Escucha este artículo
Audio generado con IA de Google
0:00
/
0:00
¿Cómo se inició en el mundo del perfume?
Tuve mi primer contacto con ingredientes para perfumería, y las primeras nociones de cómo funcionaba este oficio, cuando estuve estudiando moda en París.
¿Qué es lo que más le llama la atención de este oficio?
Representar de manera abstracta conceptos que te pueden transportar a lugares, remover emociones y traer recuerdos.
¿Cuáles son los elementos o las características más importantes para ejercer bien esta labor?
Tener un sentido del olfato excepcional, y creo que es crucial tener una memoria olfativa muy cultivada con un gran espectro de referentes olfativos.
Le sugerimos: “IAluna”: la exposición fotográfica de Javier Vanegas que conecta con el universo
¿Qué desafíos u obstáculos se encuentran en esta línea de trabajo?
Para mí el obstáculo más grande es el adaptarse todo el tiempo a las regulaciones de la industria, hay materiales que desaparecen y otros que podemos utilizar cada vez en menos proporción dentro de una fórmula. El uso de las proporciones de las materias primas, tanto naturales como sintéticas, cambia constantemente para cumplir con las medidas de salud y de seguridad.
¿Cuál es el aroma que más disfruta y por qué?
Disfruto mucho del jazmín, me transmite tranquilidad y una sensación muy placentera. Vivo en Granada, España, donde estamos rodeados de jazmines, así que este siempre me hace sentir en casa.
¿Qué hay que tener en cuenta al momento de crear un perfume?
Para mí es importante tener claro qué voy a contar o qué voy a transmitir, lo más relevante es la historia que va a contar la creación. En esta industria lo más fácil es hacer olores bonitos y montarles una historia para luego venderlos, pero desarrollar un concepto olfativo desde cero para lograr transmitir una historia o evocar un concepto diferente a algo comestible cuando estás percibiendo un aroma es todo un reto.
Podría interesarle: Olenka Piotrowska, la colombo-polaca invitada a evento mundial de música sacra
¿Cómo es su proceso creativo?
Hay muchos viajes, investigación y trabajo de campo para definir los factores culturales implícitos en el objetivo que busco representar olfativamente, esto es determinante en la evolución de mi proceso creativo, ya que mis creaciones llevan consigo una fuerte carga de inspiración sociológica e histórica. Luego viene el momento de materializar ese concepto olfativo donde hay muchas pruebas para conseguir lo que se busca.
¿Qué es lo más valioso que ha aprendido a lo largo de su carrera?
Creo que lo más valioso ha sido aprender a conocer en términos olfativos a la gente dependiendo de su origen, cultura o religión, este conocimiento es muy importante para saber qué fragancias funcionan en los diversos nichos de mercado, esto solo se consigue viajando y haciendo la investigación in situ.
Le sugerimos: “No tomé el sitio de Spielberg”: James Mangold, director de Indiana Jones
¿Cuál ha sido el perfume en el que más le gustó trabajar y por qué?
El que más he disfrutado fue Acqua di Teriaca, inspirado en la fórmula original de la Teriaca Veneciana, la medicina con la que se pensaba que se podía curar la peste negra. Lo desarrollé en mi estudio cuando estuvimos encerrados durante el covid, casualmente coincidió con que justo antes del encierro estuve en Venecia investigando sobre el tema. Era un momento en el que no había ni alcohol, porque se utilizaba de manera prioritaria para la elaboración de geles desinfectantes, pero afortunadamente tenía mis reservas. El perfume lo presenté virtualmente por redes sociales, fue una pequeña edición limitada y desapareció de mi tienda en línea en cuestión de tres días, y al día de hoy se ha convertido en pieza de coleccionistas.