Un nuevo sistema de facturación japonés podría afectar a la industria del anime
Dibujantes, animadores y actores de doblajes serían algunos de los artistas perjudicados por la medida que se podrán en marcha a partir de octubre en Japón.
Tras la pandemia por Covid-19, una de las industrias que se vio afectada fue la del anime. En 2020, tuvo un decrecimiento del 96,5% en comparación con 2019. Para el año siguiente, los beneficios alcanzaron niveles incluso superiores a los del 2019: ingresos de 2,74 billones de yenes, 113% más que en 2020, de acuerdo con un informe publicado por la Asociación de Animación Japonesa. Sin embargo, este mercado podría estar en riesgo nuevamente a partir de octubre.
Desde esa fecha en Japón entrará a regir un nuevo sistema de facturación que perjudicará principalmente a pequeñas empresas y trabajadores independientes, que gozan en estos momentos de beneficios en materia de exención de impuesto, pero que pasarían a gravar.
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Lo anterior podría afectar las ganancias que reciben no solo quienes pertenecen a la industria del anime, sino también a otras como la del manga y el doblaje. Se estima que cerca de 15 millones de personas, entre los que se incluyen a escritores, animadores, dibujantes, actores y youtubers, serían las perjudicadas.
Los artistas de la cultura japonesa, quienes muchas veces prefieren usar seudónimos, también han mostrado preocupación por los posibles casos de acoso que se deriven de la entrada en vigor del nuevo sistema, que requiere que deban registrarse y tener un número de identificación, lo que facilitaría que cualquiera de sus seguidores pueda corroborar su nombre real en la Agencia Tributaria japonesa.
Le recomendamos leer: “Cosplay”, el arte camaleónico y la personificación
En cuanto al doblaje, Maya Okamoto, una actriz de este sector, advierte que quienes no estén dispuestos a recurrir a un contador para su declaración de impuestos, se verán obligados a dejar la industria, como le sucedería al 27% de los actores, de acuerdo con sus estimaciones.
“Menos animadores implica menos obras. Este sistema supone empequeñecer la industria del manga y el anime, una de las principales exportaciones del país. Se trata de un acto suicida”, sentenció Masuo Ueda, productor de anime.
*Con información de EFE
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Tras la pandemia por Covid-19, una de las industrias que se vio afectada fue la del anime. En 2020, tuvo un decrecimiento del 96,5% en comparación con 2019. Para el año siguiente, los beneficios alcanzaron niveles incluso superiores a los del 2019: ingresos de 2,74 billones de yenes, 113% más que en 2020, de acuerdo con un informe publicado por la Asociación de Animación Japonesa. Sin embargo, este mercado podría estar en riesgo nuevamente a partir de octubre.
Desde esa fecha en Japón entrará a regir un nuevo sistema de facturación que perjudicará principalmente a pequeñas empresas y trabajadores independientes, que gozan en estos momentos de beneficios en materia de exención de impuesto, pero que pasarían a gravar.
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En cuanto al doblaje, Maya Okamoto, una actriz de este sector, advierte que quienes no estén dispuestos a recurrir a un contador para su declaración de impuestos, se verán obligados a dejar la industria, como le sucedería al 27% de los actores, de acuerdo con sus estimaciones.
“Menos animadores implica menos obras. Este sistema supone empequeñecer la industria del manga y el anime, una de las principales exportaciones del país. Se trata de un acto suicida”, sentenció Masuo Ueda, productor de anime.
*Con información de EFE
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