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Diana Catherine Martínez Vargas entró temblando. El salón en el que tenía que presentar su proyecto era amplio y estaba lleno de sillas que rodeaban una mesa larga en forma de imán. Si hubiese querido, se habría quedado en el fondo, al lado de la pantalla, donde no hubiese tenido que mirar a sus jurados tan cerca. Como pudo, le dio play a una pista que tenía preparada en su celular. Después de dar un salto, comenzó a cantar. Cuando terminó, impostó la voz, como si estuviera grabado una cuña radial. Anunció que habría un festival que se llamaría Corazón de Fenix que duraría seis meses (después aclaró que sería de una semana). Tenía un minuto para hablar y, cuando terminó, se limpió las manos con el pantalón. Intentó calmarse secándose el sudor y respirando profundo. Agradeció, se quedó quieta en el centro de eso que parecía una pasarela y esperó los comentarios. Sonrió.
Martínez Vargas hizo todo esto porque es la participante de la tercera fase de un proyecto a cargo de la Dirección de Investigación y Transferencia de Conocimiento de la Universidad Central, junto a la Fundación Gratitud, y con el apoyo del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), que establecieron un convenio con el cual se busca capacitar a los gestores y gestoras culturales del municipio de Soacha en temas de inserción laboral y fortalecimiento de la cultura.
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Hubo tres jurados que tuvieron la función de valorar el proyecto de Martínez y el de sus compañeros. Todos debieron imaginar que, delante de ellos, se encontraban empresarios con el potencial de convertirse en inversionistas de su idea.
Formación de Industrias Creativas: una oportunidad para la inclusión emocional, social y económica en comunidades receptoras de migrantes, iniciado en enero de 2021, se puso en marcha con el objetivo de potenciar las habilidades de los y las gestoras como actores de gran influencia para instruir a sus comunidades a partir de las estrategias de acción cultural e inserción al mundo laboral que se impulsan por medio de actividades que les permiten explorar su entorno, además de responder a las dinámicas del mercado actual.
Y fue una empresa que se planteó en tres fases: la primera consistió en realizar un diagnóstico contextual de la zona geográfica que habitan y de los y las gestoras culturales que hacen parte de la comunidad. La segunda fase permitió hacer énfasis en los distintos temas que se identificaron en la primera fase, para los cuales se llevó a cabo un proceso de formación a través de dos diplomados, una feria de emprendimiento y un curso corto. Actualmente, se lleva a cabo la tercera y última fase, en la cual se busca acercar a los gestores al mercado laboral.
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Los jurados para esta presentación, que adoptó la dinámica del programa del canal Sony, Shark Tank, fueron Ricardo Acosta, jefe de prensa del Festival de Cine de Cartagena; David Leal, músico bogotano con amplia experiencia en educación universitaria y composición de música para medios audiovisuales y una de las periodistas del Magazín cultural de El Espectador.
Muchos de los gestores culturales que se presentaron son grafiteros, raperos o estudiantes. Algunos están desempleados, pero se empeñan en que sus días adelanten iniciativas que desarrollen la cultura del municipio.
Uno de ellos fue Jefferson Morales, quien lleva trabajando por la comunidad cultural de Soacha más de 15 años. Dice que el Hip Hop es un espacio político neutral y que las seis comunas, doce corregimientos y los más de 405 barrios que ha recorrido de su municipio, lo impulsaron a crear los Premios Tequendama, el proyecto que presentó en este Shark Tank.
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“Hablaste mucho de ti, parecía que estuvieras presentando tu currículo. Me faltó información de los premios, que son una iniciativa interesante de visibilización para distintos actores”, le dijo David Leal a Morales cuando se terminó su intervención. Por su parte, Ricardo Acosta opinó: “No tengo clara la contraprestación para mí como inversionista. Estos premios son una iniciativa, así que necesito una ganancia más clara. Tu experiencia me pareció clave: se nota que conoces el territorio y que sabes qué es lo que vas a premiar. Tu expresión corporal hay que mejorarla: no nos miraste a los ojos y necesito que me des confianza porque yo, como inversionista, necesito sentir que hay un líder profesional a cargo del proyecto en el que se irá mi dinero”.
Después de que cada uno de los 11 participantes se presentaran, se entregaron los primeros lugares a Reinel Arturo Giraldo (primer puesto), Jefferson Steven Morales Mesa (segundo puesto) y Diana Catherine Martínez Vargas (tercer puesto). También hubo una mención especial para Daniel Andrés Feliciano.
Hasta el momento, el proyecto ha permitido que varios gestores y gestoras potencien su papel, brindándoles el conocimiento y las herramientas necesarias para impulsar proyectos socioculturales en pro de sus comunidades, además de facilitar su inserción en el mundo laboral.
El proyecto tiene una duración de dos años y medio, por lo que se espera continuar y finalizar el próximo año con la fase de inserción laboral.
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