Una filántropa del arte colombiano
Claudia Hakim, exdirectora del Museo de Arte Moderno de Bogotá (MAMBO), fue galardonada con el Premio a la Filantropía en las Artes el 21 de septiembre, junto a su esposo, Nayib Neme, en una ceremonia que celebró su compromiso con la cultura colombiana.
Diana Camila Eslava
Si cierra los ojos y pasa una tela por sus manos, sabe qué tipo de tejido está tocando y qué se podría hacer con ese material. Nació en una familia de médicos de origen libanés, pero eligió estudiar Diseño textil, una carrera que desentonaba con la tradición familiar, pero que con el tiempo la acercó más a sus raíces y a aquella cultura migrante que, a través de generaciones, ha cultivado profundos conocimientos en el intercambio de telas, sedas y productos tejidos.
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Si cierra los ojos y pasa una tela por sus manos, sabe qué tipo de tejido está tocando y qué se podría hacer con ese material. Nació en una familia de médicos de origen libanés, pero eligió estudiar Diseño textil, una carrera que desentonaba con la tradición familiar, pero que con el tiempo la acercó más a sus raíces y a aquella cultura migrante que, a través de generaciones, ha cultivado profundos conocimientos en el intercambio de telas, sedas y productos tejidos.
Ha sido profesora, tallerista, gestora cultural, cofundadora y directora de la galería NC Arte, la que creó junto a su esposo, donde ha dirigido actividades y exposiciones que interactúan con el arte, el diseño y la arquitectura. En 2016 recibió de manos de Gloria Zea la dirección del Museo de Arte Moderno de Bogotá, y desde entonces ha contribuido a su crecimiento y relevancia en el panorama cultural.
Entre la alegría, la pena y la nostalgia por el equipo que dejaba atrás y todo lo que habían construido durante ocho años, Hakim se despidió de su cargo en el MAMBO el pasado 20 de febrero. Y es que para muchos, su gestión fue fundamental en la historia de este recinto: bajo su liderazgo, este lugar se convirtió en un espacio más inclusivo y accesible, amplió su público y fomentó la participación ciudadana. Se enfocó en la mediación y en visitas guiadas, además de implementar programas educativos adaptados a diversas poblaciones.
Hakim y su equipo montaron 42 exposiciones nacionales y 19 internacionales, que enriquecieron la oferta cultural. Además, recuperaron el acceso principal del lugar y renovaron las salas de exposición para mejorar la experiencia de los visitantes. Durante su gestión, inauguraron una nueva sede en el norte de Bogotá y modernizaron áreas como el auditorio, la biblioteca y los talleres de educación. También trabajaron en la recuperación financiera y establecieron nuevas relaciones con instituciones y empresas privadas.
El pasado 21 de septiembre, Hakim y su esposo, el empresario Nayib Neme, recibieron el Premio a la Filantropía en las Artes durante la sexta edición de la Gala MAMBO. Con el reconocimiento, destacaron su trayectoria como exdirectora del museo y su habilidad para implementar estrategias que transformaron a este centro en un referente del arte contemporáneo en América Latina. El galardón, que fue concebido por Hakim durante su dirección, está dedicado a aquellas personas que han aportado a la cultura con su tiempo, recursos y talento. “Cuando nosotros creamos este premio lo pensamos para la gente que apoya a las instituciones culturales y al museo, y que saben lo que significa la transformación a través del arte”, dijo la diseñadora durante el evento en diálogo para El Espectador. “Me siento muy agradecida y la alegría es doble porque recibo este honor con mi marido”.
Para Nayib Neme, recibir este premio junto a su esposa fue motivo de orgullo. “Es un enorme honor. El cariño que me han transmitido me tiene realmente abrumado. Yo digo que lo recibo porque estoy bien casado, pero no por otra razón”, afirmó. Además, Neme destacó lo mucho que lo ha sorprendido la capacidad de liderazgo de Hakim. “Yo la conocí como una mujer maravillosa. Ha sido una madre, una compañera, una compinche de vida. Lo que más me ha impresionado es la líder que demostró ser, una gerente, una empresaria y una emprendedora durante los últimos años”.
Neme aseguró que la cultura era esencial para el crecimiento de cualquier país. “Es algo que necesitamos para poder intercambiar, para analizar. Es una razón para hablar, para argumentar. Colombia lo necesita. Un país sin cultura no tiene historia”. Finalmente, reflexionó sobre la importancia del MAMBO: “Es una institución bellísima que se creó hace más de 60 años. Lo que ha hecho, cómo ha influido y ha repercutido en el arte, en preservar una colección, en impulsarla, en traer nuevos artistas, nos ha enseñado a todos cómo ver y relacionarnos con el arte”, concluyó.
Según Claudia Hakim, los días en el MAMBO los vivió con ilusión, por lo cual su trabajo dejó de ser “solamente trabajo” y se convirtió en un compromiso que se trazó para impulsar e inspirar a nuevas generaciones de artistas. “La cultura en Colombia recibe poco apoyo; no es muy grande. Creo que antes de dirigirse a los benefactores, hay que hablar con el Gobierno, pues si ayuda un poco más con el tema de beneficios para hacer donaciones; realmente habría mayor filantropía para el sector”, reflexionó.
“Que sigan adelante”, dijo dirigiéndose a los artistas emergentes. “Sé que es difícil abrirse camino. Los apoyos se necesitan en todo sentido, pero cuando somos creativos generamos transformaciones, somos más felices”.