos permita ver las miradas y la forma de ver de otros, para así cuestionarnos y generar un diálogo sobre nuestra mirada y la de nuestro entorno. Es una forma de representar la relación que existe entre los cineastas y el mundo del cual se expresan y como éste se refleja de vuelta en ellos, despertando, a su vez, un diálogo con el público y el universo que los envuelve.
¿Cómo se relaciona la fotografía de Juan Sebastián Rodríguez con la apuesta del festival?
La fotografía de Sebastián Rodríguez viene acompañando los diferentes conceptos del festival desde ya varios años, en esta última versión buscamos resaltar la pureza del universo y como está se refleja en nosotros como humanidad, creando una imagen poderosa que nos cuestiona respecto a quienes somos en cuanto al contexto y el mundo que habitamos.
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Cuénteme un poco sobre esa primera película, escena o personaje que despertó el amor por el cine...
La primera película que sin duda generó un gran impacto en mí fue La vida es bella. Esta historia me hizo entender acerca del amor y el cuidado, el poder de la imaginación; me hizo comprender que el mundo cambia cuando nosotros cambiamos la forma en que lo vemos y creo que eso es el cine, una forma de permitir a muchos ver el mundo desde los ojos de los personajes o los realizadores que crean estos universos mágicos.
¿Cómo nació el Festival Villa del Cine?
El Festival Villa del Cine nació en el 2015 con la idea de servir como una plataforma para empoderar a los más jóvenes. Nos reunimos un grupo de jóvenes en la búsqueda de crear un festival especializado en las nuevas miradas y que a su vez hiciera un trabajo de formación en la región para empoderar a los más jóvenes de su identidad, de su patrimonio cultural e histórico.
¿Por qué realizarlo en Villa de Leyva?
Nosotros somos de la región y vemos nuestro pueblo como una joya del patrimonio arquitectónico cultural e histórico de nuestro país, creemos que es un lugar mágico que permite a la gente casi que desligarse del tiempo lo cual lo hace un escenario perfecto para dejarse envolver por la magia del cine a la vez que resalta nuestra identidad.
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¿Cómo su experiencia como director complementa su trabajo de gestor cultural en el desarrollo de festivales como este?
Creo que la experiencia como director de cine me ha permitido ser más consciente de las necesidades de los realizadores respecto a los festivales y me cuestiona constantemente sobre cómo hacer este tipo de eventos de una mejor forma, que pueda servir cada vez más a estos artistas y sus obras. Me ha hecho entender que nosotros servimos a tres pilares fundamentales: los cineastas para los cuales el evento debe aportar en su búsqueda como artistas, a la región para aportar al crecimiento y a la demanda cultural de la población y a nuestra visión propia como equipo buscando enaltecer o cuestionar el mundo en el que vivimos.
Hablemos de la octava edición del Festival Villa del Cine, ¿qué particularidades tiene?
Estamos en el lanzamiento de nuestra nueva categoría Mejor Video Musical, la cual busca premiar a los artistas y realizadores de video que vengan con las mejores historias y propuestas del último año. Tendremos, además, a México como país invitado, el cual nos estará presentando cinco largometrajes que nos invitan a reflexionar con respecto a búsquedas sociales y las de nuestro país hermano. Contaremos también con tres exhibiciones de la Comisión de la Verdad, enfocadas en niñez, mujer y pueblos indígenas, esta última articulada por la ANAFE y la Comunidad Europea, y contaremos con un laboratorio de expertos panelistas, en el cual se busca aportar al desarrollo de largometrajes que estén haciendo en la región de Boyacá. Habrá más de 20 invitados entre directoras, directores, críticos de cine, escritores, productores, directores de arte, fotógrafos y grandes expertos de la cinematografía nacional.
¿Por qué “Reflejos”?
“Reflejos” fue un concepto que pensamos a partir de la necesidad que vemos en un mundo que cada vez necesita más acuerdos, más reflexión, y creemos que a partir del cine podemos aportar una luz que nos permita ver las miradas y la forma de ver de otros, para así cuestionarnos y generar un diálogo sobre nuestra mirada y la de nuestro entorno. Es una forma de representar la relación que existe entre los cineastas y el mundo del cual se expresan y como éste se refleja de vuelta en ellos, despertando, a su vez, un diálogo con el público y el universo que los envuelve.
¿Cómo se relaciona la fotografía de Juan Sebastián Rodríguez con la apuesta del festival?
La fotografía de Sebastián Rodríguez viene acompañando los diferentes conceptos del festival desde ya varios años, en esta última versión buscamos resaltar la pureza del universo y como está se refleja en nosotros como humanidad, creando una imagen poderosa que nos cuestiona respecto a quienes somos en cuanto al contexto y el mundo que habitamos.
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Cuénteme un poco sobre esa primera película, escena o personaje que despertó el amor por el cine...
La primera película que sin duda generó un gran impacto en mí fue La vida es bella. Esta historia me hizo entender acerca del amor y el cuidado, el poder de la imaginación; me hizo comprender que el mundo cambia cuando nosotros cambiamos la forma en que lo vemos y creo que eso es el cine, una forma de permitir a muchos ver el mundo desde los ojos de los personajes o los realizadores que crean estos universos mágicos.
¿Cómo nació el Festival Villa del Cine?
El Festival Villa del Cine nació en el 2015 con la idea de servir como una plataforma para empoderar a los más jóvenes. Nos reunimos un grupo de jóvenes en la búsqueda de crear un festival especializado en las nuevas miradas y que a su vez hiciera un trabajo de formación en la región para empoderar a los más jóvenes de su identidad, de su patrimonio cultural e histórico.
¿Por qué realizarlo en Villa de Leyva?
Nosotros somos de la región y vemos nuestro pueblo como una joya del patrimonio arquitectónico cultural e histórico de nuestro país, creemos que es un lugar mágico que permite a la gente casi que desligarse del tiempo lo cual lo hace un escenario perfecto para dejarse envolver por la magia del cine a la vez que resalta nuestra identidad.
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¿Cómo su experiencia como director complementa su trabajo de gestor cultural en el desarrollo de festivales como este?
Creo que la experiencia como director de cine me ha permitido ser más consciente de las necesidades de los realizadores respecto a los festivales y me cuestiona constantemente sobre cómo hacer este tipo de eventos de una mejor forma, que pueda servir cada vez más a estos artistas y sus obras. Me ha hecho entender que nosotros servimos a tres pilares fundamentales: los cineastas para los cuales el evento debe aportar en su búsqueda como artistas, a la región para aportar al crecimiento y a la demanda cultural de la población y a nuestra visión propia como equipo buscando enaltecer o cuestionar el mundo en el que vivimos.